Una vida improvisada

Buen día para un secuestro

-Lo siento mucho Zhan, estas despedido- dijo aquella mujer poniendo en mis manos una carpeta con mis documentos.

Salí sin decir nada pues sabía que no me iban a poder devolver el trabajo, odiaba los recortes de personal, odiaba no tener antigüedad en ningún trabajo y odiaba que a todos les fuera mejor que a mí.

-No te sientas mal Zhan-Zhan- se colgó del brazo de su amigo

-Como no me voy a sentir mal, ahora prácticamente estoy en la calle-

-Puedes quedarte unos días en mi casa, en lo que buscas algo.

-Ni lo pienses Fanxing necesito ver por mí mismo, ya encontrare la manera de conseguir algún trabajo.

Se dirigió en búsqueda de mas locales donde pudiera solicitar un puesto, la reserva de dinero que habian dejado sus padres cuando murieron se habia acabado o mas bien se la habian robado, sus tios terminaron con lo poco que sus progenitores le habian heredado y ahora estaba en la calle.

Continuo caminando hasta medio día, cuando estaba a punto de darse por vencido unos hombres en traje lo interceptaron.

-Tu mocoso, ven para acá- le pidieron que se acercara.

-¿Ah quien le hablas a mí?...- se señaló algo dudoso.

-No, le hablo a tu gemelo que esta por allá- rodo los ojos al ver que Zhan volteaba hacia el lugar que señalo.

-Que gracioso, no estoy para juegos amigo, me voy......- se iba a dar la vuelta hasta que escucho la voz del tipo grandulón.

-Solo retírate y te vas a arrepentir- amenazó

-Ah sí, tú y cuantos más- se dio la vuelta completamente y comenzó a caminar.

Antes de tan siquiera caminar unos diez pasos, los tipos lo tomaron entre sus brazos y lo subieron a una camioneta.

Ya dentro del vehículo Zhan se dio cuenta que estos tipos no bromeaban, no tenía dinero y si pedían rescate por él era claro que lo terminarían matando, uno de los gorilas le quito la mordaza y pudo respirar mejor.

-¡Oye imbécil! suéltame déjame ir, te lo juro que no tengo en que caerme muerto- se mecía de un lado a otro.

-Escúchame bien tu a mi pequeña rata, no queremos dinero y deja de moverte no te golpeo porque lo que menos quiero es que mi jefe me mate si te entrego en ese estado.

-Tu ¿jefe?, ¿Qué jefe?.

-Deja de hacer preguntas muchachito- otro hombre al parecer más sensato hablo- las vas a obtener cuando lleguemos.

-¡¡Suéltenme sáquenme de aquí por favor!! no sé qué quieren de mí, no tengo deudas con ninguna persona esto debe de ser un error-

-Dios cállate eres un latoso- el gorila menor se estaba comenzando a hartar.

-¡SAQUEMNE DE AQUÍ!- sin ningún miedo comenzó a gritar

-Listo hasta aquí llegue- Jackson toco algo cerca de su cuello y logro que se desmayara.

-Eres un imbécil, pide que se levante antes de que lleguemos con el señor.

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En la mansión Wang todos se encontraban acomodando los arreglos, el primogénito de la familia al fin se casaría con alguien, la noticia los había tomado a todos por sorpresa hasta un punto inimaginable, pues era ese chico la persona más fría de todo el mundo.

Y ni que hablar de la novia era todo un misterio.

-¿Dónde está tu hermano hija?- Maximiliano pregunto por su primogénito