Una vida improvisada

Mejor me lo llevo yo

El castaño se levantó desde muy temprano, llevaba casi dos semanas sin ir a la casa de su familia, había decidido mantener su distancia con Zhan por razones obvias, no quería lastimarlo y lastimarse a sí mismo, sabía que mañana seria el día que por fin lo dejaría libre.

¿Tan difícil era la vida junto a el?, se sentía un poco aturdido, Zhan siempre le había reclamado por no confiar, la razón era que si lo hacía pero tenía miedo, miedo porque él nunca había cuidado de un corazón y menos de algo tan valioso como lo era Zhan.

Por qué no simplemente se lo decía así, fácil porque era un cobarde, uno bien hecho uno capaz de poder cagarla una y otra vez, eso sí que no se lo iba a perdonar

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-Me imagino que mi hermano ha de estar demasiado ocupado con el trabajo, lleva casi dos semanas sin venir mañana es su cumpleaños te ha dicho algo- pregunto Lu ajena a la discusión de la pareja.

-No- intento aguantarse las ganas de llorar- Aun no he hablado con él, probablemente si tenga mucho trabajo.

-Que descuidado de su parte no llamarte Zhan, vas a ver que si no viene hoy mañana llega.

-Eso espero- suspiro- ven aquí Lu, vamos a decorar este ramo de rosas, mañana es el gran día.

-Sí, esto de verdad me emociona pocas veces el gruñón de mi hermano se deja festejar.

-A mí no me emociona- dijo bajito sin que Lu se diera cuenta.

Las cosas del preparativo del cumpleaños de Yibo comenzaron a llegar, cosas lujosas mesas silla y todo se estaba instalando en el jardín enorme.

Emma se estaba encargando de la seguridad.

Federico estaba poniendo cámaras en todo el lugar y en puntos estratégicos.

Isaac se encargaría de recibir a los invitados

Nicolás organizaba que todo estuviera en su lugar

Y Zhan, el lloraba en el cuarto, llevaba toda la mañana desde que se había levantado con lágrimas en los ojos, repasando las cosas buenas y malas que habían pasado en su vida, quizás esto era lo mejor para él o quizás no era así.

-Zhan no comió Yibo, ¿será que esta? enfermo- pregunto Lu preocupada por el estado del pelinegro vio cómo su hermano que apenas acababa de llegar arqueaba la ceja preocupado.

-¿Desayuno?-

-Tampoco.

-Iré a hablar con el- trago grueso al saber que tendría que mirarlo a los ojos.

Con cuidado se dirigió a la habitación que compartía con el pelinegro, toco la puerta pero nadie respondió, cuando entro un bulto se encontraba en la cama, las respiraciones eran pausadas, Yibo decidió acercarse a mirar.

Zhan dormía tranquilo, sus parpados se veían rojos quizás por el llanto sus pestañas estaban húmedas, y toda su cara tenía un semblante triste.

No lo molestaría, probablemente Zhan no había estado durmiendo, aprovecharía la cena para pedirle que tan siquiera ingiriera un poco de alimentos, dejo un beso en su frente ocasionando que Zhan se removiera y decidió salir de la habitación.

Cuando la puerta se cerró las lágrimas comenzaron a surcar la cara de Zhan, este había fingido estar dormido.

La hora en que todo empezaría seria dentro de una hora, todos estaban arreglándose y otros ya lo estaban, Yibo apareció en la sala y uno de sus amigos se acercó a él.

-Preparado para el gran día- dijo Isaac abrazando a Yibo- un anno in più e uno in meno di vita (un año más y un año menos de vida)

-Mi fa piacere che lo pensiate (me alegra que pienses eso)