Una vida improvisada

Un futuro prometedor

-Hola hijo puedo pasar- dijo Maximiliano a Zhan.

-Si claro, adelante- se puso de pie

-Ayer lamentablemente escuche la discusión de ambos- hizo una mueca- Lamento que Yibo te haya hablado de esa manera, él no es bueno expresándose pero sé que lo que quiso decir es que se preocupa por ti.

-Solo quiero que me incluya- dijo limpiando la lagrima que estuvo amenazando con salir.

-Esto va más allá de la inclusión Zhan, me atrevería a decir que se trata de más que todo en el mundo, mi hijo te ama tanto que le dolería si te perdiera.

-No confía en que puedo hacerlo bien.- y era lógico, el desde pequeño fue entrenado, pero Zhan no, el apenas estaba aprendiendo.

-No se interpretar los sentimientos de mi hijo, Martzia era la personas que más lo conocía y ahora ya no está, mi error fue permitir que ella entrara en la organización.

-¿Ello no lo quería?

-Cuando la conocí no, claro que sus ideales cambiaron justo como tú con mi hijo, después de que conviviera con toda mi familia.

-Pero al menos le permitió experimentar.

-El experimento se convirtió en el término de su vida- dijo triste

-Yibo el..

-Sí, el vio morir a su madre, como tal no vio al asesino pero créeme la muerte del amor de mi vida no fue algo que me gustaría recordar.

-Todavía tengo muchas preguntas por hacer, no entiendo cómo es que.....- detuvo un poco sus pensamientos la comunicación era algo elemental en todas las relaciones y él ni siquiera había tenido una ¿Entonces cree que estoy siendo egoísta?- ahora una nueva duda se había sembrado en su corazón.

-Para nada, dale tiempo de que asimile que ahora comparte contigo los rastros de esta familia, veras que todo va a salir bien.

""""""

Durante la semana Yibo no durmió junto a Zhan, esquivaba cualquier oportunidad para hablar con el pelinegro, las pruebas de traje se realizaron de manera individual, así que ni siquiera se habían visto para eso.

-Eres un idiota Yibo, es tu esposo aplicarle la ley del hielo es lo más infantil que eh visto en mi vida- Li estaba viendo como el castaño golpeaba el saco tan enojado que comenzaba a creer que tendría que ir encargando uno.

-No es la ley del hielo, solo estoy tan molesto que sé que si hablamos esto va a terminar peor- o era más fácil que la cagara.

-No Yibo, la gente arregla las cosas con comunicación, después si Zhan encuentra a alguien más y te cambia no te quejes- dijo lu saliendo de la habitación de entrenamiento.

-Si a alguien se le ocurre ponerle una mano encima, yo lo mato- dijo molesto tirando un golpe al saco.

El día de la fiesta llego, desde muy temprano habían entrado personas a la habitación para arreglar al pelinegro, desde maquillistas hasta costureros que arreglaban el traje de aquí para allá.

-Buenas tardes- entro Yibo a la habitación que compartía con Zhan, se sorprendió un poco de ver que este ni se inmuto.

-Buenas tardes joven Wang, tome asiento aquí- señalo una silla- vamos a comenzar a arreglarlo.

El proceso fue incomodo, se sentía un vibra bastante tensa, cuando terminaron de arreglarlos a Zhan se le entrego un antifaz que le cubría parte de la nariz con unos adornos negros excepcionalmente hermosos, mientras que el de Yibo al igual que el negro se mezclaban con un color rojizo.