Una vida improvisada

Buenos dias.....

Zhan no mentiría si decía que esa cama se sentía como las nubes, el tiempo que estuvo dormido fue suficiente para que recargara todas sus energías y lo hicieran sentir cómodo, aunque esa misma comodidad se esfumo cuando se dio cuenta de que estaba secuestrado y probablemente en otra parte del mundo.

Se puso de pie y comenzó a buscar una salida, había una ventana enorme y cuando se asomó quedo petrificado por la vista que tenía.

El mar estaba frente a sus ojos, la luna y unas calles hermosas que parecían de arquitectura antigua, estaba encantado o asustado para su des-fortuna.

-Cefalú Sicilia- dijo una voz varonil detrás de él.

Zhan volteo de inmediato topándose con un hombre con un aura tenebrosa que lo miraba de arriba hacia abajo.

-¿Q-ue?, ¿Q-uien quien eres tú?- intento resguardarse detrás de la almohada que había tomado.

-Estas en Cefalú Sicilia en Italia-

-Imposible no me pudieron traer hasta acá- dijo con sus ojos comenzando a aguarse.

-Por qué piensas que es imposible, lo hemos hecho- tomo un trago de vino.

-¿Que estoy haciendo aquí yo?, yo no hice nada malo te lo juro no tengo ninguna deuda con nadie- ahora como le haría para volver a su hogar.

-No vienes a pagar ninguna deuda.

-¿Entonces para que me quieres aquí?.

-Te vas a casar conmigo- declaro así como así.

-¿Disculpa?- dijo ofendido.

-Que te vas a casar conmigo- como detestaba repetir las cosas

-Oye, no te conozco y no me voy a casar contigo.

-Claro que si lo vas a hacer, no te estoy preguntando- se puso de pie mirando el rostro del chico, este ante lo abrumadora de su mirada se encogió en su lugar.

-Porque tengo que hacer eso, sí se puede saber amable señor.

-No me llames señor, mi nombre es Wang Yibo, y en segunda vas a hacer esto porque no pienso quedar en ridículo frente a un puñado de idiotas.

-¿Porque quedarías en vergüenza?- Zhan era una persona muy curiosa

-No es de tu incumbencia Piccoli occhi color notte- le dio una sonrisa tranquila.

-¿Y yo que gano con esto?- nada, así como no ganaba nada quejándose.

-¿Tu que ganas?, bueno pues no sé, ¿dinero? Lujos lo que quieras solo pídelo, pero si me entero de que dices la verdad no voy a dudar en matarte y sería una pena un morto cosí bello (un muerto tan hermoso).

-No te entiendo.

-Ahí- señalo unas bolsas que estaban en el sillón- hay ropa nueva, cámbiate que vamos a cenar, te espero en quince minutos abajo- salió de la nada sin despedirse solo dejando aquella orden.

Tenía que encontrar la manera de poder regresar a casa podría negociar su libertad, si capaz y la negociaba y lo terminaba matando, afortunadamente ese no sería su destino no lo permitiría, se bañó se puso la ropa que le quedaba un poco grande y salió, la sala era grande espaciosa y tenía una iluminación perfecta.

Un perro Gran danés y un labrador se encontraban jugando en el patio, cuando lo vieron corrieron hasta el, Zhan por miedo a que le fueran a hacer algo se cubrió el rostro.

-Argos, Jax vengan aquí- Yibo se inclinó para darles algunos premios y volteo a ver a Jackson- llévatelos, vamos a ir a cenar.

-Como usted lo ordene jefe- paso por un lado de Zhan fijando su mirada en el pelinegro.