Salvatore

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-Estamos reunidos el día de hoy para presenciar el gran....

-Ir al templo le ha afectado a este imbécil- dijo uno de los capos

-Deja de jugar al padre Salvatore, haz tu maldito trabaja- acuso Yibo molesto, a veces Salvatore solía ser un poco descabellado.

-Parece que a alguien no le dieron a noche, tu esposo se niega a que lo toques con esa placa que lleva en el tobillo- se burló de Yibo

-Bueno por lo menos duerme conmigo, no con mi gente de "confianza"- dijo burlón.

-Buena esa Wang, podría traerle a Nicolás para que le dé una clases- se defendió

-No gracias no es de mi interés, pero dejemos de hablar de cómo Nicolás se pasa por el culo su matrimonio, mejor hablemos de lo que me interesa, que tienes que decir de la mercancía.

-La mercancía llegara en una semana, algunos amigos de la guardia costera me han informado de algunos de sus puntos ciegos, me parece que podríamos ir de tres en tres con dos guardaespaldas estaría bien.

-Porque solo dos guardaespaldas no confías en tus amiguitos Salvatore- dijo Isaac un asesino brillante, alto, robusto, cabello negro que le llegaba hasta los hombros, uno de los más amados por las mujeres por los ojos verdes más hermosos.

-Isaac me sorprende la pregunta tan estúpida que has hecho, como pretendes que vayamos de más de tres a hacer esos negocios, además esos amiguitos son traidores de la guardia costera tú crees que puedo confiar en ellos, podrían vendernos en la primera oportunidad que tengan.

-Bueno a mí me parece razonable lo que dice el- señalo a Salvatore- pero no me da confianza, yo me moveré con mis hombres en una dirección contraria.

-En cual- pregunto Isaac- digo si se puede saber.

-Aun no lo sé, lo veré con mi padre cuando llegue a casa- dijo levantándose- señores con permiso.

""""""""

Yibo llego a casa de su padre pues Zhan le había pedido que se quedaran un tiempo ahí, se sentía más cómodo, más familiar a pesar de que aun pensaba en cómo convencer a Yibo de dejarlo ir y eso este último muy bien lo sabía.

-Hola Zhan buenos días- dijo Yibo admirando como este comenzaba a bostezar y a estirar su cuerpo.

-Buenos días ¿ya te vas?-vio como llevaba un traje totalmente negro.

-Ya casi, me gustaría que desayunemos juntos.

-Claro, solo deja me levante y me cambie.

-Bien, te espero para llevarte abajo, vamos a probar los desayunos en el jardín- dijo saliendo de la recamara para que Zhan se pudiera vestir cómodamente.

Cuando Zhan estuvo listo salió y Yibo lo cargo en sus brazos, lo llevo directamente al jardín ya podía caminar pero era una costumbre de la cual Yibo tendría que desapegarse, el pelinegro quería aprovechar para platicar con el castaño, ya que casi nunca lo veía y eso lo hacía sentirse solo.

Él amaba el jardín, era muy espacioso una mesa con una gran carpa que bloqueaba los rayos de sol y un sin fin de manjares servidos para acompañar su desayuno.

-Esto es demasiado, dudo que me lo acabe.

-Prueba solo lo que te apetezca- tomo la servilleta y comenzó a pasar un poco de fruta a su plato- ¿cómo has estado?.

-Pues la mayor parte del tiempo estoy solo- dijo triste.

-Le pedí a Jackson que trajeran a argos y a Jax, ellos te podrían hacer compañía

Una vida improvisadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora