Una vida improvisada

A veces se necesita decir adios

A la mañana siguiente Zhan se despertó con una cruda demasiado fuerte, ni siquiera podía moverse, sus músculos se sentían agarrotados.

-Me parece que me debes una explicación Zhan- Yibo estaba acostado a su lado con un cabestrillo y una ojeras tremendamente grandes- se les está haciendo costumbre emborracharte cada vez que logras algo- eso lo dijo molesto

-¿No tenías que estar en el hospital?- pregunto confundido mientras se ponía de pie y sentía que todo daba vueltas.

-Buena pregunta, después de que tú y Nicolás fueran al hospital a rogarme que me diera de alta y armaran un escándalo, si, se supone que sí.

-¡¡¡QUE NOSOTROS HICIMOS QUE!!!- abrió enormemente sus ojos, comenzó a buscar en los rincones de su cabeza pero lo único que había era NADA.

-Lo que escuchaste, toma asiento Zhan tenemos que hablar.- señalo nuevamente la cama

-No de verdad no recuerdo nada-

-Toma asiento- le señalo nuevamente la cama, viendo como Zhan se sentaba como si fuera un cachorro regañado- ayer me preguntabas de francisco- trago duro.

-No, no hay necesidad de que...

-La hay, tienes razón ayer me dijiste que era importante que te hablara sobre él, si es que quería involucrarte en mis sentimientos.

-¿Yo te lo pedí?.

-Inconscientemente- asintió- parece que si- volvió a suspirar- primera y última vez que te lo digo Zhan, si no sabes tomar abstente de hacerlo sin mí a tu lado Nicolás llego muy mal-

-No cambies el tema, dijiste que siempre si me lo dirías- se acercó un poco más hasta quedar a una distancia considerable

-Me iba a casar- empezó- dos días antes de la boda o más bien el día que te secuestre encontré a Francesco en la cama con otro hombre, podría decirse que pude haberlo matado, pero por primera vez había bajado la guardia, pensé que él era diferente.

-Si te preguntas que si se quien fue, la respuesta es que si, ese hombre está muerto, pero soy tan estúpido que tuve la oportunidad de matarlo a él pero no lo hice- dijo apenado- pero sabes que es lo que más me causa gracia, es que muy pocos estaban enterados por mis gustos hacia los hombres, así que sorpresa soy gay y un cornudo

-No es tu culpa que él sea de esa manera y además no eres un cornudo él es la prueba máxima de falta de valores y por lo de tus gustos, no veo ningún problema.

-No, sé que no lo es pero si es mi culpa haberlo dejado vivir porque me arrepentí de haber sido piadoso, a eso súmale la pelea que tuvimos después de que regresamos de las Bahamas, cuando me desaparecí fue porque el maldito mando a matarte.

Zhan solo frunció el entrecejo, ¿Cómo que lo había mandado a matar?.

-A mí pero....

-Cuando regresamos a Italia Jackson se dio cuenta que las personas encargadas de la vigilancia de la casa se veían sospechosas, en ese momento no te lo dije pero intentaron envenenar a Argos, que por si no te dabas cuenta se quedaba todas las noches a dormir fuera de tu recamara.

-No, nunca...

-Es válido yo tampoco lo había notado, uno de esos dos había querido entrar a la recamara pero mira esto- le pidió que le pasara su celular busco bien en los recuerdos de las grabaciones y se lo mostro.

En la pantalla se veía como por la noche uno de ellos se acercaba a la recamara pero también se veía como Argos gruñía y mostraba sus dientes.

-Argos es un perro entrenado, pero nunca le dije que te cuidara, es más bien su instinto hacia ti no lo sé, en fin cuando nos dimos cuenta me tuve que encargar de ellos, lo peor fue cuando descubrí para quien trabajaban.