Capítulo 20

1K 130 159
                                    

Nota: Si comentan mucho en los
capítulos, más rápidito les subo el siguiente. Así que este lo quiero ver repleto de comentarios. Besitos ХОХО

──────────

Perspectiva Cupido

Una vez llego a los jardines de Chipre, tras estar en la piscina con Karla, camino hasta el ala de mi palacio entretanto me paso la mano por mi cabello mojado; quitando el exceso de agua que quedaba en el.

Todo estaba muy calmado, sereno y silencioso. La noche también se había apoderado de Chipre, y con ella el descansar de todos los seres que vivían aquí y trabajaban para mí.

Solo yo usualmente era el que trabajaba hasta tarde, sin mencionar que aveces simplemente no descansaba. Por lo que todos aquí estaban acostumbrados a mis llegadas en la madrugada o simplemente, no verme llegan en un lapso de 24 a 48 horas.

No solía estar más de 48 horas sin pisar Chipre, ya que si no lo hacía; los papeleos y las reuniones se acumulaban y después, todo sería un extremo dolor de cabeza para mí... para ponerme al corriente.

Así que mejor lo evitaba con algunas paradas de vez en cuando.

Cansado de un día largo de trabajo, abro las puertas de mi habitación y me adentro en ella. Mientras camino a la ducha, me voy quitando las pocas prendas de ropa humedecida que tenía y dejándolas en el suelo hasta quedar sin nada.

Me encamino al cuarto de baño y enciendo la ducha con agua caliente.

Una vez llega a la temperatura que me agrada, me adentro a la ducha y solo dejo caer el agua por mi cabeza. Mojando aún más mis cabellos y dejándola desplazar por mi cuello, espalda y rostro.

Pego la frente a la pared que tengo delante de mí y solo cierro los ojos; tomando un suspiro.

Revivo los momentos del día de hoy, uno por uno, y solo me quedo pensando en aquellos instantes...en la corrida de bicicleta y los momentos en la piscina.

Me divertí mucho, más de lo que me había divertido en siglos. Admito que mi tiempo en ayudar a Karla a encontrar el supuesto amor, se había convertido en uno de mis momentos favoritos en el día; pero no debía acostumbrarme.

Una vez Karla confiara en mí, tendría que darle el elixir que me dio Zeus para si poderle borrar de su mente cada recuerdo que tiene de mi persona, y así, jamás volverme a presentar cerca de ella para que no me viera y que todo no volviera a comenzar de nuevo.

Admito que sí me da un poco de nastalgia saber que la única persona que te puede ver en la Tierra olvidará que existes. Pero, como me explicó Zeus, todo es por un bien mayor; también por el suyo.

Me estaba costando más de lo que imaginé que la chica confiara plenamente en mí. Al punto en el que bebiera algo desconocido sin tener que decirle, aunque sea vagamente, para lo que es en realidad.

Pero sé, que si continúo ayudándola a conquistar a algún chico medianamente compatible con ella; ella me brindará su confianza en plenitud.

─────♡◦♡◦♡─────

Al un nuevo día amanecer, tras algunos días de trabajo, me encuentro recostado en mi cama entretanto miro el techo y pienso. Mis manos tras mi cabeza; una sábana de seda sobre mi cuerpo desnudo.

Cupido ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora