Cupido ©

Capítulo 32

Tras recorrer el pasillo que Ana me había dicho, llego frente a las puertas que tenían un libro enmarcado en oro.

Empujo una de las puertas dobles y el sonido que hace cuando abre le da un toque de tensión y miedo al ambiente.

Las luces tenues y el silencio aportando mucho a que todo esto fuera un tanto tenebroso.

Me adentro a la biblioteca, cierro la puerta suavemente tras de mí y camino con pasos inseguros dentro de ella. 

Veo un candelabro con algunas velas encendidas posado sobre una mesa de decoración a mi izquierda; cercano a la entrada. Lo tomo en mis manos y poco a poco voy recorriendo el camino mientras me ilumino con el.

Miro con dificultad a mi alrededor, por la poca iluminación del lugar, pero lo que podía ver  era que habían estanterías repletas de libros que llegaban desde el suelo hasta el techo. Pasillos y pasillos llenos de ellas.

Tenía que encontrar algo que me dijera qué era el limbo, donde estaba y como adentrarse a el... ese era el plan.

Así que, si Cupido era tan fanático de las librerías y los libros antiguos; muy seguramente debería tener algo de esa índole por aquí.

Caminando por el pasillo principal, mientras ilumino con mi candelabro, voy viendo como hay carteles que indican por orden alfabético los tipos de libros que había en cada repisa.

Camino y camino hasta llegar a la letra "L" de limbo.

Una vez ahí, alumbro los libros con la luz que generan las pequeñas llamas de fuego de las velas entre que busco algo que me ayude.

A los pocos segundos veo la dinámica con la que estos libros estaba acomodados.

Al pie de las estanterías, estaban todos los libros que empezaban con "Lu" y más arriba los de "Lo".

Así que eso quiere decir... que los "Li" estaban allá arriba. Totalmente fuera de mi alcance.

Inclino mi cabeza y miro hacia arriba, estaba demasiado alto, tanto que daba miedo.

¿Cómo mierdas iba yo a subir hasta allá?

Piensa Karla, piensa.

Toda biblioteca tiene escaleras... a menos que seas un dios con alas y puedas sobrevolarla. Con lo creo que no la necesitaría.

Pasándome la mano por el rostro, contemplo mis opciones de cómo conseguir el libro que necesitaba.

Parada en la puntita de mis pies, con el candelabro en mi brazo entendido hacia arriba y aprovechando mi visión 20/20; trato de leer los títulos de los libros en la sección "Li"... hasta que lo veo.

Allá arriba, había un libro negro con letras de plata que decía la palabra limbo.

Mi corazón se regocija al saber que lo había encontrado; pero vuelve a deprimirse al no saber cómo mierdas llegar a el.

Me quedo viéndolo desde acá abajo con tristeza; sin entender que haría ahora.

Parada como una tonta en el medio del pasillo, pensando; escucho como algo se me acerca a toda prisa en por el suelo.

Pego un grito de terror y le amenazo a lo que sea que fuera con el candelabro mientras alumbro con el en aquella dirección.

Al la luz pegarle a la tenebrosa y feroz criatura; me doy cuenta que era Dondon.

—¡Dondon, casi me matas de un infarto! —Sonrío. El pega un salto, vuela hasta mí, lo tomo con mi mano libre y éste me da un lengüetazo en el cuello. —Ya veo que te sientes mejor. —Le digo; el salta al suelo, se pone patas arriba y me deja sobarle la panza. —Pero ahora no puedo jugar, estoy pensando cómo llegar hasta ese libro allá arriba. —Señalo. Dondon mira mientras inclina su cabecita hacia un costado. —Está muy alto y no puedo tomarlo.