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CAPITULO 1

Era una tarde lluviosa de verano en 1970. Los jardines del castillo de Windsor se vestían de un verde brillante, acentuado por la lluvia constante. El joven príncipe Sasuke, heredero del trono británico, se encontraba caminando entre los arbustos, buscando un momento de paz lejos de las responsabilidades que pesaban sobre sus hombros. Las gotas de lluvia caían sobre su capa, mientras su mente se perdía en pensamientos lejanos, llenos de melancolía y anhelos no cumplidos.

El paisaje era de una belleza serena y majestuosa, con el césped esmeralda salpicado de flores que parecían joyas bajo la lluvia. Los árboles altos y robustos ofrecían un refugio tenue, y los arbustos cuidadosamente recortados se alineaban como guardianes silenciosos de los secretos del castillo. El aire estaba lleno del aroma fresco de la tierra mojada y el susurro constante de la lluvia sobre las hojas.

De repente, una risa melodiosa rompió el silencio de la tarde. Sasuke giró la cabeza, intrigado. Allí, bajo un gran roble, una joven mujer se reía, ajena al mundo. Su cabello rosado mojado caía en cascada sobre sus hombros, y sus ojos verdes brillaban con una chispa de alegría que Sasuke no había visto en mucho tiempo. Su piel era clara y suave, sus labios rosados y delicados, y la elegancia natural con la que se movía hacía que todo a su alrededor pareciera menos hermoso en comparación.

-¿Quién se atreve a reír bajo esta tormenta?-murmuró Sasuke para sí mismo.

La joven levantó la vista y sus ojos se encontraron con los de él. Vestía un sencillo pero elegante vestido blanco, que se adhería a su figura debido a la lluvia, resaltando su delicada silueta. El vestido, mojado y pegado a su cuerpo, parecía más un atavío etéreo que real, realzando aún más su inigualable belleza.

-¿Disfrutando de la lluvia, alteza?-preguntó Sakura, con una sonrisa juguetona. Su voz era suave, pero llenaba el espacio entre ellos con una calidez que Sasuke no había sentido en años.

Sasuke sintió un calor extraño en su pecho, una sensación que hacía tiempo no experimentaba. La melancolía que albergaba su corazón se disipó como la niebla al amanecer.

-Más bien, maravillado por una visión encantadora- respondió, incapaz de apartar la mirada de ella. La presencia de Sakura iluminaba incluso el día más gris, y Sasuke se sintió inexplicablemente atraído por ella, como si el destino mismo los hubiera reunido.


Puccalovelin 

The Royalty Don't CryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora