Después de la boda de Sakura, la vida de Sasuke se convirtió en una serie de fiestas y encuentros efímeros. El príncipe, con el corazón roto, buscaba consuelo en las distracciones que ofrecía la alta sociedad: alcohol, música, y la compañía de mujeres que intentaban, sin éxito, llenar el vacío dejado por Sakura. Las noches se alargaban y los días se desdibujaban en una bruma de dolor y decadencia.
El cambio en el comportamiento de Sasuke no pasó desapercibido para la reina Mikoto. Desde su posición de madre y reina, observaba con creciente preocupación cómo su hijo se deslizaba por una pendiente autodestructiva. Las juergas nocturnas, las mujeres desconocidas, y la mirada vacía en los ojos de Sasuke eran señales alarmantes de un príncipe que había perdido su rumbo.
-Debemos hacer algo, Fugaku- dijo Mikoto una noche, dirigiéndose a su esposo, el rey. -Sasuke se está destruyendo. No podemos permitir que continúe así.
Fugaku asintió solemnemente-¿qué propones?
Mikoto reflexionó por un momento.
-Es hora de que Sasuke contraiga matrimonio. Necesita una compañera que le devuelva la estabilidad y el propósito. Alguien que sea digna de su posición y que pueda ayudarlo a encontrar de nuevo su camino.
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La reina Mikoto fijó sus ojos en Hanabi Hyuga, una joven noble conocida por su belleza, elegancia y su intachable linaje. Hanabi era todo lo que se esperaba de una futura reina: refinada, educada y, sobre todo, completamente devota a sus deberes. Mikoto creyó que Hanabi sería la persona ideal para ayudar a Sasuke a superar su dolor y encontrar una nueva dirección en la vida.
Con esto en mente, Mikoto organizó una reunión en el palacio, una elegante cena que permitiría a Sasuke conocer a Hanabi en un ambiente controlado y apropiado. La noche de la reunión, el palacio resplandecía con luces y decoraciones, reflejando la grandeza y la esperanza que la reina tenía para el futuro de su hijo.
Sasuke, aunque reticente, aceptó asistir por respeto a su madre. Al entrar en el gran salón, sus ojos se encontraron con los de Hanabi. La joven, con su largo cabello oscuro y sus ojos perlados, era indudablemente hermosa. Su porte y elegancia eran innegables, pero Sasuke no pudo evitar sentir una distancia fría e insuperable entre ellos.
A lo largo de la velada, Sasuke y Hanabi conversaron educadamente. Hablaron de temas triviales, de la política y las artes, pero no hubo chispa, no hubo conexión. Sasuke la llevó a pasear por los jardines del palacio en varias ocasiones, intentando encontrar algo en común, algo que le hiciera sentir lo que había sentido con Sakura. Pero cada vez que lo intentaba, solo encontraba aburrimiento y desinterés.
-Hanabi es perfecta en todos los aspectos- pensaba Sasuke-pero no es Sakura
Y es que podrían existir millones de mujeres perfectas para el puesto de princesa y futura reina pero ninguna seria Sakura, y es que en su corazón, ella era la única digna de ser su reina.
PUCCALOVELIN

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The Royalty Don't Cry
Hayran KurguLa verdadera historia de amor es la de Sakura y Sasuke