The Royalty Don't Cry

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Desde aquel primer encuentro, Sasuke y Sakura comenzaron a verse con frecuencia. Sus conversaciones eran profundas, llenas de risas y confidencias. Compartían sus sueños, miedos y anhelos. Cada momento juntos se sentía como un tesoro, un refugio del mundo exterior que siempre parecía juzgarles. Sakura, hija de un noble menor, no era considerada digna para un príncipe heredero. Aunque de noble linaje, su familia no tenía el poder ni la influencia que se esperaba para un enlace real. Sin embargo, su espíritu libre, su inteligencia y su belleza incomparable hacían que Sasuke la encontrara irresistible.

Una tarde de primavera, bajo el manto de flores de los cerezos en flor, Sasuke y Sakura se sentaron en un banco apartado, ocultos de las miradas curiosas. El aire estaba lleno del dulce aroma de las flores y el sonido suave de las hojas agitadas por la brisa.

-Desearía que pudiéramos estar juntos sin que nadie nos juzgara- dijo Sasuke con tristeza, sus ojos reflejando el peso de sus obligaciones reales.

-Yo también, Sasuke-respondió Sakura, apretando su mano.-Pero sabes que nuestras vidas están llenas de expectativas y deberes.

Mientras hablaban, la conexión entre ellos se hizo más profunda. Sasuke encontraba consuelo en la presencia de Sakura, y ella sentía que, junto a él, podía ser verdaderamente ella misma. Sus corazones latían al unísono, cada encuentro llenando el vacío que ambos sentían en sus vidas.

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Un cálido día de verano, Sasuke y Sakura se refugiaron en un rincón del jardín, donde un pequeño lago reflejaba el cielo azul. La belleza del paisaje parecía palidecer en comparación con la de Sakura, quien vestía un sencillo vestido de lino que resaltaba su delicada figura.

-Hay algo que debo decirte-comenzó Sasuke, su voz temblando ligeramente-No puedo seguir ocultando mis sentimientos, lo he intentado, sabes que no soy ese tipo de hombre, pero sé que si no lo digo ahora, me arrepentiré después, Te amo, te amo mas que a mi propia vida, te amo, Sakura.

Sakura lo miró con ojos llenos de ternura.

-Sasuke, mi querido Sasuke, yo también te amo. Siempre lo he hecho y siempre lo hare, se que nuestras circunstancias hacen de esto un amor imposible, uno trágico como esas novelas que tanto que gusta leer, te amo tanto que duele, pero no importa, entiendo mi lugar y lo que nos espera en el futuro, no soy la princesa para este cuento de hadas....

-Es que es no importa, por que sin importar lo que diga mi madre o el consejo para mi tu eres mi reina.

Sin más palabras, Sasuke inclinó su cabeza y sus labios se encontraron en un beso suave y lleno de promesas. En ese momento, el mundo desapareció, dejando solo a dos almas que finalmente se habían encontrado. El primer beso selló su amor, un amor que sabían que tendrían que esconder del mundo.

Puccalovelin