Capítulo 29

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VALENTINA

Después de la ceremonia, todos acabamos en casa de Teri y Daniel, para celebrar. Nos reunimos bastante gente, mis padres, los suyos y algunos que otros amigos de las familias.

Todos volvíamos a estar juntos como en los viejos tiempos y me alegraba por ello, porque si no fuera por mi familia, estaría mucho más hundida de lo que lo estaba por Jake.

Los observé y cada uno iba a su bola.

Primero me fijé en Young y Eric quienes estaban sentados en dos sillas alrededor de la mesa, y Young comenzó a darle besitos en el cuello a Eric quien se retorcía por las cosquillas. Se veían como dos tontos enamorados. A pesar de que siempre había visto a Young como el más frío, resultó ser el más cariñoso, con la persona correcta claro estaba.

Me costaba ver como las parejas se demostraban afecto físico cada día de mi vida desde que Jake se marchó.

Joder, que bonito era todo. Y que mal me sentía al pensar en Jake. Como podríamos estar en esos momentos y no lo estábamos por las putas injusticias de la vida.

Sabía que tendría que rehacer mi vida y que algún día llegaría el momento de enamorarme de nuevo, pero no me veía capaz. No veía capaz de amar a nadie como amaba a Jake. Quizá pudiera conocer a alguien más pero ni siquiera se le iba a poder comparar con Jake.

Todo lo hacía por Jake. Porque él me lo pidió sino no hubiera seguido con mi vida y me hubiese enterrado con él. Pero debía seguir por él.

En fin, intentaba pasármelo bien en esa fiesta pero no lo lograba, como me pasaba en la mayoría de los planes los cuales hacía con quien fuese. ¿Me sentía a gusto? Sí. ¿Pero me faltaba algo? También. Me faltaba él. Si él estuviera todo sería perfecto.

Hubo un momento en el que me largué a la cocina a por algo para tomar pero entonces allí vi a alguien, a Teri. Ella estaba con el portátil sentada en uno de los banquillos apoyada con las manos y el portátil en la encimera.

—¿Qué haces? —me coloqué a su lado mirando la pantalla.

—Oh, hola Val. —aún me jodía que me abreviaran así porque es como lo solía hacer Jake. No podía hacerle nada porque no era el único que lo hacía pero me recordaba demasiado a él.

—Estoy trabajando en mi primera canción —me comentaba muy ilusionada. —¿Quieres escuchar cómo suena?

Teri me estuvo enseñando la base de lo que iba a ser su primera canción. Me alegré un montón por ella. Tenía muchísimo talento y sabía que tarde o temprano iba a llegar su oportunidad.

La vida era así, cosas buenas y cosas malas, y con el tiempo me fui dando cuenta que daba igual lo bueno o malo que fueses en la vida porque era exactamente eso, una ruleta de la suerte, una lotería que te podía tocar o tal vez no.

Aunque a veces sí que se puede trabajar para acercarse a la suerte final como Teri hacía con la música pero había veces que las personas no podían elegir su propio destino. Jake no pudo hacerlo.

Jake no eligió su destino, simplemente le tocó vivirlo. Y aunque aún doliera, acepté que la vida es caprichosa e impredecible.

—¿Cómo estás? —me preguntó de la nada sacándome de mis pensamientos. No solía hablar con casi nadie sobre este tema porque para todo el mundo solía ser tabú pero al preguntarme ella, sentía que necesitaba expresarme.

—Le echo mucho de menos. —admití mirando al suelo pensativa.

—Es normal. Piensa que él está contigo, con nosotros. —me decía lo mismo que Jake me había dicho alguna vez. —No tuve demasiado contacto con él, Val, pero lo poco que pude conocerlo, supe que era un tío de verdad. De pocos de los que quedan. —admitió y eso me hizo sentirme bien. Que hablaran bien de él era lo mejor que me hacía en esos momentos.

Con amor, Jake [EN FÍSICO: AMAZON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora