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—Me dejaste sin palabras —Changbin le tendió las llaves. —Pero ten cuidado, por favor.

—Ay, no exageres, sólo cruzaré la calle.

De esa forma, Jeongin se empezó a dirigir hacia la salida, sintiendo la mirada del mayor, se le hacía tierno la manera en que se preocupaba por él.

Mientras salía iba observando a las personas que se encontraban en el restaurante, estaba agarrando la costumbre de hacer eso, se empezó a imaginar escenarios de las personas; como sería su vida, que tal se la estaban pasando y así.

Llegó a la salida y en seguida visualizó el coche de Changbin en el estacionamiento, estaba por cruzar la calle en un paso peatonal, antes de cruzar miró a los dos lados corroborando que no había ningún vehículo. Sin más cruzó, pero estando a la mitad de la calle... Un coche se apareció de una esquina yendo hacia el pelirosa, y no parecía que tuviera intenciones de frenar. El menor no tuvo tiempo de reaccionar, quedó en shock y... Lo último, era todo en negro.

Después de escuchar el golpe Changbin no lo pensó dos veces y corrió a ver qué había pasado, sólo rogaba que no haya tenido que ver con el pelirosa

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Después de escuchar el golpe Changbin no lo pensó dos veces y corrió a ver qué había pasado, sólo rogaba que no haya tenido que ver con el pelirosa.

La gente estaba amontonada (no eran muchas pero si obstruían el paso) en la salida del restaurante, por lo que le costó llegar al centro de todo, en cuanto vió el suceso quedó pálido.

Era Jeongin, su Jeongin. A lo lejos se escuchó una ambulancia, alguna de las personas que estaban ahí la había llamado, los paramédicos se dirigieron a Jeongin y en cuanto lo estaban tomado con cuidado un oficial se acercó a Changbin, que no se alejaba del menor.

—Disculpe, no puede estar aquí al menos que tenga algún parentesco con el afectado —dijo el oficial.

—Soy su pareja, necesito ir con él al hospital —contestó sin pensarlo, sólo necesitaba estar con el pelirosa.

—Entiendo, puede quedarse —accedió el oficial.

Subieron a Jeongin a la ambulancia con cuidado con la compañía del pelinegro, que se olvidó por completo que había dejado a la familia Yang en el restaurante.

En cuanto llegaron al hospital se llevaron a Jeongin a la sala de emergencias y lo adentraron a dónde revisarían sus heridas. Unas enfermeras tuvieron que sostener a Changbin, ya que no podía entrar con los médicos, por lo que tuvo que esperar en la sala. Se sentó en una de las bancas que estaban por ahí, preocupado por el menor,  miraba su reloj y no habían pasado ni cinco minutos.

Y recordó, tenía que avisarle a el padre del menor.

Sacó su celular del bolso y marcó el número del señor Yang.

-En la llamada-

Changbin, ¿Qué pasó? ¿Por qué saliste corriendo, y Jeongin?

Señor Yang, yo... —Changbin suspiró —, Jeongin fue... Él, él tuvo un accidente, en cuanto cruzó la calle un coche... Usted sabe —la voz del menor sonaba frágil.

El Aprendiz Gay [Jeongbin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora