POV Chiara
Durante la mañana había intentado comunicarme con Violeta sin éxito. La había llamado, le había enviado mensajes y no sabía nada de ella. A pesar de convivir en la misma casa, desde que desapareció la noche anterior, no he conseguido verla y mi cabeza no para de dar vueltas. El beso había torcido todo entre nosotras, pero no puedo decir que me arrepienta porque en ese momento sentí que era lo que necesitaba. El mundo a mi alrededor se desvaneció dejando solo la presencia de Violeta en aquella estancia. Sentí como una corriente eléctrica recorría mi cuerpo, cada fibra nerviosa con una anticipación casi palpable. El primer contacto de nuestros labios fue suave, casi tímido, como si estuviéramos explorando un terreno desconocido y sagrado. La calidez de su piel contra la mía se sintió inmediatamente, transmitiendo una sensación de intimidad y conexión difícil de expresar con palabras. Nuestros labios se encontraron produciendo una mezcla perfecta de suavidad y firmeza, como si estuvieran hechos para encajar.
A medida que el beso se profundizó, una oleada de emociones me invadió por completo. Sentí una mezcla de deseo, ternura y una profunda sensación de pertenencia. Por un instante, nada más importo, sólo el momento que estábamos compartiendo. Nuestras respiraciones se sincronizaron, y cada inhalación se llenó del aroma de Violeta, un perfume que quedó grabado en mi memoria y que va a ser difícil de olvidar.
Cuando nuestros labios finalmente se separaron, sentí un vacío enorme. Nuestros ojos se encontraron durante escasos segundos, y en ese intercambio silencioso, nos dijimos mucho más de lo que cualquier palabra podría expresar. Durante aquel beso sentí que ambas guardamos algo en nuestro interior que no podemos expresar con palabras.
Llevaba todo el día encerrada en este piso como me había pedido el guardaespaldas que reemplazaba a Violeta mientras ella no estaba y estaba completamente desesperada sin tener noticias de ellas.
POV tercera persona
Todo lo ocurrido la noche anterior desmontó las barreras que la pelirroja se había prometido construir, y necesitaba pensar para poder aclararse. De madrugada, Violeta entró cuidadosamente en el apartamento de la cantante con la esperanza de poder evitarla unas horas más, pero no esperaba encontrarla durmiendo en el sofá. Se veía tan tierna con esa expresión relajada que no aguantó las ganas de acercarse para observarla de cerca. Quería acariciarla y abrazarla fuertemente contra su pecho, sentirla nuevamente, pero no podía, se lo había prometido a sí misma.
Violeta miró a Chiara con una mezcla de firmeza y tristeza en sus ojos cuando esta se despertó. Sabía que este momento llegaría, pero enfrentarlo resultaba mucho más difícil de lo que había anticipado. Chiara, sentada frente a ella, mantenía una expresión expectante, sin saber exactamente qué esperar.
— Violeta, ¿estás bien? ¿Se puede saber dónde has estado? Me tenías preocupada. — se acercó a la pelirroja pero esta dio un paso atrás.
—Chiara —comenzó Violeta, tomando una profunda respiración para calmarse—, tenemos que hablar.
El corazón de Chiara se aceleró. Había sentido la tensión creciente entre ambas, una tensión que iba más allá de la mera profesionalidad. Pero, aun así, nunca esperó que Violeta tomara la iniciativa de hablar al respecto.
—Claro, Violeta. ¿Qué sucede?
Violeta apartó la mirada por un momento, organizando sus pensamientos. Quería decirlo de la manera correcta, sin dejar espacio para malentendidos.
—Mira, Chiara, nuestra relación se ha vuelto... complicada. Hemos cruzado una línea que, francamente, no deberíamos haber cruzado.
Chiara frunció el ceño, sin entender del todo.
—¿A qué te refieres?
—Me refiero a que hemos dejado que lo personal interfiera con lo profesional. Y eso es peligroso, tanto para ti como para mí. Yo soy tu guardaespaldas, y mi única preocupación debería ser tu seguridad. Pero últimamente, he estado pensando en cosas que van más allá de mi deber.
Chiara sintió un nudo en el estómago. Sabía que había una conexión especial entre ellas, algo que había crecido con el tiempo. Pero no había considerado las posibles consecuencias de ello.
—¿Estás diciendo que no podemos ser... amigas? — dudó en el término que podía usar para definir lo de ambas.
—No es eso, Chiara. Claro que me importa tu... amistad. Pero en nuestro caso, esa cercanía puede distraerme, y no puedo permitirme el lujo de estar distraída. Mi prioridad es protegerte, y para hacerlo bien, necesito mantener una distancia profesional.
Chiara miró a Violeta, tratando de encontrar las palabras adecuadas. Ella entendía las preocupaciones de Violeta, pero también sentía que alejarse emocionalmente no era la solución.
—Entiendo lo que dices, Violeta. Pero... somos humanas. No podemos simplemente apagar nuestros sentimientos.
Violeta suspiró, agradecida de que Chiara estuviera dispuesta a hablarlo en lugar de enfadarse o decepcionarse.
—Lo sé, solo quiero que intentemos mantener nuestra relación estrictamente profesional. Necesito que nos enfoquemos en lo que debemos hacer.
Chiara asintió lentamente, procesando lo que Violeta decía. Sabía que sería difícil, pero también entendía la lógica detrás de sus palabras.
—Está bien, Violeta. Haré mi mejor esfuerzo para mantener las cosas profesionales, pero, por favor, no te alejes de mí completamente. Tu amistad es importante para mí.
Violeta sonrió, aliviada. Hablar de esto había sido un peso enorme sobre sus hombros, y la respuesta de Chiara le daba esperanza de que podrían manejar la situación.
—Gracias, Chiara. De verdad que necesito que entiendas lo crucial que es mantener nuestra profesionalidad mientras estoy de servicio.
Chiara extendió la mano y Violeta la tomó, sellando así un nuevo acuerdo entre ellas. Ambas sabían que no sería fácil, pero estaban dispuestas a intentarlo por el bien de su seguridad y su amistad.
A partir de ese momento, Violeta y Chiara se esforzarían por mantener una relación estrictamente profesional. A pesar de las dificultades y los momentos en que sus emociones intentaran interferir, se apoyarían mutuamente, conscientes de que, al final del día, lo que realmente importaba era la confianza y el respeto mutuo.
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Este capítulo es cortito, pero necesario para seguir con la historia.
Qué tal si me dicen qué os gustaría que pasara a partir de ahora?? Tal vez podemos construir entre todos esta historia!!
Muchas gracias por leer la historiaaaa!!!!!
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La guardaespaldas
FanfictionLa cantante Chiara Oliver se ha visto involucrada en varios acontecimientos incómodos en los últimos meses, por lo que su equipo ha decidido contratar a una guardaespaldas para llevar a cabo la difícil tarea de mantener a salvo la reputación de la a...