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JUANJO

Esta noche no he podido descansar demasiado, Martin no ha parado de tiritar, he tenido que salir a por una sudadera y taparlo no solo con la colcha de su cama, sino también con la de la mía. Y aún así seguía diciendo que tenía frío.

Ayer cuando volvimos de los ensayos ya estaba con fiebre, y Noe le dio un Paracetamol para intentar que le bajara un poco antes de irse a la cama.

No ha sonado la alarma todavía , aunque no creo que quede demasiado. Martin tose a mi lado varias veces y vuelve a hacerse una bola acurrucado a mí lado mirando para la pared, y yo paso mis brazos a su alrededor intentándo que se sienta mejor.

- ¿Cómo estás?

- Mal- dijo Martin con voz ronca y sin moverse.

Joder, y hoy tenemos la gala, con lo contento que estaba el sábado después del segundo pase de micros ... Es una putada que se encuentre tan mal, ya la gala anterior estuvo enfermo con gastroenteritis, y ahora la fiebre...

- Martin, voy a ir a hablar con Mar, ¿vale? y te preparo un café para que te tomes alguna pastilla.

- No quiero desayunar- dijo Martin haciéndose más bola todavía.

- Algo tienes que tomar, me da igual- dije levantándome.

Estuve hablando con Mar, la recepcionista, y le comenté que Martin seguía con tos y fiebre, que se había pasado toda la noche con frío. Y me dijo que iba a hablar con Noe y ahora nos decía.

Martin terminó tomándose obligado por mí un trozo de tostada y medio vaso de café, no sin poner cara de asco cada vez que se metía algo en la boca.

- No puedo más- dijo tirado encima de la mesa de cocina.

- ehh, oye venga, vente- digo mientras hago que se levante y lo acompaño al sofá para que se eche.

- Pero tenemos clase con Mamen

- ¿Tú cree que puedes atender tal y como te encuentras? No has pegado ojo esta noche Martin- le digo sentado a su lado.

Cojo una manta de las de la terraza y se la echo por encima, además de ponerle todos los cojines a su alrededor. Parecía como estuviera en un nido de nubes de algodón, y le sonreía con los ojos achinados.

No pude resistirme y me tumbé encima suya, con cuidado de no aplastarlo demasiado, suficientemente mal se encontraba de por si.

- Odaaaa- digo juntando mi cara a la suya, escondidos entre cojines, dándole mil besos por toda la cara mientras él se dejaba.

- Me voy a curar- me dice en un susurro

- Te vaz a curad vale?- sigo diciendo con voz de bebé.

Me pasó un rato acariciándole la cara, el pelo y mirándole a los ojos, mientras el se ríe.

- ¿La quieres?- me dice mostrándome una pulsera de las que nos regalan las fans con su nombre.

Yo no me lo pienso, cojo la pulsera de su muñeca y me la pongo yo en la mia.

- Para que vaya a clase contigo- me dice.

- ohhhh

Son este tipo de gestos lo que hacen que no pueda dejar de querer pasar cada momento del día a su lado, y más si se encuentra enfermo, necesita mimos, mis mimos...

Me podría quedar el día entero allí entre los cojines, haciéndole carantoñas a Martin, pero al levantar la cabeza y mirar el reloj me sorprendo.

 - Ostias, ¿ya son y 25?- digo volviendo a mirar a Martin- tengo que irme.

El destino, tras las cámaras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora