El destino, tras las cámaras.

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MARTIN

- ¿Sabéis que están teniendo Violeta y Salma?- dice Kiki refiriéndose a la gastroenteritis

- Si!- dice Ruslana- Si lo tiene Juanjo, lo tiene Martin y lo tengo yo.

- Lo ibais a tener igual- dice kiki

- Ya, lo vamos a tener- digo haciendo una mueca- Juanjo ha potado esta mañana después de Violeta.

- Nooo- dice Ruslana estresada.

Hoy hay gala, y varios de nosotros nos hemos levantado con mal cuerpo, Violeta y Salma han estado esta noche vomitando, Ruslana dice que ha estado varias veces en el baño con la barriga suelta, y yo no he parado de dar vueltas en la cama. No he dejado dormir a Juanjo por los retortijones que tenía. Ha estado toda la noche pendiente de mí. Aunque sé que él no se encontraba mucho mejor que yo, lleva toda la semana con el virus, y esta mañana cuando se levantó para ayudar a Violeta terminó también vomitando.

Rus se quedó en el sofá durante la clase de Mamen porque empezó a dolerle bastante fuerte la barriga, y Juanjo se fue a mitad de la clase, me hubiera gustado ir detrás de él, pero no quería que me llamaran la atención. En cuanto sonó la campana salí disparado hacía el sofá donde Juanjo se encontraba tirado.

- ¿Te duele mucho?- le dije preocupado, a lo que me contestó asintiendo.

Según fue pasando el día, Juanjo fue encontrándose mejor, y yo al revés, iba sintiéndome peor, el malestar que tuve anoche empezó a aparecer antes de la hora de la cena.

- No he merendado nada- le digo a Juanjo.

- Yo no tengo hambre- me dice Juanjo haciéndome una mueca.

- Estoy con la tripa mal, ¿eh?- digo mirándolo preocupado- tengo eructos todo el rato

- Así empecé yo- me dice mientras se muerde las uñas.

- Loz dedoz- le regaño, y él deja de morderse las uñas riendo.

Estuvimos un rato sentados en la terraza, y el dolor de barriga no hacía más que aumentar, eso hacía que me pusiera más nervioso, porque la gala era en unas horas, y no quería fallar por culpa de una indisposición física. Mientras los demás cenaban yo seguía hecho una bola en el sofá de la terraza con una manta.

- ¿No quieres nada?- me dijo Juanjo viniendo a ver como estaba

- Me duele la tripa- conseguí decir

- Vente anda, y tomas un caldo caliente aunque sea.

Me fuí al baño de nuevo después de cenar, y esta vez, después de varios intentos esta noche, sí qué empecé a vomitar, las lágrimas me caían por las mejillas, en menos de una hora nos íbamos para plató y yo estaba allí, sobre un retrete echando hasta mi primera papilla.

- ¿Martin?- escuchó gritar en los baños a Juanjo y Ruslana- ¿dónde estás?

Escuché como abría cada puerta de los baños, hasta que llegaron a la que yo había cerrado con pestillo hace un momento. Escuché como aporrearon la puerta sin parar.

- Martin abre de una vez joder- dijo Juanjo con voz desesperada.

- Ahora, un momento, que estoy potando- dije limpiándome con un papel la boca, sin retirarme del retrete.

- O abres ahora mismo o echo la puerta abajo, tú sabrás- dice Juanjo

- Sabes que es muy capaz- dijo Ruslana.