El destino, tras las cámaras.

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JUANJO

¿Sabéis esa sensación de que estás atacado de los nervios y te picas por cualquier cosa? Así llevamos Martin y yo toda la santa tarde. Uno de los primeros pique que hemos tenido ha sido en maquillaje, cuando me ha dicho que la ropa estaba bien pero que la esperaba más guay, le di un manotazo cuando intentó agarrarme de la cintura para que no me fuera antes de que fuera detrás mío diciéndome que era broma.

- Que no se pasen- dice Ruslana a Martin refiriéndose a las tostadas que este le estaba preparando.

- Oye, encima que te hace el chaval las tostadas, con exigencias- le digo a Rus defendiendo a Martin en broma

- Maaadre mía- dice Rus

- Hombre, hombre por favor, a quien se le ocurre...- sigo picándola

- Pues como tú, también hablas con exigencias- me dice Martin.

- ¿Cómo? ¿Qué lo que yo hago son exigencias? Mira...mira, de verdad.

Se que lo está diciendo para picarme, pero es que estoy muy nervioso esta noche, y cualquier cosa me hace saltar, y si me quiere picar lo va a conseguir y bien rápido.

- No estoy hablando de eso- dice Martin

- ¿De qué hablas entonces?- le digo mientras sigo haciéndome la merienda

- De las formas, repentinas, sin precedentes, mirando con todo amor....¿vale o no vale?

Yo lo ignoro mientras va diciendo todo aquello, sé que está de guasa, se que lo dice para picarme y jugar, pero él sabe también que estoy atacado, y que ese tema es un poco peliagudo, y que hace unas semanas me afectó muchísimo, el que pudieran pensar de mi por las formas que tenía de hablar y tratar a los demás.

- Vale- le digo para que me deje tranquilo, ya que no para de perseguirme y no me deja pasar hacía la mesa, interponiéndose delante mía, mirándome con una sonrisa con sorna.

- Eso no es un vale de verdad- me dice Martin intentando cogerme la mano cuando me voy para la mesa- Que es broma Juanjo, te lo juro, yo te amo.

Yo sigo ignorándolo, centrando mi atención en la tostada y el café, sin mirarlo ni decirle nada.

- Eh!!- me grita Martin, haciéndome levantar la cabeza.

Martin no grita jamás, me sorprende que haya levantado la voz de pronto, por eso le miro entrecerrando los ojos. Parece que se ha mosqueado porque no le contesto y le ignoro, pero es que de verdad que estoy atacado y no tengo ganas de jugar.

- ¿Qué os pasa maños?- dice Naiara riendo y mirándonos de reojo.

- No lo sé, ni lo quiero saber- dice Ruslana desde la cafetera.

- Chicas, estáis un poco raras- dice Nai- actuáis un poco extraño, si os gustáis liaros.

Cuando escucho a Naiara hago rodar mis ojos mientras sigo merendando en silencio, ella siempre intentando que le de un beso a Martin en cámara, se agarra a cualquier momento en el que ve la oportunidad, como cuando Martin salió al teatro cuando fue favorito...que turra nos dio en el baño. Cuando termino voy a hacerme una tostada más y mientras la meto en el microondas para que se derrita el queso, voy bailando mi coreografía hacía la mesa donde están los otros.

- Estira la espalda- me dice Martin

- Eh.... estira tuuuu, la chota- digo contestando no de las mejores formas molesto, me lo ha dicho treinta veces ya hoy, y le había dicho la última vez que parara, por lo que no me aguanté las ganas de pararlo, aunque se molestara por la contestación.