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JUANJO

Tanto que me han tachado siempre de ser duro e insensible... la visita de hoy ha demostrado que no lo soy. Hoy han venido a hacernos una visita dos chicas de la Fundación Pequeño Deseo y nos han traído "los kits de los superpoderes" de recortables que tendremos que hacer para regalarselo a los niños que están hospitalizados con enfermedades graves y necesitan fuerza para pasar una prueba médica, o un momento complicado hospitalario.

Nos cuentan el trabajo que hacen con los hospitales para cumplir los deseos de estos niños tan enfermos, y nos hacen ver la motivación y la alegría que estamos repartiendo a estos niños que nos siguen por las redes sociales. Nos entregan una varita con una estrella en la punta, la cual suelen entregar a los niños, y les dicen que haciendo uso de ella se les cumplirá su deseo.

Pensar en el impacto emocional que dicen que estamos transmitiendo a esos pequeñajos me destroza por dentro, hace que me emocione y se me salten las lágrimas en mitad de la charla cuando Noe nos dice que somos motivación y alegría para muchos niños, su Safe place. Martin se me abraza mientras me limpio algunas lágrimas que siguen escapandose al escuchar anécdotas de los niños enfermos.

Mientras algunos compañeros van a hacerse un café, yo no consigo calmarme ni recuperarme emocionalmente y me tumbo en el sofá para intentar relajarme. Martin se tumba en el sofá de al lado pegando su cabeza a la mia, poniendo su cara frente a la mia y acariciandomela, intento ayudar a que me tranquilice.

- Tranquilo, es bonito que estemos ayudando a esos niños de alguna forma, no estés triste- me dice al oido mientras me da varios besos en la mejilla.

- Ya, pero...es que no puedo- le digo en un susurro.

Nos quedamos los dos tumbados boca arriba mirando al techo con la mirada perdida, y nuestras cabezas unidas, y cuando Noe pasa a nuestro lado se nos acerca y me acaricia la cara.

- ¿Estáis bien? - nos pregunta.

- Si- le digo con la voz entrecortada, intentando que no salga un llanto.

- Sois muy afortunados- nos dice

- Esque no puedo- susurro sin moverme mientras se escapa una lágrima.

Finalmente me levanto y me tumbo encima de Martin, me da igual todo, me da igual las camaras, en ese momento solo pienso que lo necesito lo más cerca posible mio.

- Te quiero- le susurro muy bajito

- Y yo más- me dice él también en el mismo tono

- Que pena tio- le digo mordiéndome el labio y aun con picor de ojos

- Y nosotros con tonterías todo el día- dice Martin sin dejar de mirarme

Y tiene razon, nos rayamos la cabeza por una mierda de canción, cuando estamos haciendo lo que más nos gusta en esta vida, cantar en un escenario. O peleándonos por qué no ponemos un lavavajillas o no sacamos una lavadora... Cuando hay niños que de verdad están pasándolo mal en su vida encerrados en un hospital.

Noe tiene toda la razón del mundo, somos muy afortunados de estar donde estamos, un sitio donde hay tanta gente trabajando para que 16 personas vivamos a cuerpo de rey y no nos falte nada. Cualquier cosa que queremos la tenemos casi en el momento.

- Siempre empiezo igual la semana- dice Martin, y recuerdo la conversación que tuvimos ayer en las duchas

- Pero eso es porque te lo has metido aquí- digo tocándole la frente con la varita- Martes y Miércoles siempre estás jodido, y es ya rutina

El destino, tras las cámaras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora