El destino, tras las cámaras.

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MARTIN

Estamos los dos sentados uno al lado del otro, llevamos un rato sentados en el sofá de la sala de Abril y ni nos rozamos ni nos miramos. Él con una guitarra en la mano y yo con los bongos. No estamos tocando realmente, estamos así sobre todo por tener las manos ocupadas y por hacer algo, ya que es muy incomodo el estar juntos y no interactuar. Todo ha venido cuando hace un rato estábamos tumbados en el suelo charlando, y ha salido el tema de la gira, y Juanjo ha dicho "Van a salir ostias de ahí, ya verás, me va a encantar... beber! ahhh" Al escucharlo me ha removido algo por dentro y me he quejado a lo que él me ha respondido que no sea tan sano, y yo me he picado pensando que me había llamado soso.

Yo soy una persona a la que no le gusta el alcohol, pero no por algo en especial, sino, que no me gusta el sabor por un lado, y por otro, no me gusta la sensación que te deja al perder el control de tus capacidades, esa desinhibición que altera tu forma de ser.

No es la primera vez que Juanjo comenta que a él le encanta el salir de fiesta, tomarse unas copas, o estar de tardeo con sus amigos tomando cañas y pipas en el bar del pueblo. Yo en cambio prefiero salir a pasear, o a sacar fotos... no se, planes que no tengan que ver con estar en un bar tomando algo.

Juanjo termina por dejar la guitarra a un lado y se me queda mirando fijamente a los ojos, lo que ha cambiado este chico, antes no era capaz de comportarse de esta forma. Yo también me quedo mirándolo hipnotizado, aunque estemos picaos no puedo evitar caer en las redes de esos ojos que embelesan.

- Hola- le digo sin hacer ningún gesto.

- Hola- dice él cogiendo los bongos y quitándolos de mis manos.

Yo automáticamente me dejo caer sobre sus piernas tapándome la cara.

- ¿Qué te pasa?- me dice

- ¿A mí? Nada, ¿Y a tí? - el me niega con la cara sonriéndome- Que nos picamos por nada, eso nos pasan- digo pensativo- tengo que empezar a llevar mejor el que tu bebas y yo nada, o yo beber más.

Juanjo se ríe al escucharme. Me conoce realmente bien y mi comentario ha tenido que ser bastante chistoso en su mente, sobre todo si ha intentado imaginarse a un Martin borracho... algo bastante improbable.

- Vamos a tener conflictos con eso- digo elevando mis cejas- cada uno que haga lo que quiera y yasta.

- Es que ni que yo bebiera aquí...ni que fuera alcohólico- me dice con tono molesto mientras me acaricia el flequillo- es que...estás...

- Pero que yo no digo eso.

En realidad a lo mejor le estoy dando más vueltas al tema de lo que debería. No tiene porque ser malo que se tome una cerveza o una copa cuando sale, al fin y al cabo la mayoría de las personas lo hacen, y yo no soy nadie para decirle lo que tiene que hacer o no. Aunque me ha dolido un poquito que crea que lo vea como un alcohólico.

- No he dicho eso en ningún momento.

- Ya...pero

JUANJO

Menudo día que llevo, una puñetera montaña rusa, primero la discusión con Rus en el desayuno, después cuando nos disculpamos, más tarde mi declaración de amor a Martin en las notas que tomé en mi libreta, después de comer Martin llorando por los bollos, y ahora aquí los dos picados el uno por el otro por la mierda de siempre, por sacar el tema del alcohol. Me parece tan absurdo que se enfade por algo así cuando no me ha visto jamás de fiesta... que me tome alguna copa o alguna cerveza no significa que siempre que salga me coja un pedo del siglo, no soy un borracho.