KAKAROTTO.

Kakarotto vs Piccoro

Se repitió el cuento de la noche anterior así como la mañana que le siguió, es decir, Kakarotto amaneció con el cuerpo adolorido debido a que las dos mujeres realmente parecían animales totalmente hambrientos peleando por un trozo de carne jugoso.
Claro que él saiyajin podía soportarlo, pero entre el lenguaje... particular de Lunch y lo perversa que era Bulma, debía admitir que preferiría ir de una en una.
En fin, a la mañana siguiente estaba listo ya para el combate más importante desde que llegó al planeta.

Como siempre, el guerrero de clase baja se levantó con cuidado para no despertar a sus dos amantes y luego ir a desayunar. Para no perder la costumbre, investigó que no hubiese ningún rastro de Roshi y Oolong cerca de las ventas o las puertas.
Recién pudo soltar un quejido por su espalda cuando salió, ya que las dos mujeres habían sacado lo mejor de él la noche anterior, dejándolo agotado.

Kakarotto: -Ugh- Ayyyy.... tengo que dejar de hacer eso un rato, por más que me duela admitirlo no puedo con ellas dos al mismo tiempo.

Era impresionante que alguien como él tuviese dificultades para manejar a dos terrícolas, después de todo el ya tenía bastante experiencia en este ámbito, pero dos mujeres así pudieron ganarle.
Eso con práctica ya lo superaría, ahora lo importante era superar en combate a su enemigo, Piccoro Jr. Estaba convencido de que podía ser la pelea que venía buscando, ya que contra Piccoro Daimaku se vió forzado a escapar cuando lo conoció, luego lo humilló con un poder de 7.000.
Como para no perder la costumbre, bajó al área del desayuno, donde la recepcionista siempre le coqueteaba, y aunque estuviese encantado de andar un par de noches con ella, ahora tenía otras prioridades.
Como siempre, el desayuno lo tomaba con el maestro Roshi con quien, debía admitir, se sentía cada vez más a gusto. Salvando las distancias, ese hombre era algo cercano a lo que él aspiraba a ser, un guerrero sabio y conocedor de cada aspecto de combate, pero obviamente a una escala infinitamente superior, y seguramente jamás tendría ese deseo de ver chicas tan desesperadamente, sus prioridades siempre eran otras.

Horas después:

En el templo del torneo de las artes marciales ya se podía escuchar como la multitud coreaba los nombres de los participantes de la final, aunque claramente eran los nombres dados para anotarse.
El participante Son Goku había estado esperando el momento en el que lo nombrasen para salir a dar la cara, pues quería dar un gran espectáculo.
Claro que no era como que le importase mucho el torneo, pero quería que todo el mundo lo viese derrotar a la reencarnación se Piccoro (llegados a ese punto, aun no entendía como la gente no se daba cuenta de que era prácticamente un clon de ese demonio verde).

Cuando el anunciador y referí del torneo anunció con emoción su nombre falso, Kakarotto se tronó el cuello un poco para luego dirigirse a la plataforma.
Al llegar, su rival ya lo estaba esperando de brazos cruzados y con una sonrisa retadora en sus ojos.