Visitante del espacio.

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En un lugar apartado de todas las ciudades, más concretamente en lo que parecía ser una zona boscosa, se podía encontrar una enorme cascada que daba a un río. Era un bello día soleado en aquel ambiente rodeado de una naturaleza excepcionalmente hermosa. Los animales de la zona estaban circulando con normalidad cerca de la cascada. Todo parecía muy normal.
Nos movemos a un lugar detrás de la cascada, una cueva para ser más precisos, una que estaba bien oculta. Ahí se podía apreciar algo extraño, la cueva estaba adaptada a las necesidades de una persona. Era enorme pero por alguna razón tenía luces, una cama enorme y muchos elementos comunes de una casa, pero seguía manteniendo ese aire de naturaleza que le correspondía.
En esa enorme cama podían verse a 3 personas, un hombre y dos mujeres, obviamente hablamos de Kakarotto y dos de sus amantes.
Era evidente lo que habían estado haciendo, ya que el saiyajin estaba tapado por una sábana de cintura abajo, pero sus acompañantes estaban desnudas acostadas sobre él.
El guerrero de clase baja comenzó a despertarse con algo de pereza al igual que sus amantes, aunque ellas se despertaron porque él y su cola se empezaron a mover. Estas mujeres tenían el cabello azulado y rojo... eran Lunch y Suno.

Kakarotto: Hmmm... Este... seguro será un buen día.- comentó mientras bostezaba y se estiraba.

Lunch: Ay porfavor... ¿por qué nos despiertas así? Después de las últimas 3 noches no tengo fuerza.- contestó Lunch, levantándose abrazada a un hombro de Kakarotto, como en pose de suplica.

Suno: Además ya no haces más que entrenar durante el día, es aburrido.- dijo la otra levantándose de la misma manera.

Kakarotto: ¿Disculpen? Los entrenamientos también son de noche.

Suno: Bueno, admito que es verdad. Antes no podías aguantar dos al mismo tiempo. Tal vez sí aprendiste algo en estos 5 años.

Kakarotto: Ja. Ahora diría que son ustedes las que no pueden aguantar conmigo.

Minutos después:

Vemos que Kakarotto estaba recostado sobre una de las paredes de la cueva, la más alejada de la cascada. El suelo estaba húmedo y mojado así como toda la cueva, pero al parecer no le importaba.
Mientras que él sólo miraba el techo, sus dos amantes estaban sentadas en una mesa jugando con unas cartas, ambas aún desnudas. Las cartas tenían las caras de Piccoro y el antiguo rey Furry, el perro que gobernaba la tierra y que actualmente volvía a ser el soberano.





 Las cartas tenían las caras de Piccoro y el antiguo rey Furry, el perro que gobernaba la tierra y que actualmente volvía a ser el soberano

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Kakarotto: .... (Ya han pasado 5 años desde la pelea con Piccoro. Usé las esferas 3 veces y entrené todas mis técnicas. Realmente no sé cómo seguir...)- pensaba con la vista perdida.

KAKAROTTO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora