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Prólogo

Lo ha llegado a detestar al principio, pero, al poco tiempo, empezó anhelar lo que no tenía. A envidiar lo de otro. A querer robar lo de alguien más.

El joven peliverde de nombre Izuku, que tanto desea robar para sí mismo, llega a la puerta de su casa y él es primero en abrir la misma, se sonroja un poco, con una linda sonrisa recibe al chico con él que ha estado enamorado desde hace tiempo.

Izuku también le devuelve la sonrisa de manera genuina y pregunta por su novio, ignorando el saludo del otro, cosa que hizo que frunciera su ceño. Intento cambiar la conversación, invitarlo a un taza de té o algo para alejar la atención del pecoso de su hermano a gemelo a él solamente. Queria que Izuku lo viera a él también.

— Lo siento, Gogo. Pero vengo a buscar a Kacchan — Se disculpo Izuku rascándose la nuca incómodo y esquivando al cenizo para pararse en las escaleras y gritar —¡Kacchan!¡¿Estás listo!?

—¡Sube, nerd! — Gritó el otro en respuesta, pintando una hermosa sonrisa en el peliverde que subió las escaleras literalmente corriendo. Incluso se voló varios escalones para llegar rápido.

Mientras Gogo solamente se retuerce de la rabia observando como Izuku entra en la habitación de su hermano y cierra la puerta de un portazo, escuchando risitas de los dos tortolitos. Cosa que aún le daba más fastidio, debería ser él que estuviera con Izuku encerrado en esa habitación no el imbécil de su hermano mayor.

Cómo odia a su hermano Katsuki, lo detesta. "El niño prodigio" como suelen llamarlo, el perfecto y el que todo el mundo quiere. Incluso sus padres están más orgullosos de Katsuki que de su otro hijo.

Gogo siempre le ha enviado por todo, por su lindo rostro (a pesar que comparten la misma cara por alguna razón las personas lo prefieren a él) su forma de vestir, sus calificaciones, su popularidad, su éxito, ¡El guapetón de su mejor amigo!, y su ¡Caliente novio!

Gogo no sabía que karma estaba pagando de su vida pasada para ser menor que su hermano, en absolutamente todo. Incluso había elegido una carrera muy demanda, Medicina para enorgullecer a sus padres a diferencia de su hermano que eligió ser escultor.

¡Pero incluso en esa carrera tuvo éxito! Apareció en las noticias, en el periodico, en las revistas, en la radio y ¡Se hizo tendencia en internet! Tanto que el algoritmo de las redes sociales le ponían el rostro de su hermano incluso si había bloqueado cualquier cosa de él. Y todo por su talento en la escultura.

Tanto que sus padres literalmente ignoraron a Gogo, por eso este mismo enviados a su hermano, envidia la vida perfecta de Katsuki.

Quería su vida, quería ser él.

Suspiró rendido, acompañado de la soledad de aquella casa. De repente, escuchó un estruendo en el segundo piso, en la habitación de su perfecto hermano. Gogo, curioso por saber, subió hacia la recamara de Katsuki.

Quedándose en la puerta escuchando atentamente lo que pasaba adentro, sus ojos se expandieron al escuchar el chirrido de la cama y... Los gemidos de Katsuki. Se sonrojo por lo que sus oídos estaban oyendo, con sus corazón acelerado y con la curiosidad a flor de piel.

Abrió la puerta dejando está un espacio para el poder al menos asomar un solo ojo entre la apertura. Pudo ver cómo su hermano está a boca arriba con sus piernas alrededor de la cintura desnuda del peliverde, mientras tenía encima a Izuku quien no para de mover sus caderas penetrando con fuerza a su hermano.

No pudo evitar quitar sus ojos de aquella escena, Izuku se veía tan caliente, sus músculos flexionado, el sudor que corre por cada poro de su cuerpo y la forma en como se mueve era tan adictiva.

Katsuki atrajo a su novio hacia él, abrazando su cuello chocando sus labios con los del contrario. Izuku empezó a dejar chupetones en el cuello de su pareja mientras sigue penetrando, el cenizo solamente se dispuso a abrir la boca y seguir jadeando.

Y con una sonrisa sádica, fijo sus ojos en los de su hermano quien dió brinco al ser descubierto, Katsuki rió y le saco la lengua antes de gemir aún más fuerte echando sus ojos hacía atrás del placer que Izuku le estaba dando.

Gogo no lo soportó y cerró la puerta antes de salir corriendo a su propia habitación. Tuvo que taparse los oídos con la almohada para evitar escucharlos, repitiendo en su mente lo mucho que odia a su hermano. Y de cuanto desea ser él quien esté siendo penetrado por Izuku.

Ama a Izuku. Es literalmente el hombre de sus sueños, es atento, amable, cariñoso, comprensivo y muy inteligente. Su fachada de nerd y su rostro sencillo quizás no sea su fuerte, pero su cuerpo le da un plus gigante. Fornido, lleno de músculos y sus malditas cicatrices.

Era tan caliente.

Que tuvo que enamorarse del imbécil de su hermano.

Fue entonces cuando se le ocurrió la idea, robarle todo a su hermano, incluyendo a su lindo novio. Quería todo lo que él tenía y lo iba obtener a toda costa. O eso creía.

¿En qué momento empezó a llenar su corazón del veneno dulce de la envidia?

Todo comenzó cuando Izuku llegó como nuevo estudiante al último años de la preparatoria.

•••

ENVIDIA - [Dekubaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora