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Yamikumo

Nunca había estado tan nervioso en su vida, estar caminando al lado de una persona tan bonita como Gogo era algo que Yamikumo estaba considerando un privilegio. Y es que, jamas había visto un ser tan bello tanto en físico como personalidad como Gogo.

Los dos estaban caminando en el centro comercial buscando la feria de libros, el pelinegro se había esforzado un poco en verse bien y no ponerse la misma ropa negra como todos los días. El hecho de que Gogo halago su vestimenta supo que lo había hecho bien.

Era la primera vez que salía con alguien, Yamikumo no quiere pensar que era un cita, ya que no percibe que Gogo lo vea como tal. Solo es una salida entre amigos, no tiene porque ponerse rojo ni estar nervioso.

Cuando encontraron la feria, Gogo se emociono tanto que no se dió cuenta que estuvo jalando el brazo de Yamikumo en todo el evento sin dejarlo siquiera leer un libro o algo. Si él no se hubiera soltado a sí mismo quizás seguiría pegado al cenizo.

Sonrió al ver lo emocionado que estaba Gogo, tomando y dejando libros, leyendo y observando. Jamás había visto una persona tan entusiasmada, él también se quedó con un par de libros siguiendo a su paso al rubio.

Y luego llegó la hora pagar, en ese momento, Gogo buscaba apurado en sus bolsillos su billetera para darse cuenta que por estar insultando a Katsuki se le quedó en su cama.

—¡Ah, no!¡No puede ser! —gritó sin dejar de revisar sus bolsillos. Solamente para rendirse al verificar dos veces que no estaba.

—¿Paso algo, Gocchan?

—¡Deje mi billetera en casa! Ahora como voy a pagar... —dijo, con puchero triste. Estuvo apunto de devolver los libros cuando de repente Yamikumo saco una tarjeta.

—Cuenta de ahorros, por favor —le dijo a la cajera.

—¿Eh?

—No te preocupes, yo te los pago.

Gogo se sonrojo al escuchar aquello, y con una pequeña sonrisa asintió. Se fue de la feria con su bolsa llena de libros, era un sueño hecho realidad, mientras que Yamikumo con tal vez al cenizo feliz su plata no importaba mucho.

Estuvieron caminando un buen rato por el centro comercial, decidieron entrar al supermercado a comprar mecatos, Gogo se le había ocurrido la grandiosa idea de hacer una noche películas en la casa del pelinegro.

De alguna manera, Yamikumo perdió de vista a Gogo. Ya no le parecía raro, siempre que estaba saliendo juntos el rubio acostumbra a perderse sin darse cuenta. Suspirando empezó a buscar cierta cabellera ceniza, en medio de su búsqueda de encontró con alguien que no espero volver a ver.

Su primo lejano. Izuku Midoriya.

Cabe destacar que en ese momento, Midoriya no estaba en su casa antes de que Katsuki llegara. Eso fue más o menos como las seis de la tarde, el otro cenizo llegó a la casa del peliverde a las ocho dónde comenzó a quejarse de su hermano menor.

Izuku estaba en centro buscando un regalo para su lindo novio en secreto, puesto que la próxima semana era su aniversario. Quería regarle algo diferente y especial. Pero realmente, no sabía que.

—¿Izuku? —dijo Yami, comprobando si en verdad era su primo. El mencionado brincó girando para encontrase con él peligro.

—¿Yamikumo? ¡Hola! —saludo alegre, dándole un apretón de manos a su primo quien no se negó —¿Que haces por aquí?

ENVIDIA - [Dekubaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora