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Gogo

Parpadeó un par de veces, acostumbrándose a la luz que entra por la ventana de su habitación. Sus ojos lo primero que captaron fue el perfil dormido de Yamikumo.

Una sonrisa tonta apareció en sus labios al recordar todo lo que hicieron anoche, los besos, las acaricias, las linda palabras. Fue un sueño hecho realidad.
Abrazo con cariño el torso del pelinegro recibiendo como respuesta un apretón a su cintura.

Se estiró hasta agarrar su celular de la mesita de noche, eran las seis de la mañana, bastante temprano. Y algo que hizo que abriera sus ojos de par en par, fue en el chat grupal de su academia.

Anunciando el nuevo desfile de la final semestral.

Al ver los anuncios que hizo su Academia sobre el próximo desfile de modas a puertas abiertas, tanto para la gente común como para diseñadores. Se mordió el labio inferior, estuvo echándole cabeza si debería o no invitar a sus padres y por supuesto, a Katsuki.

Cómo él lo invito a sus exposiciones, pero no quería hacerlo con la intención de mostrarle que ya no es su sombra, es más, no quería ni invitarlo sin embargo, enseguida se sentía mal por pensar así.

Apagó su celular y se lo puso en la frente pegándole con él bordillo del aparato. ¿Si o no? El dilema nuevo en su vida.

Las palabras crueles pero, realistas de su hermano llegaron a su mente. Como un disco rayado. Imaginarse que su hermano mayor lo estuvo manteniendo en su sombra todos estos años, porque sabía lo que era capaz. Era una cosa inexplicable.

Se rasco la cabeza en un suspiró. Las veces que Katsuki rebajaba su talento, sus gustos... Era para mantenerse en alto.

"—¿Tú hiciste ese dibujo? Te quedó horrible".

"—¿A eso llamas moda? Parece un trapo pegado al cuerpo y ya".

"—Que feo dibujo. ¿No tienes algo más interesante que hacer?".

Esas palabras, que clavaban en lo más profundo de su corazón. Fueron la bases que lo hicieron estudiar una carrera que sus padres querían, pensaba que los iba enorgulleser. Pero, para nada, Katsuki terminó siendo el orgullo.

Aún que, no fingirá que en sus clases aburridas sacaba un cuaderno de hojas blancas, un lápiz grafito empezando a hacer bocetos al azar. Figuras humanas con diseños que le llegaban a la cabeza en aquellos momentos.

Aquellas palabras crueles no lo detuvieron de seguir dibujando. Con Katsuki... Incluso si sus padres decían que la escultura no iba llevarlo a nada, él seguía apostando a su pasión. A pesar de las discusiones acaloradas con su madre, su hermano mayor nunca desistió de su profesión.

Fue igual.

En ese momento, Gogo se dió cuenta que los dos nunca se resignaron con sus sueños. Excepto que él nunca tomo acciones para cumplirlo. Todo por la inseguridad que se había creado en su interior. Nunca fue como Katsuki, nunca pensó en levantar su cabeza y retar a las personas, al mundo, a la sociedad.

Jamás pensó en salir de la sombra de su hermano. Quizás porque le tenía miedo a las palabras de sus familiares o, por simple costumbre adquirida.

Sin embargo, Katsuki vio fortalezas en él, por eso lo mantuvo a raya.
¿Katsuki fue tan malo con él para ser siempre el centro de atención?¿Por qué vio que era más capaz que él? Cuando se fue de casa dijo que ya no estaría para opacar su brillo ¿O acaso...?

—Un segundo...

Su hermano mayor con aquellas palabras crudas, ¿Quiso...? La conversación anterior anterior comenzó a reproducirse en su mente otra vez.

ENVIDIA - [Dekubaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora