2

1.5K 255 28
                                    

Katsuki

Katsuki iba matarlos, a todos, incluyendo a su hermano por no avisarle. Ahora estaba corriendo hacia el baño de la escuela para lavarse la cara y el cuerpo entero. Gruñó sonoro al verse en el espejo del baño, estaba cubierto de slime. Iba matarlos, a todos.

—¡Maldita sea...! — Gritó observando lo pegajoso que estaba. De repente, escuchó a alguien entrar al baño, perfecto lo que necesitaba.

—¿Hola?

—¡VETE DE AQUÍ, MALDITA SEA!¡LÁRGATE! — Exclamó casi desgarrado su garganta a quien sea que haya entrado, estaba al borde de las lágrimas porque ese dia iban a tomar la foto para la graduación, habia venido perfecto para la foto.

— P-perdón... — Murmuró la voz chillona y amigable. Un chico de cabellos peliverde se mostró ante Katsuki. Este seguía mirándolo de mala manera — ¿Me recuerdas?

Katsuki alzó su ceja, buscando entre sus recuerdos a ese chico de pecas — ¿Eres el estúpido que se cayó en pleno pasillo?

—¡Si!¡Soy ese! — Se rió el pecoso entrando de relleno al baño.

—¿Que carajos haces aquí? ¡Te dije que te largaras! — Gruñó Katsuki casi que mordiendo al otro de la rabia que tenía.

— Quiero ayudarte, así como me ayudaste tú. Fuiste el único que se agachó a recoger los libros conmigo, quiero devolver el favor — Indicó el peliverde poniendo su bolso en los lavabos del baño para buscar algo.

—¿Ayudar?¡Nadie pidió tu maldita ayud---

El cenizo fue interrumpido cuando el pecoso sacó un paquete de paños húmedos, Katsuki apretó su mandíbula al ver que no tenía de otra. Acepto la ayuda del chico, demoraron un poco en quitarle todo el slime a Katsuki del cuerpo, la camisa que este había comprado se había arruinado.

Eso enfureció a Katsuki — ¡Malditos...!

— Lamento lo de tu camisa — Indicó el pecoso, de la nada se le ocurrió una idea y empezó a quitarse el suéter de lana verdoso que tenía. Asustado a Katsuki de que un chico se estuviera quitando la ropa enfrente de él.

Por un momento quedó embobado, al ver los músculos y los bíceps fornidos del peliverde, cada parte del cuerpo cubierto de pecas, las cicatrices en sus brazos era los más llamativo. Katsuki sin querer se puso rojo, ese chico, a pesar se rostro simple. Es muy guapo.

— Toma — Indicó extendiendo el suéter a Katsuki. Él no podía creerlo. Se sonrojo ferozmente, ese chico a pesar que le gritó y le dijo que se fuera se quedó ayudarlo e incluso le estaba dando su suéter para que pudiera cubrirse.

— Pero, ¿Y tú? — Respondió Katsuki totalmente expuesto y asombrado.

— No te preocupes por mí, me quedaré en camisilla. Además no se me ve mal — Dijo mirándose al espejo, Katsuki diría que se muy caliente. Solamente le falta algo.

El cenizo paso sus manos hacia su cuello quitándose el collar de oro que tenía para ponerlo en el peliverde quien asombrado por su acción, solamente sonrió — Bueno, creo que ahora me veo mejor.

Katsuki se sonrojó y luego frunció su ceño avergonzado, pegándole en hombro al pecoso quien emitió una risita. El rubio acepto el suéter y se lo puso, le quedó un poco ancho pero se veía bien. El olor a colonia del peliverde estaba impregnado, provocando una calidez extraña en Katsuki.

— ¿Tienes clases? — Preguntó el peliverde, Katsuki asintió.

—¿Y tú?

— También, ¿Vamos juntos? — Propuso, recibiendo otra asentamiento de cabeza del contrario — ¿Cómo te llamas?

El cenizo alzo un ceja confundido, se supone que todo el mundo lo conoce en la escuela ¿Este chico en mundo viva? A menos que...
— Katsuki Bakugou. Me parece raro que no me conozcas, ¿Eres nuevo?

— ¿Se nota? — Rió avergonzado, saliendo del baño acompañado del cenizo.

— Mucho, soy por así decirlo... El popular de la escuela — Murmuró Katsuki, por primera vez sintió pena de decir que era el chico más codiciado de su escuela.

— Oh, un gusto entonces — Dijo con una risita soñadora haciendo un pequeña reverencia ante el rubio tropezando sobre sus pies. A Katsuki le pareció torpe y muy nerd.

—¿Cual es tu nombre, brócoli andante? — Bromeó Katsuki sacándole un puchero al peliverde.

— Me llamo Izuku Midoriya.

— Deku — Dijo burlón, Izuku al parecer se ofendió por el apodo. Bueno, literalmente significa "inútil". Pero, Katsuki no se culpa, se escribe casi de la misma manera que el nombre del contrario.

—¡Oye!

Katsuki estalló en un risa malvada, sin darse cuenta que Izuku lo estaba observando con un brillo en sus ojos y una tierna mirada hacía él. Ambos terminaron en el mismo salón, asombrado al cenizo. Pronto Katsuki se dió cuenta que Izuku iba estar en su clase.

Por alguna razón su corazón se aceleró e incluso levantó a uno de sus compañeros que estaba detrás de él para que Izuku se pusiera ahí. Todo el mundo supo al instante que Izuku era el nuevo favorito del chico perfecto.

Katsuki e Izuku formaron un vínculo casi al instante entre ambos, sin darse cuenta de otros rubís que los observaba con total atención. Gogo supo al instante también que Izuku es muy atractivo y tuvo en cuenta también como se miraban él y su hermano.

Se desanimo enseguida, pero, el peliverde parecía ser muy bueno e incluso iba saludarlo. Nadie nunca había hecho eso. ¿Podría tener una oportunidad... De conocer a alguien más?

Katsuki como si le hubiera leído a la mente a su hermano, entre cerró sus ojos sospechando de la linda sonrisa que tenía en ese rostro parecido al suyo. Debería estar ofendido porque Izuku acaba de decir en su cara que sus ojos son más bonitos que los de él.

— Izuku... — Murmuró Katsuki a los oídos del peliverde quien dió un brinco por la cercanía —¿Que harás después de clases?

— Ah, creo que iré a la biblioteca... ¿Por qué? — Preguntó Deku con una inocente mirada.

— ¿Puedo ir contigo? — Pidió Katsuki, el pecoso se sonrojo al ver lo lindo que se veía el cenizo pidiéndole permiso de esa manera. Debía admitir que los ojos de Katsuki no solo eran la cosa más bonita que tenía.

Una parte de Izuku, que nunca había descubierto, no quería quedarse solamente con la impresión física de Katsuki sino también, que quería conocer como era, su personalidad, sus pasatiempos, sus sueños...

—¡Si! Claro que puedes venir conmigo — Dijo entusiasmado — Por cierto, ¿Me das tu teléfono?

Katsuki sonrió victorioso, sacando su celular para darle su número al pecoso y que este guardara el suyo.

—Oh, puedo preguntar algo — Comento Izuku mirando de reojo a Gogo que estaba garabateando algo en su cuaderno —¿Vas a llevar a tu hermano gemelo?

Katsuki arrugó sus cejas y gruñó por la pregunta, rodando sus ojos hacia arriba — ¿Por qué debería llevarlo? — Comento con molestia, haciendo una mueca. Sin saber que su hermano apretó el puño que tenía sosteniendo su muñeca por sus palabras no extrañas para él.

—¿Acaso no quieres pasar tiempo conmigo? — Susurró Katsuki en un tono bajito al pecoso que se puso rojo de pie a cabeza.

— No era lo que quise decir, lo decís porque son gemelos. Siempre pensé que los gemelos se seguían a todos lados...

— Pues que equivocado estás, nerd — Burló Katsuki — Entonces, ¿en la biblioteca después de clases?

—¡Si!

Y aquello solo fue el inicio de muchos encuentros entre ambos, hasta escaleras a algo más que una simple amistad, a algo mucho más íntimo e importante. Todo esto a los ojos de una persona que comenzó a guardar en su corazón, un sentimiento de celos hacia su hermano mayor.

•••

ENVIDIA - [Dekubaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora