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El día anterior, acompañado de Jack, fue a la biblioteca de la academia.
Legoshi era tutor de algunos alumnos. Se le daban bien las áreas con letras, además, le servia como una forma de despejarse y no prestar a atención a la incesante voz de su cabeza.

Aquella voz, hacia tres días que había aparecido.
Cada vez que olfeteaba un aroma, que él consideraba repugnante, la voz lo incitaba a ir a buscar a quién lo desprendía. Aunque Legoshi se negaba, sus ansias instintivas, se demostraban por la baba y la dificultad por contenerse.

Pero, desde que durmió con Louis, la voz no se limitaba a hacer presencia en uno de sus "ataques", ahora lo acompañaba todo el tiempo. Solía hacerle pequeñas insinuaciones o preguntas referentes al venado.
"¿Por qué no dejas de ser un cobarde y vas a comerte a tu presa?" Decía cada vez, que Legoshi veía a lo lejos a Louis.

-Porque, eso no está bien -le respondía entre susurros -.

"Sabes que no lo digo en ese sentido, ¿verdad?"

Legoshi considero, que aislarse no sería la solución. Tenía que acostumbrarse a la potencia de su olfato, y por ende, a todos lo olores que podía percibir.
El único problema, aparte de ese, era que cada vez se le hacia más complicado controlarse.
Era peligroso. Demasiado.

Él quería poder charlar con Louis. Hablar sin tener que huir a los minutos, o seguir "esquivandolo". Ya no le bastaba con enviarle notitas.
Meditó por bastante tiempo, que podía hacer. Al decidirse, se quedó hasta tarde en el club. Con la esperanza, de estar nuevamente a solas con Louis.

-¿Qué necesitas? -Louis, cruzado de brazos, esperaba que Legoshi se anime a preguntarle algo que él, hacia bastante tiempo que quería escuchar-

-Louis-sempai... -en voz baja, igual que su cabeza;- Habrá días que podré asistir al club, especialmente en las noches -Legoshi creyó que era mejor aclarar, antes que Louis le vuelva a enviar una advertencia-.

-¿Por qué? -cuestiono escéptico. Louis estaba parado delante del lobo. La diferencia en sus tamaños era evidente, a pesar que Legoshi se encorvaba un poco-

-T-tengo que... -todavía no pensaba con que excusarse- Tengo planes.

-¿Planes...? -Louis no le creía, pero no podía hacerle preguntas intrusivas. Legoshi podía tomarlas a mal, y... Louis evidenciaria sus celos- Claro... -Se aclaró la garganta. Cambiando de tema-. Asegúrate de poder estar presente en los preparativos para el festival. Necesitamos toda la ayuda posible.

Legoshi asintió.
Antes de irse, Louis, lo llamo por su nombre.
Le acarició la cabeza, despeinándolo.
"Te ves mejor asi" Dijo sonriéndole.
Quedándose solo, Legoshi se cubrió el rostro sonrojado. Con las mejillas ardiendo y la cola moviendose casi a la velocidad de una élice.

Louis lo miro de reojo.
Se le hizo gracioso verlo así.

Legoshi comenzó a realizar servicio comunitario en la academia.
Se ofrecía hacer guardia, ayudar en cualquier actividad. Su objetivo era ganarse la confianza del supervisor. Si lograba hacerlo, obtendría el permiso de salir de la academia con más frecuencia.

Su actitud le pareció sospechosa a Bill.
¿Desde cuando Legoshi se había vuelto tan servicial?
Lo observaba todos los días, mientras corría de un lado a otro, cargando cajas o alguna otra cosa. A pesar de notarse cansado, seguía haciéndolo.
Parecía que estaba enfermo, pues se cubría la nariz con frecuencia y evitaba a toda costa estar cerca de algún animal herbívoro...
"Qué extraño..." Pensaba Bill.

El tigre hacia bastante tiempo que no tenía la necesidad de lidiar con problemas de carnívoros.
Desde que comenzó a beber la sangre de alguna presa, todo sus problemas se resolvieron. Le daban una satisfacción única. Sentía como si cuerpo lo agradecería. Cada tejido y célula, se unía en el éxtasis de beber ese líquido. Aun más, cuando consumían la carne. Absorber los nutrientes y descomponerlo en el organismo, renovaba su fuerza vital. Sus órganos renacian.
Era la sensación que aquella droga le daba.

Él no entendía porque Legoshi se esforzaba tanto en no ceder. Sencillamente, podía aceptar sus instintos y evitar tantos problemas. Así de fácil. Entonces, ¿por qué no lo hacía? ¿Qué tenia que perder?

Bill, en un principio intento convencerlo. Mostrarle el paraíso al que tenía acceso al probar un poco. Incluso, llegó a darles un sermón revelando su secreto. Pero, en lugar de conseguir más seguidores, obtuvo una paliza por parte del lobo.

"¿Estás contento?" ¿Por qué diría eso? ¿Le molestaba tanto que haya bebido un poco de sangre? No era de ningún estudiante. De ningún conejo que asistiera a la academia.
¿Serian ciertos los rumores que él salía con Haru? Si fuese así, tendría sentido que Legoshi se enojara. Pero... ¿Y Louis? La vez que los regaño, solo lo miraba a él, no a Legoshi. Además, hacia tiempo que ellos tenían cierta cercanía, aunque desde la vez que les mostró el frasco con sangre, Legoshi evitaba a toda costa estar de él...

"¿Ellos tienen algo?" Se preguntó, Bill, mirando a Louis acercarse a Legoshi.

Amor Secreto|| Legoshi X LouisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora