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Eran las tres de la mañana.
Legoshi se despertó de golpe.
Quedó pasmado. Louis dormía a su lado, y él estaba abrazando parte de su torso y piernas.

 Louis dormía a su lado, y él estaba abrazando parte de su torso y piernas

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Louis dormía plácidamente.
Legoshi no podía creer lo que estaba pasando. Creyó que seguía soñando. Una especie de sueño vívido. No entendía como llegó a ese punto ¿Qué había pasado?

Anoche, Legoshi le pidió a Louis quedarse a domir con él. Lo más obvio, era que Louis se negara, pero no lo hizo. Aceptó sin demora.
Legoshi pensaba en dormirse sentado en la silla. Así no incomodaria a Louis.

Louis tenia otros planes.
Habrían pasado diez a veinte minutos, cuando dijo: "¿No tienes frío?" Esa fue su excusa, para que Legoshi durmiera a su lado.
¿Estaría en sus cinco sentidos? ¿Sería consciente de que decía? No del todo.

Era lo único que recordaba Legoshi.

Él prefería seguir a su lado. La calidez y reconfortancia que sentía, eran suficientes para hacerle olvidar por un momento sus problemas. Era como si... La sola presencencia de Louis, apaciguara su instinto.
Pero no dejaba de ser peligroso.
Conforme el aroma que Louis desprendía, penetraba a mayor profundidad las fosas nasales de Legoshi, el control tambaleaba.

A pesar no querer irse, tuvo que hacerlo.
Salió sigilosamente.
Evito despertarlo.

En el pasillo, apoyó su cabeza contra la puerta de la habitación. Odiando no poder controlarse; odiando su instinto carnívoro.
"¡Maldita sea!" Pensó, rechinando los dientes.
"Si no fuera por la esa sangre... ¡Esa sangre que tenia Bill, no tendría tantos problemas!" Apretó el puño, clavándose las garras en su propia palma.

Respiró profundo.
De nada servia que se lamente o estalle en ira. Ahora no era el momento.

Tuvo que volver a su dormitorio. De la misma manera que lo había hecho antes, con la diferencia que no había ningún guardia patrullando.




La alarma sonó.
Louis de mala gana se despertó. Hacia bastante tiempo que la mitad inferior de su cuerpo tenía frío. Palpó la cama.
Legoshi no estaba.
"¿Habré estado soñando...?" Se preguntó, sentado en la cama. Sus ojos aún no se habrían del todo. La falta de sueño, le estaba cobrando factura. Sus orejas eran terribles.

Alzo la mirada.
La peonia que Legoshi le regalo, reposaba sobre su escritorio. Señal que no fue un sueño.
Se puso de pie. Estirándose.
Fue al baño, a cubrir las bolsas de sus ojos con maquillaje. Su pequeño secreto. Otro aparte, del que aún no aceptaba por completo.

Curiosamente, esa noche pudo dormir muy bien ¿Sería por Legoshi?
Al maquillarse, recordó que en sus sueños, sentía que abrazaba a un gran peluche. Con un pelaje largo y suave. Obviamente, estaba abrazando al lobo.

Cayendo en cuenta de ello, su rostro se torno igual de rojo que un tomate.
"Carajo..." Echó agua a su cara, empapándose.
"No puedo volver a bajar la guardia de esa forma..." Murmuró, terminando el maquillaje.
Observó su reflejo, tocándose las mejillas que aún seguían calientes. No le gustaba tener ojeras. Estaba harto de ocultarlas con cosméticos.

"Al menos pude dormir... A su lado... ¿Tendré que dormir más seguido con él? Me gustaría hacerlo. Claro, solo para tener un buen ciclo de sueño..."

Amor Secreto|| Legoshi X LouisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora