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La primera etapa de su plan, fue ejecuta a la perfección.
Ahora, tenía la autorización de salir de la academia. Podía hacerlo cuando algún administrativo lo requería.
Aún no era suficiente. Cualquiera podía intuir que sus acciones eran por conveniencia, no por voluntad. Debía ganarse la confianza, tanto de los trabajadores, como de los estudiantes. Algo similar al estatus de Louis.

Louis era considerado el alumno perfecto. Sus calificaciones son excelentes, siempre esta al tanto de qué sucede en la academia; brinda apoyo y muchas cosas más. Además, su gran atractivo (físico y comportamiento), lo volvían el chico más popular y codiciado de la academia.
Era normal, que todos los días se le acerquen chicas intentando conseguir su atención.

Legoshi no aspiraba a ser como él.
Lo admiraba. Le encantaba su actitud.
Él, solo quería conseguir la confianza, para poder escaparse de la academia sin que nadie lo considere un "maleante". Pues, al ser incapaz de cometer una ofensa, creerían que tratarían de incriminarlo.

Aunque, no podía negar la fatiga que le causaba tener que transportar cajas casi toda la tarde. Y estar, prácticamente, de sirviente.

Llegaba agotado al dormitorio.
Se tiraba en la cama, decúbito ventral. Permanecía ahí, quieto, por cinco minutos. El tiempo suficiente para que sus compañeros lleguen a hacerle compañía.

Miguno y Durham jugaban con los naipes. Apostaban cosas simples, como el almuerzo, la tarea o alguna pertenencia. Jack, Kolo y Boss, miraban el programa de televisión que tanto les gustaba, discutían de rato en rato, fingiendo enojarse para luego reír a carcajadas.

Legoshi, por su parte, se sentaba en su litera, cerca de ambos grupos, mientras hacía ejercicio con una mancuerna. Con cada brazo, cumplía cincuenta repeticiones, con diferentes ejercicios, cada uno con tres series. Fijo un horario, para cada parte de su cuerpo. Los lunes trabajaba los brazos, los martes el abdomen y los viernes las piernas.

No era el único que ponía en forma su cuerpo, había días que coincidía con alguno de sus compañeros. Otros en donde, a modo de juego, se retaban a ver quién lograba hacer más repeticiones de un ejercicio. En consecuencia, terminaba sin poder moverse por varios días.




Faltaba poco para que la biblioteca cierre. Unos cuantos alumnos, quizás cuatro o siete, aún seguían estudiando. Entre ellos, Louis.

Termino de leer una novela dramática, que le habían recomendado. Honestamente, lejos de gustarle, le aburrió. Considero que el autor había metido muchos giros dramáticos -en su mayoría innecesarios-; se desvío de la trama original, e incluso, llegó a olvidarse del protagonista.
Por obras así, era que prefería leer libros netamente de carácter científico. Ya sea, libros de psicología, anatomía, astronomía, filosofía, etc. Así, lejos de enojarse por una historia ridícula, adquiria más conocimiento.

Mientras salía de la biblioteca, Bill se cruzó en su camino.
Obviamente, lo hizo de forma intencional, a pesar de intentar disimularlo.

-¿Tienes prisa? -comenzó la conversación con una pregunta, adoptando una actitud relajada o "cool"- ¿O... tienes que hacer algo?

-¿Qué quieres? -para Louis, su forma de actuar era molesta. Le irritaba verlo llamar la atención o aparentar ser alguien interesante- Si tienes alguna queja, ahórratela. No tengo tiempo para escucharte haciendo un berrinche.

Bill sonrió forzosamente. Claramente, el comentario de Louis le disgustó. Quiso abrazarlo, pasando su brazo por el hombro del venado, pero Louis, se lo impidió. Quitó el brazo del tigre, a penas lo toco.

-¿Tu canino volvió a evitarte? -habló con burla, como si quisiera hacerlo enojar -¿Es eso?

-¿Qué? -paso su mano desde la frente hasta casi llegar a la zona parietal de su cráneo- Te lo vuelo a preguntar... -su voz era evidencia del enojo que Bill logró provocar- ¿Qué quieres?

-No te enojes -aludió a forma de relajo, volviendo a la actitud que tanto despreciaba Louis-. Solo quería preguntarte por los preparativos para el festival; debemos resaltar como lo hacemos todos los años, pero... Con las faltas Legoshi, dudo que siquiera consigamos acabar la mitad del trabajo.

Louis ignoro lo que dijo. A su parecer, Bill intentaba probar si existía cierto favoritismo. O quizás, intentaba que él fuera a increparle al lobo su ausencia. Le respondió, mirándole con clara negatividad:
-Legoshi no es el único encargado de armar la atracción. Todos debemos apoyar. Sin excepción.

Louis se fue. Haciendo caso omiso a los intentos de Bill, que continuar la conversación.

El tigre se quedó parado en la entrada de la biblioteca. Sonriendo siniestramente.

Amor Secreto|| Legoshi X LouisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora