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¿Cómo sucedió?

"Y algo más"
¿Cómo se entero? Haru no era el tipo de persona que andará divulgando sus relaciones. Su fama era la peor. Conocida como la más "zorra" de la academia. Si alguien iba a buscarla, era para satisfacer sus deseos más carnales.
Ella es la prostituta de la academia.

Ya ni recordaba cómo llegaron a ser cercanos. Fueron conocidos. Fueron amigos. Empezaron a derribar las barreras entre ellos. El contacto físico escalo... y fueron amantes.
Pero, no de los que aman. Él la usaba para quitarse el estrés. Como alguien a quien contarle sus problemas y preocupaciones. Ella, simplemente, era una forma de desahogo.

Comenzaron a distanciarse.
Haru empezaba a confundir su relación, creyendo que había amor de por medio. Él se lo aclaró, pero ella no entendió.
¿Cómo podría amarla, si él ya amaba a alguien?

-¿Problemas de amor? -el barman deslizó un shot de whisky- La casa invita.

-No bebo -no levanto la mirada. Seguía recostado en la barra de bebidas. Analizando todo-. No hace falta tu compasión.

-Pediste una copa de vino, ¿sabes que es alcohol? -preguntó en tono burlón, para luego alejarse-.

Ni sabía porque estaba en ese bar. Ni porque se escapó.
¿Sus piernas inconscientemente lo llevaron hacia ese lugar?
Él, más que nadie, era consciente que beber alcohol no ayudaba a liberarse de los problemas. Solo brinda un alivio momentáneo. Pero... aun así, estaba ahí, recostado luego de beber el vino.

Paso tanto tiempo negándolo. Incluso llego a forzarse olvidarlo y reprimirlo. Porque, un amor así nunca sería aceptado. Serían repudiados por toda la sociedad... Especialmente por su padre. El venado que le exigía ser perfecto y resaltar en cada aspecto, como forma de pago por "salvarlo". Él no toleraría que llegara con una pareja de distinta especie y mucho menos, que sea del mismo género.

Pero, sus esfuerzos por superar ese amor imposible, no dieron frutos.

Los últimos meses. Las últimas semanas. Los últimos días... lo que se prohibió sentir, creció a un ritmo exponencial. Fluyó con tanta pasión...
Le dolía cuando él lo ignoraba. Cuando él lo evitaba.
Le encanta recibir sus notas. Le encantan sus regalos.
Le gusta tocarlo; acariciarlo; consolarlo; apoyarlo...
Adora la expresión de su rostro -por más tonta que sea-, que articula cuando toma su rostro o le despeina el pelaje. Esa expresión...
Se vuelve loco al imaginarlo de distintas formas; su imaginación estalla cuando lo ve arreglarse...
A fantaseado en ir más allá de un beso. Se a extasiado al imaginarlo tocándolo...

Dios... estaba enamorado de él.

-¿Vas a beber eso?

-No.

Y ahora... Ya no estaba seguro si algún día podrían vivir su amor.
Se planteo la posibilidad de dar el primer paso... Pero, él ya se entero de su "relación" con Haru.
"Debe detestarme..." Pensaba.
Todo se arruinó. Porque ella tuvo que abrir su maldita boca y decírselo.
¿No le bastaba con intentar quitárselo? ¿Acaso esa era su forma de captar su atención? ¿Por qué tenia que ayudarla?
¿Por qué... él fue tras ella?

¿Tendría que dejarlo ir? ¿Ver como ella le arrebata a su estúpido lobo?

-¡No! -exclamó; golpeó la barra con los puños. Él no permitiría que alguna golfa o quien sea, le quite algo suyo-.

El barman voltio a verlo. Juzgándolo con la mirada. Louis se la devolvió: una mirada que denotaba arrogancia y superioridad.

-Escuche que esa mafia de leones, a vuelto con sus fechorías. Hace poco secuestraron a ese niño, el que la policía dijo que no fue raptado; y... según me enteré, tienen una nueva victima. Una coneja blanca -habló otro cliente, con notable embriaguez-.

Louis oyó todo.
Sería por el alcohol, o por que su intuición le indicaba qué esa coneja era Haru. Y... dónde esté ella, estará Legoshi.
A gran velocidad se acercó a ese cliente. Tomándole del abrigo barato que llevaba; pareció amenazarle cuando dijo:

-Dime todo lo que sepas de esa mafia y la coneja.

Amor Secreto|| Legoshi X LouisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora