Capítulo 15: "Te amo, Matthew"

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• POV: MATTHEW •

Los besos se intensificaban cada vez más. Una de las manos de Julieta acariciaba mi barba, al mismo tiempo que entrelazaba los dedos de la otra en mi cabello.

Cuando se dejó caer sobre la cama, no me soltó, seguimos besándonos con fuerza. Sentía mi respiración agitada, y la suya golpeando mi piel. Ella sólo me miró, y abrió sus piernas para enredarlas en mí.

Volvió a besarme, y poco a poco deslizó sus manos a la bragueta de mi pantalón. Tuve que reaccionar y poner mis manos sobre las suyas rápido, pero con delicadeza. Se detuvo, pero quiso continuar besándome.

— Juli...— hablé sobre sus labios para llamar su atención, y aunque mi cuerpo no quisiera que se detuviera, era lo correcto.

— ¿Mhm?— murmuró dejando un par de besos más en mi boca.

— Creí que... venías para hablar— dije, soltando una leve risa involuntaria.

— Claro que sí, tonto. Pero te extraño mucho, bebé.— me respondió con ese tono de voz entre sensual y adormilado.

¿Bebé?

Las únicas veces que me llama así es cuando está dopada o ebria. Al menos cuando está en sus cinco sentidos no lo hace.

— Juli...— la llamé, pero hizo caso omiso y siguió en el intento de quitarme la ropa.
— No, no amor, no estás bien—

Esta vez pude detenerla, y me levanté de la cama, alejándome unos pasos para poder tomar un respiro y pensar en qué debo hacer.

Al instante me dí cuenta de que inconscientemente había vuelto a llamarla "amor". Pero eso no importaba mucho ahora.

— Julieta...

— Romeo...— dijo, riéndose levemente. Volvió a acercarse lentamente a mí, pero esta vez sólo me abrazó, pegando su barbilla a mi pecho para mirarme desde su altura.

— Amor, no podemos hacer esto.

— ¿No vas a cogerme?— preguntó. Verdaderamente sonaba triste o desilusionada, lo que me causó gracia de cierta forma. Ahora sí estaba claro que no está sobria.

— Me refiero a que no podemos estar juntos otra vez. Llevamos días sin hablar, la última vez que llamé a tu nana me dijo que no querías saber nada de mí. Y ahora estas aquí y tampoco estás bien, no podemos estar besándonos sin antes haber arreglado lo que dejamos roto, Juli...

— Quiero estar contigo— murmuró.

— Ven, vas a dormir ahora, y en cuanto amanezca nos tomaremos el tiempo para hablar mejor— le avisé ayudándola a acomodarse en mi cama.

— No quiero dormir. Quiero follar contigo. Quiero sentir cómo me la met...

— De acuerdo, Juli, basta. Vamos, me quedaré contigo hasta que te duermas. Arriba.— tuve que detener su romántico discurso.

— ¿De ti?— preguntó emocionada, levantándose de inmediato.

— No, no Julieta— me reí de manera involuntaria. Es jodido que me caiga tan bien y todo su amor y diversión sea sólo cuando está drogada o ebria.

Tus Ojos En Mis RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora