XIII

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Los días en la hacienda se volvían largos, trabajando o no parecía que no pasaba el tiempo, Phileas se había acostumbrado a la vida en el campo como si jamás hubiese vivido en la ciudad. Las botas embarradas de barro, la camisa medio desabotonada, y el pantalón sucio, su trabajo ya no era estar entre los peones pero siempre que tenía la oportunidad iba donde ellos para ayudar. A Mason le gustaba pasar tiempo con él porque era bastante chistoso, aunque era mejor no tener un arma cerca de Fogg, todos sabían lo que había hecho en el granero con las ratas.

Normalmente se la pasaba en la casona principal pero también gustaba ir con los peones, esto casi siempre que Boldwood estaba ocupado o iba al pueblito. Entre ellos las cosas estaban bastante bien, William se mostraba cariñoso a su lado, después de aquella primera vez más de una noche se coló en su habitación y unas veces dormían, otras hacían algo más que dormir. A Phileas le parecía lindo tener un poco de cariño y atención, William disfrutaba a su lado, esperaba que Phileas entendiera sus sentimientos ya que los expresaba de una forma transparente.

William no entendía que su amante había recibido poco o nada de amor en toda su vida, y las personas que llegó a amar no le habían devuelto los sentimientos de la misma forma, traicionando su confianza. Phileas a penas sabía que era sentirse amado, esperaba que fuese parecido a lo que Boldwood le brindaba.

En cuanto la aurora besó el pasto y el cielo comenzó a iluminarse, cuando todo estaba en calma total, Phileas abrió los ojos antes de que el gallo cantara la primera tonada. Se apresuró a ser el primero listo en la casa y con cuidado y sin hacer ruidos bajó hasta la cocina, lugar donde se preparó el desayuno, habían varias sirvientas listas desde antes, preparando el horno para hacer el pan de esa mañana. El castaño se tropezó con la esquina de la mesa agarrando fuerte su trozo de pan que amenazó con caerse, Laura le agarró del brazo ayudándolo a equilibrar.

— Con cuidado, ¿a donde vas con tanta prisa? ¡Y tan temprano!

— William dijo que iríamos a la ciudad, voy a preparar a Santi.

— Muchacho, toma un vaso de leche antes de hacer tantos trajines —lo sentó a la mesa sirviéndole leche tibia—. Fuimos a ordeñar la chiva, ¿quieres chocolate, miel, canela?

— Un poco de miel por favor.

Laura le endulzó un poco la leche sentándose a su lado, él desayunaba apresurado intentando comer todo de un bocado, la sirvienta palmeó su espalda cuando se ahogó un poco. Phileas tosió tomando luego un trago de leche y sonrió en señal de estar bien.

— Cuidado, eres tan irresponsable cuando comes —le regañó sirviéndole otro trozo de pan—, el patrón debe cuidar mucho de ti, ¡podrías morir de cualquier cosa!

— Ay Laura, no diga eso, solo fue un atracón a cualquiera le sucede.

Ambos rieron, Laura fue llamada por el cartero y salió un momento volviendo a los minutos con la correspondencia, revisó de donde venía cada una y abrió una de las cartas, al parecer destinada a ella. Leyó en silencio mientras su sonrisa se iba haciendo más y más grande, más que feliz exclamó haciendo a Phileas pegar un salto en su silla.

— ¡Johan vendrá! Oh Dios cuanto he rezado cada noche, cuanto he pedido que regrese, finalmente vendrá.

— Disculpe, ¿quién es Johan?

—  Es hijo de una señora que trabajaba aquí cuando empecé, le cuidaba junto al joven patrón, es un año menor que él, eran muy amigos, casi inseparables, pero se fue. Ellos en serio se llevaban muy bien, que añoranza verlos juntos otra vez, como de pequeños —suspiró.

— Oh, un amigo de William —una media sonrisa se dibujó en sus labios, Laura guardó silencio.

Demonios, por la emoción se había olvidado completamente de que ahora William estaba enamorado de Phileas, el pecoso le miraba fijamente, no estaba celoso porque realmente no conocía al hombre del que ella hablaba. Si ese sujeto conocía a William de pequeños seguro eran buenos amigos, tal vez no habían perdido del todo el contacto. ¿Qué probabilidades habían de ser reemplazado? Sólo eran amigos.

༒El olor de las Mandarinas 〄༒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora