Pasó una semana para que Phileas se recuperase totalmente, Boldwood se encargaba de mostrarle la hacienda y sus alrededores durante esos días, todo indicaba que se estaban llevando bien. El castaño quería ganarse la confianza de su patrón, ya que así le habían dicho los peones que funcionaban las cosas por allí. Su nueva habitación le daba privacidad estando la casa de los capataces, se sentía incómodo al compartir habitación con tantas personas, ver tantos hombres pasearse de una esquina a la otra sin camisa le daba mala espina.
Era una mañana tranquila, reposó su cuerpo contra el marco de la ventana observando el paisaje, aquél lugar era muy bello y relajante para la vista. Phileas se preguntaba si todo estaría igual en su antigua ciudad, antes tenía un buen trabajo y ganaba un salario que alcanzaba para el mes, a pesar de ello tuvo que marcharse.
Su mente se deslizó a los recuerdos antiguos de su anterior trabajo.
— Fogg, ¿podrías venir un momento a mi oficina? —su jefe le llamó, Fogg despegó la mirada de la máquina de escribir asintiendo—. Y trae los documentos acuñados.
— Enseguida señor.
Phileas escribió las últimas líneas que faltaban poniéndose de pie, se acomodó el traje, agarró los papeles y salió de allí hacia la oficina de su jefe. Tocó la puerta siendo recibido por el hombre de traje aguamarina, puso los documentos sobre el buró del otro y en cuanto su jefe tomó asiento le pidió que hiciera lo mismo. Todo aquello le resultaba extraño, la puerta cerrada y las ventanas con las cortinas abajo, ¿por qué?
Hacía un buen día para tener todo cerrado, el jefe carraspeó y Phileas fijó su mirada en aquél hombre, siempre serio, amargado, como si la vida lo tratara como paño sucio.
— Bien, ¿qué deseaba hablar jefe?
— He notado que tienes un gran desempeño como trabajador aquí, podrías ganarte un ascenso, con ello vendría un considerable aumento de salario —decía sin mirarle, hojeando los papeles—. Aunque eso tendría un costo.
— ¿En serio? Eso suena bien —demasiado bien, pensó Fogg—. ¿Y cuál sería ese costo?
— He investigado un poco sobre tí, preguntando con los doctores descubrí que tienes la capacidad de quedar en estado, dime, ¿es eso totalmente cierto?
— Eso es información personal, se supone que haya confidencialidad doctor paciente, ¿qué a caso sobornó a mi doctor? —saltó a la defensiva, el jefe chasqueó su lengua.
— Puede que haya dado una cantidad considerable de dinero por esta información, pero mira el lado positivo, podría darte el ascenso si haces lo que te digo —prosiguió—. Nomás necesito una cosita de ti muy sencilla, mi esposa no puede tener hijos, es una pena ya que es una hermosa mujer, sin dudas una esposa única, pero lo que más quiere es criar a un bebé.
— No me acostaré con usted, no le daré un hijo para que lo críe alguien más —frunció el ceño, haciendo una ligera mueca con sus labios—. ¿A caso cree que con un ascenso y un salario va a comprarme? No voy a tener un hijo con usted para que lo críe con su esposa, no soy una incubadora humana.
— Que pena que piense así, podría darle un extra de dinero, si deja que lo embarace puede incluso mudarse a mi casa y pasar el embarazo con mi esposa —se encogió de hombros, como si le importara menos—. Igual puedo pagarte más y darte vacaciones, sólo tienes que aceptar.
— Eso es cruel, restregarle a esa mujer que le estoy haciendo el favor de darle un hijo, ¡claro que no! ¡No por tener esta condición voy a dejar que me trate como a un objeto! —se levantó del asiento, enojado—. Además ya estoy en mis cuarentas, no puedo tener hijos a esta edad. No le daré ningún hijo.

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༒El olor de las Mandarinas 〄༒
Romance🔞‼️ Phileas era como las mandarinas en temporada, y Boldwood era como un niño deseoso por probarlas. 🦔 📌William Boldwood (personaje interpretado por Michael Sheen) × Phileas Fogg (personaje interpretado por David Tennant) 📌 Cómo recurso de fondo...