Capítulo 23: Entre Chats y Confusiones

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Al día siguiente, en el bullicioso recreo, Brissa buscó a Rania entre la multitud hasta encontrarla conversando con Delal. Sin perder tiempo, se acercó y alejó a Rania de su otra compañera.

—Rania, necesito tu ayuda. —dijo Brissa, mostrándole su teléfono con el chat de WhatsApp abierto.

Rania miró la pantalla con curiosidad mientras Brissa le explicaba su plan.

—Mira, quiero que le envíes a Moha un mensaje en árabe que diga "te quiero". Sé que suena un poco loco, pero confía en mí. —le pidió Brissa.

—¿En serio? Bueno, voy a intentarlo. —respondió Rania, intrigada por lo que podría suceder.

Después de algunos intentos, Rania logró escribir el mensaje y lo envió a Moha. Poco después, Moha respondió en árabe, pero el tono de su mensaje no fue precisamente amoroso. Rania, sin inmutarse, continuó la conversación.

De repente, Izan se unió al chat y la dinámica cambió por completo. Los tres comenzaron a interactuar en un intercambio de mensajes lleno de bromas y chistes.

(Izan) ¿Qué haces en el chat con Moha en el teléfono de Brissa?
(Rania) Es que me dijo que le escribiera palabras de amor al Moha en árabe pero el tio se puso agresivo.
Mohamed: Tambondillmek
Brissa: ¿Qué significa eso Rania?
(Rania): ignóralo
(Izan): Dice que te quiere mucho Brissa
(Rania): no es verdad, no le creas
Mohamed: qué asco dan, tfuu
(Rania): Hamar
Mohamed: hamara llimek
Brissa: Que
(Izan): Haré algo

En ese momento, en ese enredo de chats, Izan creó un grupo de los 4 para tener más orden.

Mientras tanto, Brissa se unió al chat y la conversación se volvió aún más caótica. Los cuatro chateaban en dos chats diferentes, vacilándose mutuamente y riendo sin parar.
—Eso de hablar en 2 móviles es incomodo—anunció Izan.

Rania se sintió un poco desconcertada por la situación. No entendía por qué aquellos dos chicos la habían agregado al grupo junto con Brissa.

—¿Qué está pasando aquí? —preguntó Rania, confundida.

Brissa, sin embargo, estaba emocionada con la idea de tener un grupo de cuatro personas.

—Piola, ¡Ahora tenemos nuestro propio grupo! —exclamó Brissa, animando a Rania a quedarse.

Aunque no entendía del todo lo que estaba sucediendo, Rania aceptó quedarse en el grupo para hacer feliz a su amiga.

El resto del día transcurrió entre risas y mensajes, mientras los cuatro amigos disfrutaban de su nueva dinámica en el grupo de WhatsApp.

UNTITLED (Una historia real)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora