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#68

Había comenzado a llover hace menos de 15 minutos, el ruido de las gotas en una noche fría hacía que todo fuera perfecto.

Hasta que el sonido de unos truenos se hizo presente.

Eunchae se despertó de un golpe, estaba dormida hasta que el fuerte ruido se escucho por todo el departamento.

Tenía miedo, claro que tenía miedo, desde muy pequeña le tenía miedo a los truenos y a los relámpagos. Su corazón palpitaba agitado, sus manos sudaban y se sentía nerviosa.

Estaba completamente sola, las demás chicas compartían habitación, más que nada porque ella fue la que dijo que no quería estar de "mal tercio" y fue una de las peores decisiones.

Intentó levantarse de la cama, pero otro fuerte trueno hizo que diera un salto de regreso a su cama.

–Vamos Eunchae, puedes más que esos estúpidos truenos!– Dijo la pequeña chica con algo de valentía, valentía que se desvaneció en cuánto otro trueno se escuchó –Era mentira!– Se dijo para si misma mientras se tapaba con la manta.

Respiró hondo, contó hasta tres y se levantó de la cama, se puso sus pantuflas y salió corriendo de su habitación a la habitación de las demás.

Se acercó a la habitación de Chaewon y Yunjin, ya que era la que estaba más cerca de la suya.

Tocó la puerta con desespero, esperando a que Chaewon o Yunjin la escucharán.

Otro fuerte trueno sonó por todo el departamento, haciendo que la chica se encogiera y tapara sus oídos con sus manos. Sus lágrimas comenzaron a caer por sus suaves mejillas.

Sintió como alguien tocaba su hombro, mientras se agachaba y se ponía a su altura. Subió su miraba y vio a Chaewon preocupada. Sin decir nada, se lanzó a los brazos de Chaewon para abrazarla muy fuerte, haciendo que la contraria solo se preocupará más.

–Sucede algo, pequeña?– Chaewon acarició su pelo.

Otro fuerte trueno hizo que Eunchae chillara del miedo.

–T-tengo miedo!– Dijo mientras lloraba y se abrazaba más fuerte a Chaewon.

Chaewon aprovecho que la chica la estaba abrazando como un Koala, para levantarse y dirigirse a su habitación.

Abrió la puerta y la cerró detrás se si.

Se acercó a la cama y posicionó a la chica en el medio de ésta, quedando Yunjin a su lado Izquierdo y Chaewon a su lado derecho.

Chaewon acercó el cuerpo de la más pequeña a su pecho, posicionando la cabeza de la chica en su pecho.

–Ya, ya, no te preocupes, no pasará nada, Wonnie está aquí para protegerte, si?– Le dio un cálido beso en la frente y continuó abrazándola.

–G-gracias Chaewon-ah– Dijo, acurrucandose en su pecho he intentado dormir. Lo bueno era que la lluvia había disminuido, y con eso los relámpagos y truenos.

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Sentí como unos cálidos brazos rodeaban mi cuerpo, y por instinto también la abracé. Generalmente Chaewon suele abrazarme en las mañanas para despertarme.

–Wonnie, ya deberías de levantarnos– Dije con pereza. Solo recibí un pequeño gruñido de Chaewon.

Me pegué a ella aún con los ojos cerrados, dejé besos en su cara y uno en sus labios. En ése momento abrí los ojos y mi sonrisa se desvaneció al ver a Eunchae al lado de mí, es decir, LE DI BESOS A EUNCHAE EN LA CARA Y UNO EN LA BOCA.

–QUÉ HACES AQUÍ??– Grité tan fuerte que desperté a Eunchae, la cuál se asustó, gritó y me tiró de la cama.

–TU ME DISTE EL BESO, NO? ENTONCES NO FUE LA CHICA DE MIS SUEÑOS??– Eunchae se movió hasta la otra esquina de la cama.

–ASCO, TE BESÉ, QUE ASCOOO!– Grité asqueada, quitando cualquier rastro de ése beso de mis labios.

–NO, NO, NO, NOO, ME BESASTE, QUE ASCO!– Gritó, tapándose con la manta.

–Ey, ¿por qué tanto ruido?– Dijo Sakura quien abrió la puerta, detrás de ella estaba Chaewon y Kazuha bastante confundidas.

Eunchae se quitó la manta de la cara y gritó–YUNJIN ME BESÓ– hizo una pausa y apuntó a sus labios–EN LA BOCA– Dijo para volver a taparse con la manta.

–EN PRIMER LUGAR, PENSÉ QUE ERAS CHAEWON, Y EN SEGUNDA, ¿QUÉ HACES AQUÍ??– Grité confundida.

–Jenjen, yo la invité anoche porque estaba lloviendo y a Eunchae le dan miedo los truenos.– Chaewon finalizó.

–PERO AL MENOS ME HUBIERAS AVISADO, ES DECIR, LA BESÉ EN LA CARA Y EN LA BOCA PENSANDO QUE ERAS TÚ...O NO, O NO, O NO– hice una pausa– TE JURO QUE YO NO QUISE BESARLA MI AMOR, TE LO JURO.– Me incliné hasta que mi cabeza tocó el piso.

–Amor, cálmate, se que no lo hiciste con esa intención.

–Bueno ya, levantense las dos y vengan a desayunar– Sakura finalizó, dirigiéndose a la cocina, siendo seguida por Kazuha.