༺Cinco༻

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-¡Mi bebé!

Unos cálidos brazos lo recibieron con alegría.

-Papá Jin-Dijo con un nudo en la garganta.

-Te hemos extrañado tanto mi chocolatito.

Un aroma Licor se hizo presente en la sala de aquella casa, haciendo sonreír al pelirrojo quien rápidamente corrió hacía aquel alfa qué hacía presencia.

-¡Padre!

Los fuertes brazos lo rodearon gustosos cargándolo y dándole un par de vueltas

-Hijo, que alegría tenerte aquí.

TaeHyung sonreía al estar nuevamente en compañía de sus padres.

3 años atrás había dejado su vida en Suwon y había emprendido camino hacia Seúl, para realizar su vida, sus padres generosos le dieron una gran suma de dinero para que pudiese establecerse.

Durante el proceso sus papeles fueron enviados de una universidad a otra solicitando el intercambio, pero debido a su mal manejo económico al arrendar un departamento y comprarse ropa y muebles, el dinero quedo por los suelos. Siendo así como su semestre quedo congelado por la falta de paga de inscripción.

Agradecía que su gran amigo de infancia vivía en Seúl y le ofreció un puesto en su trabajo. JiMin lo apoyaba pagandole todas las semanas a diferencia de sus otros empleados que recibían su paga cada 2.

Si bien había corrido con suerte, extrañaba su cálido hogar al lado de sus padres, a quienes desde que se marchó no había visto.

Hasta ese día gracias a su mejor amigo.

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-Deberías hablar con él, hijo, dile lo que te molesta, lo que no te gusta.

-Yo opinó que lo mandes a la mierda, ese hijo de puta maltrata a mi niño, eso no lo permitiré.

JiMin sonrío orgulloso por lo dicho por el alfa de el lugar.

-Papá Nam...

-Debes dejarlo ir, él no vale la pena, eres mucho para un desgraciado que te menos precia.

-Eso es cierto, mi niño, tu papá nunca me ha faltado al respeto, desde el día que me conoció me ha brindado su amor a manos llenas, nunca me ha alzado la voz, ni mucho menos insultado.

-Ahora escuchas, TaeTae, debes decidir que hacer con tu relación, el solo se está dedicando a lastimarte-Habló esta vez JiMin tomando la mano de su amigo y acariciándola-Mereces un amor de película, que se torne difícil al principio y salga adelante por la fuerza de su amor.

-No me gusta la idea de que se tarde difícil...

-Si es cierto, descartemos eso.

-Mis niños, vamonos ya a la casa, esta a punto de llover.

Los menores asintieron a lo dicho por el omega mayor y todos salieron de aquel parque con rumbo a la casa de la dulce pareja.

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-Si bien esto a sido cansado, es increíble como se lleno el estadio, no lo puedo creer, de las 76,125 asientos, se llenaron 47,900.

-¿De donde salio tanta gente? No sabia que aquí en El cario también hubiesen tantas Armys -Preguntó incrédulo JungKook, pero emocionado.

-Ni idea amigo, pero lo hiciste, llenaste un estadio más.

-Ya quiero terminar esta gira.

-Tranquilo amigo, solo 17 ciudades más.

-Solo 17 conciertos más... Dios esto es agotador.

Se acomodó en el asiento de cuero recargandose en la ventana visualizando todas las luces de la ciudad.

-Iremos a Alejandria, descansa que será largo viaje.

-¿De los países restantes, alguno es México?

-No, amigo, después de Egipto vamos a Nueva Zelanda y después a Corea.

-Nuevamente no puedo ir a México, extraño pisar esa tierra, la última vez fue un encuentro muy lindo.

-La próxima gira le diré al Ceo Jeon que programe México en primer lugar.

-Gracias, amigo.

Se acomodó reclinando el asiento y cerro sus ojos.

Volviendo a ver aquella cabellera roja y tierna sonrisa nerviosa, sorprendiendose gratamente que hasta un olor a chocolate le llego a sus fosas nasales.

Anhelaba volver a Corea e ir a aquella pizzeria para volver a ver al tierno omega pelirrojo.

Las horas pasaron y después de un muy agradable descanso en el hotel, ahora paseaba junto a su fiel escolta HoSeok por el centro de Alejandria, tantas cosas hermosas que poseían en aquel lugar.

Buscaba algo significativo para utilizar en el concierto y cautivar más a sus queridos fans.

Un hermoso brazalete dorado con rubis se cruzo por su vista, y sonrío imaginando a dicho repartidor con aquel brazalete en su delicada muñeca.

Sin pensar en el hecho de no conocerlo y mucho menos tener contacto con TaeHyung, lo tomó pagando por el y volviendo al hotel conforme olvidando rotundamente la finalidad de su salida.

En su mente sólo pasaban aquellos ojos cafés alegres por el detalle.

Fuera del espectáculo ᘛKookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora