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Tom

Se sentía en las nubes, nunca había experimentado tanta felicidad desde que supo que era un mago. Harry se había convertido en alguien tan especial para él; durante el tiempo que estuvieron separados, evitándose, se había sentido tan vacío. Tuvo que recurrir a toda su fuerza de voluntad para no volverse loco. Ver a Harry rodeado de tanta gente lo ponía nervioso; a veces deseaba llevárselo lejos y encerrarlo en donde nadie pudiera verlo, ni tocarlo, solo él.

Lo quería hasta el punto de monopolizarlo.

Pero, conocía a Harry, sabía que actuar así solo lo enfadaría; y eso era lo último que quería.

No obstante, justo ahora estaban rodeados de un aura llena de felicidad. Después de su encuentro en la Sala de Menesteres, ambos intercambiaban miradas de complicidad. Sin embargo, cuando estuvieron fuera de la sala Harry había evitado tomar su mano. Notó que el rostro de Harry estaba mucho más sonrojado que otras veces.

Tom, con una sonrisa, sujetó la cintura de Harry y lo atrapó en un beso lento y tierno.

—¿Qué te preocupa, Harry? —le preguntó sin soltarlo.

Harry se mordió los labios y cabizbajo le dijo:

—¿No te molesta que nos hayan visto mis amigos?

Tom depositó un beso en la frente del chico de ojos verdes con tanta ternura provocando un estremecimiento.

—No podría pedir mejores voceros para que difundan nuestra relación.

—Pero, Tom...

—De esa forma, todos sabrán que eres mío.

Harry se sonrojó y sonrió con timidez. Tom notaba el nerviosismo de Harry, pero al ir de la mano, ambos se sentían tan felices que pronto dejaron de pensar en los demás y solo estaban ellos dos.

Al entrar a la sala común de Slytherin, se encontraron con miradas curiosas y sonrisas entusiastas.

—¡Lo sabía! —dijo Malfoy— Pagame—profirió dirigiéndose a Black. Y este, con un bufido, buscó en sus bolsillos y le dio varias monedas al rubio.

—¿Apostaron? —preguntó Harry, incrédulo.

—Si, no podíamos desaprovechar la oportunidad—respondió Malfoy, contando su dinero y con una sonrisa satisfecha.

—¿Exactamente qué apostaron? —preguntó Harry.

—Que Riddle y tú se volverían pareja—respondió Malfoy.

Harry sintió el calor en su rostro, pero logró dominarlo. Se volvió hacia Black y le preguntó:

—¿Apostaste que no quedaríamos juntos, Black?

—No, era más que obvio que serían pareja. Solo véanse, Riddle ha estado jugueteando con tu mano y ni siquiera te incomoda—dijo señalando a la pareja; Harry nuevamente se sonrojó cuando notó la cercanía de Tom, estaban mucho más apegados que antes—. Sabíamos que serían pareja, así que apostamos cuánto tiempo les tomaría. Malfoy apostó a que serían novios antes de primavera. Y yo aposté que lo serían hasta el siguiente año escolar.

—El dinero más fácil que he ganado—dijo Malfoy, arrogante. Black lo fulminó con la mirada.

Harry sonrió, aunque seguía sintiéndose avergonzado, le parecía divertido y comenzó a relajarse. Se quedaron el resto del día en la sala común, conversando.

•••

Verlo con sus amigos no era inusual; sabía que era amable, era agradable hablar con él. Tom se sentía orgulloso de Harry y su manera de ser. Lo amaba por eso; sin embargo, no podía evitarlo, le molestaba demasiado.

Un Pasado InciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora