Un Pasado Incierto

IX

Harry

La torre de astronomía era un lugar bastante tranquilo, le gustaba ir cuando necesitaba aclarar su mente. Y realmente necesitaba pensar las cosas. Estaba en una encrucijada, se sentía terriblemente perdido.

Después de aquella noche, Harry había evitado a Tom. Cada que lo recordaba se sentía demasiado avergonzado para verlo a los ojos. Se sentía confundido, cuando tenía sentimientos por Ginny nunca había experimentado tanta confusión.

En las clases había vuelto a sentarse al lado de Fleamont, al Gryffindor no le molestaba, pero varias veces le había preguntado qué sucedía. Y Harry siempre evitaba responder.

Suspiró con aflicción, todo se había complicado y no tenía idea de cómo. Una parte de él disfrutó los besos y caricias, aún se estremecía cuando recordaba el rostro excitado de Tom. Pero, la otra parte, no dejaba de pensar en lo incorrecto que era. Tom podría convertirse en Lord Voldemort; Harry sabía que lo evitaría, había viajado en el tiempo para evitarlo, pero su mente siempre volvía al hecho que Tom era Voldemort.

Estaba tan concentrado que no notó los pasos que subían por las escaleras. Se sobresaltó cuando vio a Tom sentarse a su lado, con un rostro afligido.

—Hola—le dijo con timidez.

—Hola—dijo Harry, con un hilo de voz.

—Creo que tenemos que hablar, Harry.

Harry negó con la cabeza y se incorporó, no podía creer que fuera tan cobarde. Pero, no quería tener esa conversación. Quería que toda la confusión se esfurmara, quería que todo volviera a ser como antes.

—Harry, por favor—le dijo Tom. Y Harry sintió una punzada de culpa al escuchar el tono suplicante de Tom.

—No, Tom. Lo que hicimos no estuvo bien, eso no lo hacen los amigos. Creo que lo primero que debes hacer es aclarar tus sentimientos—profirió Harry, evitando su mirada. Se sentía terrible, sabía que le causaba dolor a Tom.

Tom suspiró frotando su entrecejo, Harry pudo notar su enfado. Y sintió miedo.

—Harry, sé que a veces eres muy distraído, pero esto lo haces a propósito. ¿Realmente crees que besaría o tocaría como te he tocado a un amigo cualquiera? Por supuesto que no. Yo no soy el que tiene que aclarar sus sentimientos—sentenció Tom, frunciendo el ceño.

Harry cruzó miradas con el Slytherin y vio una absoluta sinceridad en sus ojos. Contuvo el aliento, deseando desaparecer en ese instante. No soportaba ver la mirada llena de dolor y reproche de Tom.

—Te quiero, Harry.

Pero, Harry no dijo nada.

Tom suspiró, frustrado. Y se marchó, dejando a un Harry confundido y profundamente triste.

•••

Harry estaba observando comer a Aragog, había ido más temprano de lo habitual a llevarle su alimento. Quería tener la mente distraída, así que se enfrascaba en tareas, en clase y en Aragog.

A los pocos minutos, llego Hagrid. Se sorprendió al verlo ahí, sentado recargado en la pared, con la mirada ausente, decaído y más pálido que antes.

—Hola, Harry—dijo Hagrid, temeroso.

Harry se sobresaltó, no había prestado atención, así que no notó cuando su amigo llegó al armario. Después de que Tom lo describiera con Hagrid, se habían mudado a otro de los armarios, por fortuna, había muchos en Hogwarts; pero este era más espacioso que los demás y tenía hechizos para repeler a cualquiera que se acercara gracias a Dumbledore.