IV

161 10 56
                                    

Harry

El aire frío y el cielo nublado no daban muchas esperanzas de ver el sol ese día. Pero, eso no detuvo a Nott; después del desayuno le dijo a Harry que la prueba se realizaría durante el tiempo libre que tenían antes de la comida. Harry no podía estar más entusiasmado.

Cuando salió de la enfermería le sorprendió la nueva actitud de todos los Slytherin. No eran demasiado amables, pero a comparación de los días anteriores, eran más atentos.

Sin embargo, había dos que lo trataban igual o peor, y eran Mulciber y Avery. Cada que tenían oportunidad le ponían el pie a Harry para que tropezara, algunos de sus libros se movían mágicamente de lugar y alguno que otro comentario hiriente cuando se equivocaba en clase.

No obstante, Harry había pasado por un acoso peor en su propia línea de tiempo. Casi estaba por decirles que se esforzaran más; pero, eso sería cavar su propia tumba. No le tomaba importancia, además estaba demasiado feliz por volver a jugar Quidditch que prácticamente los ignoraba de manera magistral.

Nott y Harry se dirigieron al campo de entrenamiento, ahí se encontraron con otros miembros del equipo. Estaba Schmidt, Clagg, Bleby, Black y Avery.

Cuando Harry conoció a Orion Black casi gritaba, su parecido a Sirius era estremecedor. Pero, ahora, cada que lo veía le sonreía ampliamente recordando a su padrino. Sin embargo, su entusiasmo de jugar Quidditch y ver al padre de Sirius se esfumaron cuando vio a Avery. No podía creer que Avery formaba parte del equipo de Slytherin.

—Bien, Evans. Primero quiero ver cómo vuelas—le dijo Nott mientras le entregaba una escoba.

Harry asintió, dio dos golpes en el suelo y se elevó por los aires. La tensión que sintió al ver a Avery se desvaneció, voló con agilidad, una sonrisa se dibujó en su rostro y todo lo que le preocupaba carecía de sentido. Su mirada se dirigió al movimiento en las gradas, estaba Riddle y Malfoy, y este último le saludaba.

Cuando Nott le pidió que volviera, notó el semblante irritado de Avery y un ambiente tenso en los demás. Estuvo a punto de preguntar qué pasaba, pero algo le decía que era mejor quedarse callado.

—Vuelas muy bien. Ahora quiero ver qué tan rápido eres. Lanzaré la snitch, no tienes que atraparla; pero quiero ver que tanto te acercas—le indicó Nott. Harry asintió y volvió a montar su escoba.

Cuando estuvo en el aire, Nott liberó a la snitch dorada y esta, como era su costumbre, voló con rapidez hasta perderse de la vista de los demás. Sin embargo, Harry estaba en su elemento, no le perdió la pista a la snitch, así que pudo seguirla fácilmente. Voló siguiendo a la snitch y, aunque no tenía que atraparla, quiso impresionar a Nott para que lo aceptara en el equipo. No tardó mucho, la atrapó antes de llegar al suelo, y se elevó en el momento justo para evitar que se estrellara.

Todos en el equipo, a excepción de Avery, aplaudían y gritaban de emoción. Harry dirigió su mirada a las gradas y vio a Malfoy de pie aplaudiendo y a Riddle con una sonrisa satisfecha.

—Eso ha estado increíble. Definitivamente estás en el equipo—dijo Nott dándole una palmada en la espalda.

Decidieron hacer una pequeña celebración, ahora tenían a su buscador. En la sala común, muchos Slytherin lo felicitaron y otros se mostraron entusiasmados.

—Es bastante bueno. Creo que podemos ganar la Copa—decía Black a todo el que podía. Harry lo miraba entre avergonzado y agradecido.

—Bien hecho, Evans—le dijo Riddle entregándole una cerveza de mantequilla.

—Gracias—dijo Harry, y tomó un largo sorbo a la cerveza.  Se sentía tranquilo y feliz, le había parecido una eternidad de preocupaciones y miedos. Pero, ahora, completamente relajado, disfrutando de la compañía de los Slytherin, no le parecía tan malo.

Un Pasado InciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora