CAPÍTULO 25

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LORENA.

-Ah, me estoy quemando viva -les comenté a los chicos mientras me abanicaba con la mano.

Me recosté en el sofá al lado de Ivy, estirando mi cuerpo hasta su dirección. Ella soltó una risa cuando mis manos alcanzaron su cabello, contagiándome su buen humor al instante.

Estábamos todos reunidos en la casa de Iván. Cuando me refiero a "todos" era Eliot, Timothy, Celine, Ivy y el mismísimo dueño de la casa. Algún loco mandó por el grupo que era buena idea hacer una pijamada un mero martes. Ese loco fue Eliot y nosotros fuimos los otros por hacerle caso.

Toda la semana pasada y esta, pasó haciendo un calor infernal que literalmente me estaba matando.

-Ivy, en estos momentos desearía tener el cabello corto como el tuyo -dije, apoyando mi cabeza sobre su hombro. Ella parecía estar mucho más fresca que una lechuga, mientras que yo, parecía... no sé a qué parecía, tal vez a un hipopótamo grande sudoroso.

-Puedo cortártelo si quieres -sugirió Celine con una sonrisa angelical.

-¿Puedes?

-Si estás interesada, puedo hacerlo -respondió con una sonrisa, cruzándose las piernas con confianza.

Celine era una chica con un estilo impecable. Su peinado, maquillaje, corte de cabello y vestimenta... todo reflejaba elegancia y perfección. Era mucho de admirar, podía evidenciar perfectamente la diferencia entre nosotras, lo que de hecho no me molestaba, más bien despertaba en mí una genuina admiración.

-Oh, ¿eres peluquera o algo así? -bromeé, y cuando ella asintió, mis cejas se levantaron ligeramente sorprendidas.

Miré a Ivy y ella lo confirmó con una sonrisa mientras jugueteaba con las puntas de su cabello.

-Es que lo es -confirmó con una mirada rápida.

-Fue ella quien le cortó el cabello a Ivy, Lorena -Eliot se une a nuestra conversación y volteé a verlo sin poder creerlo.

-Mi madre casi la mata por eso -comentó Iván completamente desinteresado mirando su celular -. Tenía el cabello muy lindo y largo.

-Tú no sabes de moda, así que no opines -lo reprendió la francesa con cierto disgusto reflejado en su rostro.

-Obviamente que no, ¿no ves cómo se viste? Como un vagabundo -se entrometió Eliot.

-Mejor no hables si de vestimenta se trata, tú tienes el peor gusto.

-¿Quién dice? -se defendió Eliot.

-Yo, Celine. Lo que significa que tienes unos gustos de mierda.

Mis ojos se abrieron ligeramente sorprendidos por su comentario, pero noté que los demás no parecían percibir la situación como algo peligroso. Era evidente que ya estaban acostumbrados a que esos dos discutiesen a cada instante.

-Celine -la amenazó Timothy, a lo que ella se encogió de hombros sin mostrar ni una pizca de arrepentimiento en sus palabras.

-Es más, ¿por qué no jugamos el juego que traje? -lo ignoró por completo -. Es para adivinar. Bueno, ya todos lo han visto, supongo, la cartita esta -la muestra en el aire con una sonrisa pícara -, se la pondrán en la frente y el equipo que logre adivinar la mayoría, gana.

-Solo estupideces compras -se quejó Eliot como siempre.

-Agh, otro pendejo que jode -lo ignoró completamente Celine, poniéndose de pies.

Solo me limitaba en observarlos. Ya estaba acostumbrada a ello, Celine parecía no soportar del todo a Eliot. Y los entendía, sus personalidades chocaban como un imán roto, con piezas que no encajaban en absoluto.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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