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GINEBRA
El ambiente por alguna razón era más cálido que antes, cálido y pequeño, todo estorbaba, el sillón, las sillas, el mesón completamente, los platos, las flores... no, las flores no
—Espera, las flores — dije separándolo de mi
—¿che dire dei Fiori? (que pasa con las flores)
—Se caen, agárralas no quiero que se dañen, son hermosas
—Farfalla, posso comprarti il negozio di Fiori completo se vuoi (mariposa, puedo comprar la florería completa si deseas)
—No importa, ve a ponerlas en otro lugar — me miro fijamente antes de levantarse para darse cuenta de que hablaba enserio, tomo el jarrón y lo puso al otro extremo de la sala —¿Por qué lo has puesto tan lejos? No era necesario, podías dejarlas en el lavaplatos
—Potrei, ma se ti salgo lí si potrebbe cadere il vaso (podía, pero si te subo ahí se podría caer el jarrón)
—¿Por qué debería estar ahí arriba? —Dije mirándolo a los ojos directamente mientras veía como ese mar en ellos se volvía un Tsunami, uno dispuesto a arrasar con todo lo que había en mi corazón y estaba dispuesta a dejarme ahogar por ellos
—Farfalla, non c'è un solo posto in questa casa Dove (Mariposa, no hay un solo lugar en esta casa donde no te quiera desnuda y siendo mía) — trague en seco al sentir como esas palabras besaban mi cuello y recorrían lentamente todo mi cuerpo, en ese pequeño instante esas palabras me hicieron recordar todo lo que había pasado la noche anterior y lo quería de nuevo, lo deseaba.
— si tanto quieres llevarme a un recorrido por tu casa lo hubieras dicho, me hubiera levantado mas temprano solo para darte el placer de enseñármela toda
—Per Dio donna — me agarro de la cintura y me subió al mesón, mis muslos quedaron apretando su cintura, aun a pesar de estar sentada ahí aún era más pequeña que él, debía subir mi rostro para poder verlo directamente a los ojos
—Al parecer ya has terminado de comer
—Así es
—Entonces ¿qué hacemos en la cocina?
— Manca il dessert (falta el postre) — dijo mirándome a los ojos, esperando aprobación y yo sonreí en señal de aceptación, abrió la camisa reventando los botones, solamente llevaba la ropa interior, mis senos quedaron al desnudo frente a él, sedientos, pidiéndole ser admirados, rogándole atención, rogándole amor y el cómo todo hombre caballeroso hizo todo lo que ellas pedían.
La mañana fue un resplandor de unos minutos, al menos desde donde yo lo podía percibir, sentía que demoraba menos con cada prenda que le quitaba, con cada sonrisa que intercambiaba, con cada destello en los ojos, sentía que se iba más rápido cada que se acercaba a mi y me susurraba al oído
—Ti auguro (te deseo)
Y con cada repetición mi mente se iba perdiendo, la cordura se alejaba, la razón y mi mente dejaban de tener control sobre mi cuerpo, el me hacía perder la razón, me besaba y me hacia suplicarle que hiciera lo que debía, pero el disfrutaba verme suplicando y yo disfrutaba suplicarle
—Por favor... — le suplique
Me miro a los ojos para darme esa sonrisa pícara que solo veía en esos momentos, era una persona distinta, era mas seguro, mas confiado, y me gustaba eso de él, me gustaba cualquier faceta de él, pero disfrutaba mucho el sexo y que no sintiera que algo estaba mal, me gustaba que lo disfrutara de todas las maneras posibles. Sus manos bajaron hasta su pantalón, soltó los botones que retenían lo único de que estuviera dentro de mi y luego placer; mis piernas abiertas a él, como el postre después de un increíble desayuno, pasaba su lengua una y otra vez masajeando mi sexo, devorándolo como un manjar, dejándose ayudar por sus manos, lamiendo, masajeando y una parte de mi se perdía entre el placer de su boca y mi entrepierna, sentía electricidad, fuego, deseaba todo, deseaba todo de el
—Por favor... —Volví a suplicar
Sus manos masajeaban mis pezones con delicadeza y al mismo tiempo experimentaba el cosquilleo entre las piernas que no paraba y no pararía hasta que el tomara cartas en el asunto
—Si sigues pidiéndolo, no tendré más remedio que complacerte
—No espero menos
Su sexo dentro de mi dio paso a otro sentimiento que había experimentado con el anoche, uno que no había experimentado nunca, sentía como me penetraba lentamente y poco a poco aceleraba el movimiento, mi cuerpo, aunque estando en el mesón sentía que levitaba, no se cansaba, no se desgastaba, con cada fuerza, con cada movimiento, con cada golpe, se recargaba, quería más de él
— Es mi turno — dije mientras lo alejaba de mi y lo tiraba al sofá que estaba en la sala — ¿no dijiste que me enseñarías la casa? — dije al ver su mirada extrañado — pero si es posible quisiera mirarla desde esta perspectiva
Encima de el era como montar a caballo tal vez, golpe tras golpe sintiendo como su pene entraba y salía, lo veía al observarme a mí, veía como mordía sus labios, como me deseaba y sus manos agarrándose firmemente de mis senos, podríamos tener el mejor romance de nuestras vidas, entre esos el sexo y podía estar feliz con ello.
La mañana paso en un abrir y cerrar de ojos, podría decirse que conocía a la perfección el primer piso y parte del segundo... Nos despedimos a las 3:00 de la tarde para ir a comer y luego tomar el avión para ir a Italia.
Alex dijo que nuestro vuelo salía a las 6:00 p.m era perfecto, llegábamos a una hora justa para salir a conocer Italia de noche, sabía que teníamos tiempo para varias cosas, pero yo quería pasar todo el tiempo posible con él, fui a casa para cambiarme y arreglar la maleta
—Iremos 3 días por ahora, pero prometo que serán más la próxima vez — fue lo que dijo antes de dejarme en casa e irse
Max me había llamado cuando estuve en casa y le conté gran parte de todo lo que había ocurrido estas semanas, no había podido hablar bien con ella porque decidió irse con sus padres hace dos semanas por problemas familiares, pero 1 hora al teléfono mientras alistaba todo era justo y necesario para actualizar la vida de la otra
—Sabía que llegaría a tu vida alguien que te hiciera sonreír de esa forma, te escuchas feliz
—lo estoy Max
—Te deseo buena suerte y que disfrutes muchísimo
—Gracias, te voy contando como me va, ¿vale?
—pero por supuesto que sí, necesito actualizaciones cada noche okey?
—Okey— sonreí al otro lado del teléfono y supe que ella también sonreía
Eran las 4:30, baje las maletas para esperar a Alex abajo y salir apenas llegara, Moria de hambre así que fui a la cocina, había una torta que compre la tarde anterior para bajar los antojos, perfecto.
5:00 p.m, quise llamarlo, pero no quería parecer intensa así que espere un poco más, sabía que llegaría, solo necesitábamos llegar a las 5:40, el cheking estaba listo, lo habíamos preparado juntos antes de despedirnos, cuando el reloj dio las 5:20 realmente me preocupe, así que lo llame
—El teléfono al que ha llamado no se encuentra disponible...
Tres llamadas, cuatro llamadas...
—El teléfono al que ha llamado no se encuentra disponible...
7:00 p.m. perdimos el vuelo, alexander no apareció, llame a Max para ver si Adam había podido comentarle algo, pero no lo localizaba ¿le habrá pasado algo malo?
Al día siguiente lo llame nuevamente
—El teléfono al que ha llamado...
Y luego al día siguiente
—El teléfono al que ha llamado...
Y luego el que siguió
—El teléfono al que ha llamado...
3 días después y seguía sin saber de él, seguía sin saber que ocurría, quería saber que había pasado o si solo fue una forma de engañarme... tal vez, solo fui el deseo que quería quitarse, nunca fue amor, tal vez solo fue... tal vez solo fui un momento; quise borrar la idea de mi cabeza, pero no lograba hacerlo, quise creer que realmente él había deseado algo conmigo más allá de lo sexual, quería creer que así era.
Max me llamo al 4 día
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Constelación de mariposas - TERMINADA
RomanceA veces hay canciones que no son escuchadas, cartas que no son escritas, personas que no son encontradas, a veces, solo a veces, él hubiera no pudo haber existido ¿será esta la excepción? Ginebra estudiante de 4 semestre de literatura, enamorada de...