CAPITULO 12 - REWRITE THE STAR (1)

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GINEBRA

Un latido, dos, aceleran, tres, cuatro y un choque de miradas, se siente un vuelco y una parte de mí no piensa con claridad, la otra está entrando en pánico, sonrió, pero por dentro solo pienso "quién eres" pero solo se queda en mi mente porque mi boca no logra pronunciarlo, no ahora, al menos.

— Disculpa. — Dice el

— No has hecho nada malo — le sonrío y me sorprendo de mí misma porque por primera vez en mucho tiempo no finjo hacerlo, no me siento obligada.

— Yo...

— Si, supongo que ibas saliendo

— Si — respondo

— Entonces... que tengas lindo día... — noto una nota de curiosidad, quiere mi nombre

— Será una tarea para la próxima — sonrío y el asiente

De alguna forma mis pasos son acelerados, no voy tarde y aún falta mucho para que pase la primera ruta del autobús, pero me limito a avanzar lento, siento las mejillas rojas y me remojo los labios con más frecuencia de a habitual ¿Qué me ocurre?

Llegue 20 minutos antes de la clase que seguía, Max salió corriendo al verme, usaba un vestido amarillo con un estilo de época que llegaba hasta los pies, unas sandalias de plataforma color crema que combinaba con su bolso y sus gafas y su cabello crespo castaño que llegaba hasta sus codos, no había forma de que no se viera hermosa, a veces quería decirle lo mucho que me gustaría ser así de extrovertida como ella, tener esa facilidad de comunicarme con todos, ser tan... trasparente y sin embargo aun a pesar de desearlo también detestaba pensarlo.

— Llegas temprano a esta clase, pero te pierdes una completa

— La repondré en otro momento ¿dejaron alguna actividad?

— Nada importante, luego te paso mis apuntes

— Okey — asentí

— ¿todo bien? — no se a que se refería — te vez... diferente

— ¿Yo? — ella asintió — estoy igual que siempre

— No no no, tu... brillas — dijo y no pude evitar recordar al hombre de esta mañana

— No ha pasado nada

Intente ignorar lo que ocurría durante las 3 horas de clase que continuaron, hoy el horario era muy extenso, normalmente eran días que odiaba porque me tocaba pasar más tiempo en la universidad, pero, de alguna forma, fue demasiado tranquilo me pregunto cuántas veces tuve que sentirme miserable estos días sin notarlo. Había un receso de 1 hora entre una clase y la otra así que aproveche y fue a comer algo.

Preferí tomar los minutos que quedaban en la cafetería, saque mi cuaderno y comencé a escribir, normalmente lo hago cuando tengo un hilo de pensamientos enredado completamente y más cuando hay emociones de por medio, suelo hacer esa rutina en casa, pero sentía que lo necesitaba en este preciso momento así que, saque mi celular, le di play a la primera canción que salió en Spotify y comenzó a sonar, magia, destellos y risas era lo que pasaban por mi mente en ese momento y fue lo que escribí, luego logre reconocer la canción, Rewriter the star de james Arthur y sentí por un segundo volar entre mis letras, cada vez se hacía más fácil escribir, más sencillo expresarlo todo, más sencillo vivir; Antes de que acabara la canción por completo yo ya llevaba 3 páginas escritas por completo, las ojee a lo alto y cerré de golpe el cuaderno cuando vi que Max se acercaba poco a poco hasta donde yo estaba mientras agarraba de su brazo a un hombre de unos 20 cm más alto que ella probablemente, muy simpático era de admitir, de tez clara, un cabello corto pero lacio y su color de ojos eran un verde oscuro, tal vez por eso le gusto, suele impresionarse mucho por el color de los ojos de las personas, eso suele decirme a mi cada vez que me toma una foto

— Hola bebe — dice Max acercándose a mi — Te presento a Adam — hace una mirada picara mientras sonríe de oreja a oreja

Yo ladeo la cabeza pensando "no había dicho que empezaba por Al" y ella al parecer loga leer mis ojos a lo que rápidamente me acerco y estiro la mano

— Un placer soy Ginebra, puedes decirme Gin

— El placer es mío Gin, que curioso nombre

— Dímelo a mi — respondí

— Debe ser confuso saber si dices tu nombre o el lugar donde vives — dijo y sentí sienta burla en su voz

— Probablemente, aunque solo un estúpido confundiría una con la otra si apenas está conociendo a esa persona.

Silencio, absoluto silencio, una mirada de asombro y al lado de esa la de Max frunciendo el ceño

— Max dice que hablas italiano — vamos a romper esta barrera tan extraña que se ha creado de una buena vez

— Lo aprendo poco a poco

— A genial, ¿vas a alguna clase?

— No, aun no, practico algunas veces con un compañero que es de Italia, suele enseñarme una que otra palabra — dice y de la nada voltea y grita. — Ey! Qué casualidad, mira es ese de ahí — dice señalando a nuestra izquierda — Alex — grito

El mundo es demasiado pequeño, claro que es así, de otra forma como explicara que el este caminando hacia nosotros justo ahora.

Constelación de mariposas - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora