Constelación de mariposas - TERMINADA

CAPITULO 37 - SEI UN IDIOTA ALESSANDRO

ALEXANDER

Cuando la vi por primera vez tenia un vestido amarillo largo hasta los pies, su cabello ondulado hasta la cintura y caminaba en dirección a mi casa, cuando alzó la vista para ver un rayo de sol que se colaba en su casa vi la esmeralda que tenia en los ojos, el iris le brillaba con desespero, la luz del sol no le hacía suficiente presencia para mostrar el brillo total de ellos, de las pequeñas pecas que tenía en los pómulos y la sonrisa ancha que siempre traía al caminar, ella era luz y yo estaba enamorado de ella.

Camine en circulo varios minutos al frente de la puerta de emergencias, dos horas no hay respuesta, 3 horas no hay respuesta, ya eran las 7 de la noche y aún no había ninguna razón, los médicos no salían, no decían nada, necesitaba respuestas

—Parenti del signor Milano—Dijo el doctor saliendo de la puerta blanca semi transparente

—Qui, sono io, sono suo figlio—mi voz estaba entrecortada, no había parado de llorar—¿come sta lui, dottore?

—Ha avuto una forte emorragia nell'addome ma è già sotto controllo, abbiamo dovuto indurlo a un coma temporaneo perché ha presentato complicazioni nel bel mezzo dell'intervento chirurgico, dobbiamo aspettare che si svegli e vedere com (Tuvo una fuerte hemorragia en el abdomen, pero ya está bajo control, tuvimos que inducirlo a un coma temporal porque presentó complicaciones en medio de la cirugía, debemos esperar a que despierte y ver cómo reacciona su área cognitiva)

—Grazie, dottore

El avión demoro 30 minutos en llegar de ginebra a Italia, el lugar donde nací me recibió después de tantos años con mi padre en la clínica sobreviviendo, había recibido la llamada de Louis (el secretario de mi padre) que lo habían encontrado desangrándose en el suelo de la oficina, lo llevaron de urgencias enseguida, pero todos estaban preocupados, había demasiada sangre, creían que no sobreviviría ¿hace cuanto había estado así? ¿Quién había sido? Las cámaras de seguridad fueron apagadas ¿Cuál de todas las personas en el mundo que lo odiaban había hecho esto?

Habían pasado 3 días desde que mi padre estaba coma, no pude comer, dormir y por poco siento como se desvanecía mi respiración en el momento en que me entere, no podía perderlo a él también, no sabía cómo aceptar perderlo y ese dolor en el pecho nuevamente me cubrió los sentidos, se apodero de mi cuerpo y no tuve mas remedio que tomar el primer avión que saliera de ginebra para llegar a donde él estaba, podía morir y aun con todos los años de pelea, de dolor y de resentimiento e ira encerrados en lo más profundo de mí, lo amaba, lo amaba con todas mis fuerzas. Llore 3 días seguidos rogando que despertara, los médicos decían que tal vez lo haría en días, tal vez semanas o meses, pero no podían hacer nada mas que tener todo bajo control y que el tomara las riendas de volver, le tocaba exigirse incluso a medio morir

—per favore, torna con me (por favor vuelve conmigo)— supliqué, rogué y creo que hasta el sol de hoy no había podido pedirle tanto a Dios como estas noches—Non sonó ancora pronto (aun no estoy listo)

Mi padre tuvo dos extrañas recaídas durante la noche, mini infartos que de alguna forma alteraron al centro medico y a mi me asustaron completamente, no tenia cabeza para nada, ni para mí, ni para el mundo, ni para nadie más o eso creí.

Caminando en una de las tantas mañanas pase por un pequeño café para comprar un poco y despertarme por completo, no había dormido bien desde que pise Italia, observando todo con tanto detalle como hacia cuando vivía en este lugar, las calles de Milán eran hermosas, llena de luz, de arte, de aromas, de pan y café, luego al fondo de un local de vinilos de música vi una chica peli roja caminando con un vestido amarillo de flores blancas, con mangas abombadas largo hasta los pies y una imagen se vino a mi mente, una imagen de hace 8 años atrás

"Ginebra". Pensé

Mi teléfono estaba totalmente muerto cuando llegue a Italia, no traía nada mas conmigo que la billetera y no había tenido cabeza para pensar en nada más que mi padre todos estos días

—sei un idiota Alessandro—Golpee mi frente con la palma de la mano tantas veces que sabia que la tenia enrojecida, llegue a un local de electrodomésticos cercano y compre un cargador, me regrese al hospital porque quería estar pendiente de papá, en cualquier momento podía despertar y quería estar ahí. Conecte el móvil y tal como lo supuse, mas de 50 llamadas perdidas entre Adam, números desconocidos y Ginebra, quería escribirle, juraría que quería hacerlo, pero ¿Cómo empezar? Creería que solamente la estaba utilizando, que solo quería acostarme con ella, me odie por eso.

—che mal di testa dannato (que dolor de cabeza como el diablo)—Dijo una voz conocida—cosa ci fai qui Alexis? non dovresti essere al College (que haces aquí Alexis, tu no deberías estar en la universidad)—Mis manos comenzaron a temblar, levante la vista tan despacio porque sentía que si lo hacía demasiado rápido podría haber estado imaginándolo, pero no —¿dove sono? (donde estoy) —Había vuelto, él había regresado, mi alma se sentía tan vacía sin su ausencia que por un momento sentí que yo me iba con él, pero estaba aquí, conmigo, vivo.

—Padre