Lisette
Anthony dice que su papá confía en mí, ya que piensa que soy muy inocente y que no lo traicionaré, pero no tiene en cuenta algo, le soy más fiel a mi esposo.
―Señorita, ¿qué está haciendo? ―pregunta el guardia mientras tengo los puños alzados, haciendo un gesto de victoria, al entrar al despacho de mi suegro.
Bajo las manos, nerviosa, y sonrío.
―Ah, hola, el suegro me pidió que lo espere aquí. ―Le cierro las puertas―. ¡Adiós! ―grito.
¡Uf! Por poco. Tengo que ser más cautelosa o Anthony se enfadará conmigo. Camino a hurtadillas, aunque el guardia ya me vio, luego me acerco a los cajones. Reviso cada rincón, pero no encuentro nada.
¡Oh! Hallo las camaritas. Veamos, quizás debajo de esta tabla. Quito todos los objetos que hay dentro, entonces muevo lo que me estorba. ¡Bingo! Descubro un documento. No entiendo nada, pero parece legal. Me involucro más en la lectura para comprender, entonces me asombro por lo que tengo entre mis dedos.
Cielos, debo decirle a Anthony, es urgente.
Un sonido me descoloca, entonces dejo de mirar el papel. Algo está pasando afuera, hay movimientos en el patio trasero. Me aproximo hasta la ventana, así poder entender qué es lo que ocurre.
Están gritando, hay olor a sangre.
Anthony
Camino por el bosque, buscando a Asthur, por el lugar en el que nos encontramos la primera vez. Puedo oír los grillos en esta noche estrellada. Intento seguir el rastro, pero al ver mis intenciones, los árboles se mueven. Esto está muy raro, no obstante, me alegra no tener al bosque de enemigo.
Llego a una cabaña, está bien oculta. Si no fuera porque fui guiado, no la hubiera hallado nunca. El dueño de la casa sale, entonces enarca una ceja al verme. No se esperaba esta visita, pero de todas formas no pierde la compostura.
Sonríe.
―¿Vienes a la guarida del lobo, ovejita?
―Ambos sabemos que no puedes atacarme ―le recuerdo―. No tengo idea si mi padre te convenció para que dejaras de cazar a Lisette, pero quiero respuestas sobre tu cliente.
―Se lo advertí al pastelito una vez, te lo diré a ti también, no soy al único que contrataron, yo que tú no la dejaría sola.
―Dime quién es tu cliente ―insisto.
―Un demonio ―dice, tranquilo, luego sonríe mostrando sus miles de colmillos―. Y tiene mucha sed de venganza.
No me acobardo.
―¿Venganza? ¿Venganza de qué? No creo que Lisette haya hecho nada. Tú la has visto, es como una niña estúpida.
Se carcajea.
―Lo sé, no entiende sobre nuestro mundo. ―Suspira, aburrido―. Escucha, ovejita, la venganza está efectuada, sus papis ya murieron.
Quedo en shock.
―¿Mataron a los padres de Lisette?
―Sí, ahora lo que les importa es recuperar lo que les fue arrebatado, y eso lo tiene tu mujercita.
Tengo mucho que procesar.
―Realmente, me lo estás diciendo ―declaro, sorprendido.
―En verdad, debo darte la razón, ya no trabajo para mi cliente, me gustó la oferta de tu papito.
―¿Entonces mi padre ya lo sabe? ¿Me dirás quién es tu antiguo cliente? ¿Y qué ocurre con Lisette?
Se hace el que piensa.
―Hum, no. Sé lo justo y necesario, aunque también podría estar mintiéndote. ―Se ríe―. Repito, deberías irte, vi algunos demonios paseando en dirección a tu mansión.
¿Qué? Mierda.
―¡¿Me estabas entreteniendo?! ―me quejo.
―Nunca lo sabremos.
Ignoro sus comentarios, dejo de perder el tiempo, entonces empiezo a correr en dirección a mi coche. Subo a mi vehículo y arranco con velocidad para regresar a mi casa. Mientras avanzo, miro por el espejo retrovisor y veo a Asthur en la carretera.
¿Está siguiéndome? ¡¿Qué le pasa a ese tipo?! ¡¡Qué veloz!!
Me da pavor de solo pensarlo.
¡¡Bombazos uno tras otro!!
¿Qué habrá descubierto Lisette?
Pobre, cuando se entere de la muerte de sus papás.
¿Cuáles serán las intenciones de Asthur?
¡¡Corre, Anthony, corre!!
Saludos, nos vemos en el próximo capítulo ❤️
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Pureza Engañosa
ParanormalUn mafioso es comprometido con una adorable chica, sin saber que detrás de esa inocente, se esconde una monstruosa criatura. Por Viviana Valeria V.