Lisette
Me ha costado dormir, por culpa de mis pensamientos impuros, así que he decidido ir a confesarme, sin embargo, Anthony sigue durmiendo como un oso. Zamarreo a mi marido, seguidas veces, no obstante, ni un poco de atención me da. Lo peor es que no puedo atacarlo, pues prometí no hacerlo. Aunque no sé de qué se queja, si tiene un campo de fuerza o algo así.
¡Como sea, qué se despierte ya!
―¡Anthony! ―le grito mientras sigo agitando su brazo―. ¡Despierta!
Se reacomoda en la cama, bosteza y al fin se digna a abrir los ojos.
―¿Qué quieres? ―Me mira mientras refunfuña―. ¿Nunca me dejarás dormir?
―¡Quiero ir a la iglesia, levántate!
―¿Para qué mierda quieres ir a la iglesia? ―Se tapa la cara con la almohada.
―Quiero confesarme, expiar mis pecados.
―¿Cuáles pecados, Lisette? ―Se saca el almohadón de la cara y lo apoya en su espalda otra vez, mirándome extrañado―. ¿Matar? ¿No era que eso no es tu culpa? Yo qué sé, es alimentación o algo así, ¿no? Por mí no te preocupes, no hay problema.
―¡¡No, eso no!! ―Me sonrojo―. ¡¡Hablo de mis pensamientos impuros!!
En su rostro se forma una sonrisa.
―Ah, ¿sí? ―Enarca una ceja con confianza―. ¿Cuáles?
―Yo... yo... ―Mis labios tiemblan―. ¿Por qué debería contarte?
―Tal vez porque... ―Se inclina, aproximándose a mi boca―. Soy el culpable.
El calor que siento es impresionante.
―¿Por qué de repente estás tan... coqueto?
―Uh, cuántas palabras nuevas ―se burla y siento su respiración.
―No... no podía dormir, así que seguí leyendo. ―Mis mejillas arden, así que retrocedo un poco―. Anthony estás semidesnudo ―le recuerdo.
―Justo para tus pensamientos marranos.
―¡Empieza a dormir en pijama! ―lo reprendo.
Se da la vuelta, se sienta al borde de la cama y se estira, alzando los brazos.
―¿Por qué? Dormir en bóxer es más cómodo, y hasta ahora no te habías quejado. Qué terribles deben ser tus pensamientos marranos, pobrecita.
―¡Deja de burlarte! ―expreso, avergonzada―. ¿Por qué me hablas así?
―Si te hablo enojado te enfadas, si te hablo coqueto te enojas.
―No... no es cierto, solo no entiendo tus actitudes ―murmuro.
Se levanta de la cama, y sigo pudiendo admirar su buena espalda. Malditos pensamientos, los cuales no paran ni un segundo. No es justo, ¿por qué ahora soy yo la desvergonzada? No comprendo. Anthony se da la vuelta, así que ahora observo su torso tonificado. Juro que no miré abajo, lo juro. Por suerte, su sonrisa me distrae en desmedida.
―¿Por qué? Yo creo que anoche, tuvimos una muy buena conversación. Al fin charlamos de forma civilizada. Bueno, fue sobre el techo de la casa y yo estaba casi sin ropa, pero no nos encontrábamos corriendo ni gritando. ¿No lo crees?
![](https://img.wattpad.com/cover/364828249-288-k606691.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Pureza Engañosa
ParanormalUn mafioso es comprometido con una adorable chica, sin saber que detrás de esa inocente, se esconde una monstruosa criatura. Por Viviana Valeria V.