Capítulo 2

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Entraron en casa de Juanjo intentando hacer el menor ruido posible, sus padres estaban durmiendo desde hacía un rato y no querían despertarlos. El mayor abrió el congelador nada más llegar a la cocina y le tendió dos bolsas de cubitos a Martin que las cogió y soltó un gritito al notar el frío.

-Shhhh!!!- el maño le cubrió la boca con la mano mientras con la otra cerraba el congelador -... no hagas ruido, espera que saco una bolsa. - dijo Juanjo entre susurros.

-Joder Juanjo date prisa que se me van a caer los dedos.

El mayor metió el hielo en una bolsa del Mercadona. Seguidamente cogió las manos de Martin y se las acercó a la cara para tirarles aire caliente y frotarlas.

-¿Mejor?- seguía susurrando. Martin se quedó embobado mirando la cara de Juanjo.

-Sí, sí, vamos que nos estarán esperando. - se zafó del agarre del mayor y cogió la bolsa antes de emprender camino hacia la fiesta de nuevo.

*********

Después de enviarse la primera foto, se abrió la veda para las videollamadas, los instagrams y demás redes sociales. Martin era adicto a mirar las historias destacadas del mayor, tenía muchísimos amigos y encima siempre subía fotos en el espejo de un ascensor (en las que por cierto salía guapísimo). El vasco podía recitar de memoria todas y cada una de las publicaciones, cada canción de dudosa procedencia y todos los comentarios.

Juanjo pensaba que el menor era un poco raro, subía fotos de cosas muy random, como un manojo de cebolletas o una suela de zapato con un chicle pegado, pero también compartía películas y canciones preciosas que él terminaba poniendo en todas sus playlists.

Cada vez que Juanjo subía una foto agarrado a la cintura de alguna chica, algo se estremecía en el pecho de Martin, se le revolvían las tripas y ese dia acababa sentándole mal la cena.

El mayor nunca había nombrado a ninguna novia, se pasaba las llamadas nombrando a Almudema y a Naiara pero siempre decía delante mi amiga, nunca mi novia.

Martin sabía desde hacía ya bastante tiempo que a él le gustaban los chicos. Era un tema que se trató con total normalidad en su casa y en su entorno, pero a él le daba vergüenza, no sabía porqué, decírselo a Juanjo. No es como si el mayor se lo fuera a tomar mal, tampoco le hubía dicho nunca nada de su propia sexualidad. Ni siquiera sabía si el maño se había besado nunca con nadie aunque con lo guapo que era le extrañaría que no fuera así.

Martin sí se había dado un beso. Una tarde de otoño en la playa de Las Arenas con sus amigos, un grupo de chicos un poco mayores se sentó con ellos a jugar a cartas. Uno de ellos, moreno y con los ojos claros, no dejó de mirarlo en toda la partida de Mus. Al terminar se quedaron tirados por la arena y el chico se le acercó.

-Hola, soy Dani, no sé si nos han presentado antes. -le tendió la mano a la vez que se sentaba a su lado, mucho más cerca de lo que dos desconocidos suelen sentarse.

-Martin, encantado. - el vasco aceptó el apretón de manos.

La conversación fluyó de tal manera que el resto de sus amigos acabaron por marcharse, dejándolos en su burbuja. Dani era un chico súper simpático, tenia las paletas un pcoo separadas y eso le encantó. Así que cuando el mayor le pidió un beso Martin se lo dio.

Llegó a casa con el corazón acelerado y puso rápidamente el móvil a cargar porque se había quedado sin batería. Cuando llegó al 2% lo encendió y llamó rápidamente a Juanjo.

- Hola Magtan. - el mayor contestó al segundo tono con voz divertida.

- Juanjo. Tengo que contarte algo. - sonó mucho más serio de lo que pretendía.

- ¿Estás bien?¿Qué pasa? - sonó preocupado.

- Sí, sí, sí, estoy bien, estoy genial de hecho. - la sonrisa se notaba en su tono.

- ¿Pero que te pasaa? Suéltalo ya que me pones nervioso.

- Acabo de besar a un chico. En la playa.

Al otro lado de la línea se hizo el silencio y a Martin se le apretó el corazón en un puño.

- Se llama Dani, lo he conocido con mis amigos jugando a cartas... - no sabía que más decir, realmente no sabía que respuesta quería de Juanjo, sólo esperaba que lo entendiera. Tras unos segundos más de incómodo silencio el maño empezó con su habitual verborrea.

- Y... ¿te ha gustado?¿Te gusta este chico?¿Sois novios?¿Cuántos años tiene?¿No será un maleante...- Juanjo se puso a hacer mil preguntas seguidas.

Martin se puso a reír como un tonto al otro lado del teléfono, cómo iba a tomárselo mal Juanjo, había sido un bobo por no decírselo antes.



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holi aquí sigo con mi pequeña historia, porfa porfa si la leeis dad mg y comentad que me anima mucho

creo que voy a empezar también unos one shots de los majos porque tengo muchas ideas

¿Vendrías A Verme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora