Capítulo 7

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este cap sigue siendo pasado

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- Qué guapo. - dijo Martin mientras se ponía los zapatos sentado al borde de la cama.

Juanjo se había puesto traje, un traje negro con camisa blanca que le quedaba de puta madre. Al vasco se le fueron los ojos a su culo, pero apartó la mirada rápidamente cuando el maño se dio la vuelta.

- Tu también, te queda genial el rojo. - Martin había optado por unos pantalones un poco más arreglados de lo que solía llevar y un jersey rojo apretado de lana que su Amama le había regalado por Navidad.

- ¿Me dejas un poco de colonia? - preguntó el menor.

- Claro, está en el cajón de la mesita. - Juanjo se peinaba frente al espejo.

Martin abrió el cajón y aparte de la colonia y mil trastos más vio un bote de lubricante y condones. Lo cerró rápidamente después de coger el perfume, poniéndose como un tomate al instante.

No sabía porqué se había puesto tan nervioso, era evidente que Juanjo debía ligar, y mucho más en Madrid. Era un chaval guapo y joven, y soltero. Podía hacer lo que le diera la real gana, pero aún así un nudo se instaló en el estómago del menor.

Se roció colonia en las muñecas y detrás las ojeras y devolvió el frasco a su lugar.

- Vale repíteme el plan. - dijo el vasco.

- Los de último año organizan una fiesta en el sótano, hay comida y bebida por doquier, a las doce ponen un vídeo del director del colegio mayor dando las campanadas y luego pues fiesta hasta que nos entre el sueño.

- No me dejes solo que no conozco a nadie. - susurró el menor.

- ¿Cómo te voy a dejar sólo imbécil?, si te he echo venir aposta para que estuvieras conmigo.- Juanjo quiso sonar desinteresado, pero al vasco le inundó una sensación de calma ante sus palabras.

Bajaron a la fiesta dónde ya estaba Álvaro, también Irene y otros amigos que el maño había hecho en el colegio mayor estos últimos meses. Había sofás y sillas por todas partes y la gente comía y bebía en grupos. Juanjo le preguntó a Martin que quería de beber.

- Ya voy yo, - contestó el vasco poniéndose de pie - ¿ginebra limón? -preguntó.

- Si porfa. - Juanjo le dio un beso en la mano mientras el menor se iba. A Martin en lugar de gustarle el gesto, le dio rabia, ¿porqué coño era tan bueno y cariñoso con él?.

Llegó al lugar dónde estaba la bebida y se puso a preparar los vasos.

- ¿Martin? - el vasco se giró hacia la voz y se encontró con una sonrisa de paletas separadas.

- ¿Dani?¿Qué haces aquí? - se había quedado a cuadros, era la última persona que esperaba encontrarse en fin de año en una estúpida fiesta de colegio mayor en Madrid.

- Mis amigas viven aquí, hemos venido a esta fiesta porque era gratis. ¿También vives en Madrid? - el chaval se acercó para seguir hablando mientras repasaba a Martin de arriba a abajo.

- Qué va, sigo en Getxo, pero mi mejor amigo estudia aquí y se queda en esta residencia. Qué fuerte verte aquí, hacía muchísimo que no sabía nada de tí. - el menor también se fijó en el contrario, estaba guapo. Se había dejado el pelo aún más largo y lo llebaba recogido en una coleta.

-Me alegro mucho de verte, estás muy guapo con el pelo así. - dijo Dani acercándose aún más a él. Martin se ruborizó al instante.

- Gracias, tu también. - la mirada de Dani se fijó entonces en los dos vasos que el menor llevaba en la mano.

- Bueno no te molesto más, luego hablamos, - dijo mientras se despedía con la mano, acercándose a un grupo de chicas que había al fondo de la sala. - si te apetece, búscame.

Martin volvió a su sitio con las bebidas y le tendió a Juanjo la suya.

- ¿Con quién hablabas?¿Quién era ese? - preguntó el mayor con curiosidad.

- Dani, ¿te acuerdas de él? Es el chico-.

- Me acuerdo. - Juanjo lo interrumpió y dio un trago a su vaso. - ¿Qué hace aquí?

- Sus amigas viven aquí, que fuerte coincidir en Madrid no me lo esperaba.

- Ya ves... - el maño apartó la mirada y siguió hablando con sus amigos.

"¿A éste que mosca le ha picado?" Pensó Martin, ¿de verdad se ha puesto celoso por cruzar dos palabras con un conocido?

Al vasco le duró la mala ostia hasta que Juanjo le puso la mano en el muslo. Ahí lo que le hizo arder la sangre fue otra cosa. El maño con un par de cubatas se volvía aún más atento y cariñoso que de normal. Él decidió tomarse uno también cuando se acercaban las campanadas. Le cayeron genial los compañeros de Juanjo, se notaba que tenían mil bromas internas pero procuraron hacerlo partícipe de todo.

- ...y entonces Juanjo acabó potando por toda la acera mientras el segurata de la discoteca le aguantaba la chaqueta. - todos se descojonaban de la anécdota que estaba contando Álvaro.

- Venga ya porfavor, dejad de reiros de mí. - Juanjo se cruzó de brazos haceindo un puchero y a Martin le pareció tan adorable que tuvo que darle un beso en la mejilla.

Todos los demás empezaron un coro de "Ooohs" y las mejillas del maño se tintaron de rojo.

- Lo peor fue que el tío aquel que te querías tirar se acabó liando con otro. - Álvaro seguia riendo pero entre los demás se estableció un silencio un poco incómodo al notar la mueca que se le quedó a Martin.

Irene cambió rápidamente de tema y Juanjo se giró a mirar al menor.

- No me lo quería tirar, ni siquiera me acuerdo de su cara... - dijo el maño lo suficientemente bajo como para que sólo el vasco le oyera. Intentó agarrar a Martin de la mano pero este la apartó.

- No tienes que darme explicaciones Juanjo, puedes hacer lo que te de la gana. Yo también hago lo que quiero. - el menor intentó sonar seguro de sí mismo pero le temblaban las manos y el corazón le latía desbocado. - Voy a por otro cubata.

- Te has bebido dos ya Martin...y quedan dos minutos para las doce.

- Da igual, tengo sed. - se puso en pie y Juanjo lo siguió hasta la mesa de las bebidas.

- ¿Te has picado? - preguntó el mayor con voz suave.

- Que no Juanjo, de verdad. - intentó mantenerle la mirada pero le costaba horrores.

Empezó a sonar de fondo una tele con el video de las campanadas.

- Ay joder, espera. - el maño habló rebuscando algo entre sus bolsillos. - He comprado chuces de corazón para las campanadas porque sé que no te gustan las uvas.

¿Cómo coño se iba a picar con él si luego hacía ese tipo de cosas?

Sacó de su bolsillo dos bolsitas con 12 corazones cada una, y le dio una a Martin justo antes de que empezaran los cuartos.

Se comieron cada una de las chuches mirando a los ojos al otro. Juanjo consiguió no apartarle la mirada. Cuando todo el mundo a su al rededor estalló en vítores Martin esperó, miró a los ojos del maño y seguidamente a su boca, vio como el contrario tragaba saliva. El vasco siguió esperando pero finalmente cuando los labios de Juanjo se posaron en su piel, para la decepción del pequeño, el beso fue en la frente. Se abrazaron con fuerza mientras Martin cerraba los ojos aferrado a su cuello.

- Feliz año nuevo Magtan. No me imagino empezarlo sin tí. - el pequeño se tragó las lágrimas que querían brotar de sus ojos.

- Feliz año nuevo Juanji.

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dos capítulos en un día, no podéis decir que no os estoy mimando

estoy muy inspirada y encima esto está siendo la escusa perfecta para no hacer los trabajos de la uni

os amo y me encanta leer vuestras reacciones, porfa comentad y dad like si os está gustando

¿Vendrías A Verme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora