Capítulo 16

6.6K 309 124
                                    

Dentro del coche de Juanjo no hacía tanto frío, o puede que simplemente ellos estuvieran acalorados. Martin se quitó el abrigo y el maño lo imitó.

-Hola.

-Hola. Es la segunda vez que nos decimos hola ya. - rio el pequeño.

- Me pasaría la noche entera diciéndote sólo "Hola" y no me aburriría.

Martin se sonrojó ante las palabras del maño.

- ¿Qué quieres hablar? - el vasco se inclinó sobre la palanca de cambios. Al mayor se le fue la mirada a sus labios.

- No me acuerdo. - susurró.

- Venga ya Juanjo. - el pequeño le pegó un manotazo en el brazo.

- Que sí, que sí, que ya me acuerdo.

- Dispara.

- ¿Quieres ser mi novio? - el mayor lo dijo sonrojándose y con vergüenza.

- Llevo literalmente años esperando a que me lo preguntaras. - Martin se subió con dificultad al regazo de Juanjo, no había mucho espacio, así que el mayor echó el asiento hacia atrás.

- ¿Eso es un sí?

- Eso es un "pues claro imbécil, cállate que ya hemos perdido suficiente tiempo"

- ¿Me tendrás paciencia? - dijo el mayor mirándolo a los ojos y acariciándole la espalda por dentro del jersey.

- Toda la que haga falta.

Martin le estaba acariciando las mejillas, y cuando no aguantó más se lanzó a sus labios.

Cuando sus lenguas se rozaron el maño se sintió morir. Nunca había sentido lo que sentía con Martin entre sus brazos. Era como si la sangre de sus venas estuviera ardiendo.

El pequeño empezó a besar su cuello con ganas a la vez que ondeaba sus caderas. Juanjo lo sujetaba por la cintura y gemía intentando no hacer mucho ruido. Aunque estuvieran en el garaje tenía miedo de que sus padres o peor, su hermano, los pillara.

Martin aspiró escondido en su pelo.

-Me encanta como hueles. - susurró mientras deslizaba su nariz por el cuello de Juanjo. Al mayor le recorrió un escalofrío de los pies a la cabeza. - Tengo algo que confesar. - añadió el menor.

-Dime. - consiguió decir el maño agarrándolo del culo.

- Cuando fui al colegio mayor por Nochevieja, antes de irme, le eché tu colonia a mi bufanda.

- Ahá. -suspiró Juanjo entre sus labios.

- Estuve semanas tocándome mientras la olía.

Juanjo estuvo apunto de morirse en el sitio al oír eso, gimió muy fuerte entre sus labios. Martin no paraba de moverse encima de él y sus lenguas no dejaban de enredarse.

- Joder Martin, voy a correrme ya. - dijo el mayor sorprendido.

- ¿Ya? - el vasco no dejó de restregarse.

- Sí. Ya. Para o me corro.

Eso sólo hizo que el menor sonriera y acelerara sus movimientos agarrándose a sus hombros. Juanjo se corrió a los pocos segundos empapando su ropa interior y muriéndose de la vergüenza.

Martin empezó a reirse parando sus movimientos.

- ¿De que te ríes imbécil? Es culpa tuya. - Juanjo quería sonar enfadado pero también le estaba haciendo gracia.

Martin volvió a besarlo. Juanjo desabrochó el pantalón del vasco, metiendo una mano dentro y haciendo callar sus risas.

- ¿Puedo? - preguntó sin separarse de sus labios.

¿Vendrías A Verme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora