Cap.02 Pt.03

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"Nos denominaban con un orgullo que irradiaba grandeza: 'la distinguida primera generación'. Nos condujeron prácticamente al borde de la locura con simulaciónes de de misiones y situaciones críticas, la traición y el espionaje rondaba en el constante ambiente simulado, haciendonos dudar hasta de nuestra propia sombra, acompañadas de marchas brutales interminables por el yermo radiactivo, semanas enteras sin acceso a comida, solo permitiéndonos beber un poco de agua cada cuatro días, lo justo para mantenernos con vida. En este infierno, abandonar la fila era imperdonable, aunque aún más temible que eso era enfrentarse al castigo del maestro Clark al siquiera mostrar signos de deserción. Sus marchas Alegres como solía llamarlas, en las zonas más radiactivas, al anunciarlas generaban un miedo palpable en todos, casi tanto como sus poderosas cadenas, muy diferente a las marchas actuales, realizadas dentro del recinto académico, con métodos y profesores más ortodoxos. No sé cómo logramos resistir hasta el último año. Debo admitir que los 297 graduados somos increíblemente fuertes, cada uno destacando en su especialidad y área preferida. También es imposible olvidarme de la posterior seleccion de integrantes para inaugurar las academias restantes al rededor del nuevo mundo conllevando a la dolorosa separación de nuestros amigos. Afortunadamente, no he perdido contacto directo con todos; los 69 seleccionados de Aeris Astra mantenemos un lazo muy estrecho y la emoción de reencontrarnos casi todos, cada 5 años en el torneo de academias, le da un toque único y muy esperado por mí".

A medio camino, mientras el sol se asoma tímidamente, Alexei interrumpe los pensamientos de Jackson con un grito, exclamando
—¡Tengo tanta hambre que me comería a Murray de un bocado!—, entre carcajadas.

Murray, con gestos de asombro en sus especiales ojos expresivos de cuervo, reacciona con sorpresa. Mientras tanto, Jackson se une a la risa, pero sin emitir sonido, solo expresándose con gestos.

—Jack, camarada, que quede bien claro: mañana no estaré disponible para recogerte. El viaje hasta la academia es de una hora amigo, tomando en cuenta mi nano-motor que es de los rápidos eh. ¿Por qué no te trae Murray volando?—, remata Alexei entre risas contagiosas.

Desde ese punto, la vista se perdía entre las estructuras en crecimiento, un testimonio del compromiso de Aeris Astra con el bienestar de sus ciudadanos. Las chozas, aunque modestas, representaban un refugio seguro y digno para aquellos que las habitaban, gracias a la eficiencia y la innovación de las nano-máquinas.
El olor y el bullicio de la vida en las chozas irrumpen de repente mientras avanzan con precaución a una velocidad más pausada. Los carteles holográficos y los tubos fluorescentes de neón, en una variedad de tonalidades, adornan las fachadas, añadiendo un aura vibrante al paisaje. El vapor ascendente y la multitud se entremezcla incluso en la carretera, creando un espectáculo animado y enérgico que envuelve a los transeúntes.

De pronto Alexei exclama —Jack, agárrate bien, voy a subir porque aquí nos intentarán robar. Ya sabes cómo son estos salvajes, especialmente los más jóvenes, son como pequeñas ratas ladronzuelas y escurridizas, siempre al acecho—.

Con el botón adecuado y un movimiento del manubrio cargandolo hacia abajo, las hélices inteligentes se posicionaron, listas para el despegue. Seguido de un rápido acelerón, pronto estában a media altura, entre el enjambre de nano-drones y sus zumbidos eléctricos.
Una vez estabilizado el nano-motor, el manubrio regresa automáticamente a su posición inicial, liberándolo para que pueda ser maniobrado con facilidad nuevamente. A esa altura, este modelo no alcanza su rendimiento óptimo, pero aún así logra sortear el poblado trayecto. Alexei presiona la pantalla táctil y pronuncia: —Velocidad crucero 50 activada—. Seguido de, —Destino: Academia A.A. Entrada Norte—.

Mientras avanzan, entre la sombra de los edificios recién erigidos y otros en reparación, rebosantes de nano-máquinas y nano-drones auxiliares, el bullicio y el resplandor de luces neón envuelven su trayecto.
Jackson clava la vista en un cartel gigante holográfico de publicidad, recién inaugurado justo en el imponente puente colgante que atraviesa la ciudad Aeris, promocionando "Oasis" la nueva y primera bebida gaseosa saborizada y purificada del nuevo mundo. Vividamente proyectada directamente sobre la gran Avenida Libertador, por lo que resulta imposible para ellos no verla, Alexei comenta con un toque de desdén: —Otro producto de mierda, más veneno a la lista de engaños que perpetúan la ignorancia en la sociedad. ¿Verdad Jack?—. Pregunta esperando una confirmación mientras se da cuenta que Jackson está absorto en el pequeño logo de la Corporación OZYRIS, ubicado en la parte inferior de la publicidad.

Con un leve codazo hacia la rodilla de Jackson y señalando el logotipo, exclama con indignación
—Esos hijos de puta son la encarnación de la mafia—, haciendo resonar su voz entre el bullicio de los altavoces que difundían información en diversos idiomas y el constante tumulto de la ciudad.
—Deberíamos rastrear cada familia y erradicarlas por completo. Esos despreciables acumulan millones y millones de residium, ejercen influencia sobre políticos corruptos y prácticamente controlan todas las nuevas empresas, Jack. Su crecimiento rápido como el de una plaga de hormigas, expandiéndose sin cesar. Estoy convencido de que están de una u otra manera detrás del infiltrado que copió el pergamino legendario en los albores de nuestra nación, abriendo así las puertas del conocimiento del aura a cualquiera, además, estamos investigando a miembros de la mafia que la manejan con habilidad. Esta situación es extremadamente grave, camarada. Ignoramos cuántos de ellos son capaces de hacerlo y qué nivel de habilidad alcanzan—.

La expresión preocupada y desafiante de Alexei subraya la urgencia del asunto. La mirada pensante acompañada del humo de las fumadas de Jackson fue interrumpida por un "Craaak" de la especial voz de Murray seguido de
—Jackson, al nacer, nos relató a mis hermanos y a mí, la historia del infiltrado y emocionantes historias del nuevo mundo y del triste final del Antiguo, entre muchas otras—, inflando su pecho de cuervo con orgullo.
—Siempre es emocionante la noche de historias—, remata con anhelo, mientras sus gestos de alas parecen muy humanos.

—Murray, Te contó para quien trabajaba el infiltrado, supó?—, pregunta Alexei.
—Yo sé que eso pasó justo cuando inauguraban la primera etapa de la academia, que era la única de su tipo a nivel mundial en ese momento. Postulé inmediatamente ya que no había requisitos en ese entonces y tuve suerte, solo dos semanas en la fila me costó esperar hasta mi turno, tuve tiempo suficiente para enterarme de las noticias, no crees pajarraco?, Jackson estuvo un mes!— Agrega entresonriendo.

—Sin embargo, más tarde descubrí la historia completa y quedaron muchas incógnitas: ¿cuántas copias logró hacer con su habilidad especial? ¿Cuál era su propósito y para quién trabajaba? Todos saben que el maestro Clark lo captura y lo interroga en persona, pero no logra hacerlo hablar—, agrega Alexei intrigado. —Por culpa de ese mal nacido nuestros enemigos son más fuertes— exclama con furia.

El graznido siguiente captura por completo la atención de Alexei, volcando de golpe la mirada hacia Murray que haciendo un gesto pensativo y curiosamente rascándose su emplumada cabeza con una de sus alas, responde
—Desconozco esa información. Asumo que Jackson tampoco lo sabe, Craaak— graznaba Murray.
Mientras Jackson exhalaba humo de su cigarro, entrecerraba sus ojos y asentía en acuerdo con las palabras de Murray.

Agente ARGO    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora