𝑐𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑑𝑜𝑠

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La noticia de la muerte de la joven Velaryon conmovió al pueblo, tan inesperada como la vuelta del príncipe Daemon al reino, quien ahora se encontraba viudo.

El funeral había sido bastante incómodo, casi tanto como la reunión que le siguió, donde su madre y el príncipe compartían miradas cómplices, la reina y su padre Otto conspiraban, sus pequeños hermanos trataban de consolar a las hijas de Daemon y donde su compañero Aegon ya estaba ebrio.

La mente de Daenerys estaba en otro lado, en otro mundo. Hacía días que no podía dormir y a su alrededor estaban ocurriendo más cosas de las que podría procesar. Así pasaron las horas.

En estos días, las burlas hacia Aemond solo habían empeorado, así que ella lo entrenaba todos los días sin falta para que pudiera defenderse, cosa que él agradecía y admiraba. Ella era su ejemplo a seguir, todo en ella le fascinaba, aunque no lo admitiera.

La princesa decidió retirarse a sus aposentos, su cabeza dolía más que nunca y un mal presentimiento la invadía.

Estaba escribiendo en su escritorio cuando oyó un rugido. Al levantar la vista hacia su balcón, vio a Vaghar volando, algo muy extraño ya que su jinete había muerto y era demasiado pronto para que alguien lo reclamara.

El mal presentimiento la acechaba con más fuerza, así que corrió a buscar a sus hermanos como instinto. Sin embargo, no estaban en sus habitaciones como deberían. Fue a las de sus tíos, pero tampoco los encontró allí, así que bajó rápidamente para seguir buscándolos.

Aemond bajó de su nuevo dragón y entró en la caverna del palacio donde lo esperaban los cuatro menores.

-Jace, ¿qué haces? -dijo la morena siguiéndolo, alerta.

-Es él -dijo Jace enojado.

-Sí, soy yo -dijo Aemond.

-Vhagar es el dragón de mi madre -dijo la morena, enojada.

-Tu madre murió -dijo Aemond en un tono seco y frío, algo que sin duda había aprendido de Daenerys-. Vhagar tiene un nuevo jinete -continuó.

-Yo tenía que reclamarla.

-Entonces debiste hacerlo. Tus primos te encontrarán un cerdo para volar, sin duda te quedaría bien.

Baela se lanzó contra Aemond para atacarlo, pero él la tiró a un lado. Su hermana, para defenderla, también lo atacó pegándole fuerte en la cara, pero Aemond le devolvió el mismo golpe sin piedad alguna.

-Vuélveme a golpear y mi dragón te devorará.

Al terminar de hablar, Jace empezó a luchar con él, turnándose con Luke hasta que lograron derribar a Aemond y empezaron a pegarle todos juntos de forma brutal.

Daenerys corría por todos lados buscándolos con desesperación.

Aemond logró zafarse del agarre de sus sobrinos, golpeándolos a ellos. Tenía a Luke agarrado por el cuello, amenazándolo con una roca en la otra mano.

-Morirán gritando en llamas como lo hizo su padre, bastardos -dijo sin culpa alguna.

-¡Mi padre está vivo! -dijo Luke, a punto de llorar, tratando de zafarse del agarre de su tío.

-Él no lo sabe, ¿verdad? Lord Strong -le dijo a Jace, quien lo miraba con odio.

Jace sacó una daga de su cinturón y lo apuntó con ella.

-¡Jace! -gritó la morena detrás de ellos.

Aemond empujó a Luke lejos y empezó a esquivar los ataques de su sobrino con la daga. El mayor le pegó fuerte en la cara, logrando tirarlo y haciendo que soltara su daga. Luke corrió para agarrarla mientras su tío estaba a punto de pegarle con una piedra a Jace.

𝐿𝑒𝑡 𝑇ℎ𝑒 𝑊𝑜𝑟𝑙𝑑 𝐵𝑢𝑟𝑛 (𝐴𝑒𝑚𝑜𝑛𝑑 𝑇𝑎𝑟𝑔𝑎𝑟𝑦𝑒𝑛)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora