𝐿𝑒𝑡 𝑇ℎ𝑒 𝑊𝑜𝑟𝑙𝑑 𝐵𝑢𝑟𝑛 (𝐴𝑒𝑚𝑜𝑛𝑑 𝑇𝑎𝑟𝑔𝑎𝑟𝑦𝑒𝑛)

𝑐𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑡𝑟𝑒𝑠

Después de esa caótica noche, Rhaenyra y Daemond decidieron casarse e irse a vivir a Dragonstone con sus hijos. Seis años habían pasado desde entonces, años en los que Daenerys no la pasó nada bien.

La joven dedicó sus días a entrenar intensamente. Había participado en guerras con su padre, guerras que le habían dejado cicatrices a lo largo de su cuerpo, como un recordatorio de lo infeliz que era. El tiempo con su padre, Daemond, había transformado su personalidad por completo, ya que él le repetía a diario que las princesas no lloran, que no debe ser frágil ni piadosa, sino todo lo contrario.

Daenerys había matado más de lo que le gustaría admitir y había ganado varias guerras a su corta edad. Era más que temida en el pueblo e incluso en otros reinos, ganándose así su apodo "la muerte Valyria", del cual su padre estaba más que orgulloso.

No solo destacaba por su gran habilidad en el combate y su frialdad, sino también por su belleza. Los años habían pasado y con ellos llegó una gran figura desarrollada. Todos se sentían más que atraídos por ella, siendo la más deseada de los Siete Reinos, ganándose así su segundo nombre "la diosa Valyria".

Su relación con la familia era buena, pero no la mejor. Toda la atención por parte de su madre estaba puesta en sus hermanos, mientras que solo su padre se fijaba en ella. Aunque ella los amaba igualmente.

Uno de los pasatiempos favoritos de Daenerys para desconectar de la realidad era el tiro con arco. Con destreza y sin esfuerzo, empuñaba el arco y lanzaba las flechas, encontrando en este arte una vía de escape cuando el estrés se acumulaba y los problemas parecían abrumadores.

Un día, una carta llegó con la decisión de que Daenerys debía regresar a King's Landing, aquel lugar que alguna vez fue su hogar. En esos siete años, había perdido contacto con el resto de su familia, especialmente con sus tíos. Durante una guerra, conoció a Creagan Stark y estableció un vínculo fuerte y cercano con él. En el Norte, también era conocida por sus dos apodos, pero al ganarse la confianza de los Stark, también se ganó la del pueblo, aunque el miedo aún persistía.